400 metros en 47 minutos: la hora a la que Vilaplana pagó el parking abre nuevas incógnitas sobre el relato de Mazón

Una de las mayores incógnitas que rodeaban la larga comilona entre el president de la Generalitat en funciones, Carlos Mazón, y la comunicadora Maribel Vilaplana el 29 de octubre de 2024 se ha despejado finalmente. Vilaplana abonó el tique del parking donde tenía estacionado el vehículo para el ágape con el jefe del Consell a las 19.47 (y 45 segundos). Esa hora, minutos antes de la cual el president se dirigiría al Palau de la Generalitat, cuadraría perfectamente con los dos testigos presenciales que vieron llegar a Mazón al edificio presidencial sobre las 19.55, tal y como contó elDiario.es el 27 de octubre. 12 minutos de trayecto entre que el político dejó a la profesional de la comunicación en el aparcamiento y su llegada a su despacho, donde no estuvo ni diez minutos antes de acudir a la reunión clave del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) en el Centro de Coordinación de Emergencias de l'Eliana, donde llegó a las 20.28, según su última versión de los hechos.

Pero de la misma manera que la hora de salida del parking de Vilaplana confirma que Mazón llegó casi a las 20.00 al Palau de la Generalitat, que la periodista saliera tan tarde del aparcamiento abre nuevos interrogantes sobre qué hizo la pareja de comensales entre las 18.30 y las 18.45 que salieron de El Ventorro, según Vilaplana, y cerca de las 19.45, cuando se despedirían.

¿Estuvieron más de 40 minutos hablando en la entrada del parking, donde habrían podido ser vistos por los numerosos clientes que entraban y salían a esas horas del aparcamiento? ¿Hicieron una parada previa entre El Ventorro y el parking, lo que habría alargado su posterior salida y llegada al Palau? ¿Pasó Carlos Mazón por su casa, donde algunas fuentes lo sitúan la tarde de la dana?

En su declaración, Maribel Vilaplana aseguró que tras la comida en El Ventorro, ella y el president pasearon tranquilamente hasta el parking, conversando sobre el Levante UD, club del que ella es consejera y portavoz, y de la posibilidad de que el jefe del Consell acudiera a disfrutar de un partido en el palco. Tras unos minutos de tertulia posterior a la larga sobremesa en el reservado, la periodista habría bajado al aparcamiento y habría realizado algunas gestiones de trabajo con el ordenador y contestado algunos mensajes de WhatsApp. Esta versión podría explicar su tardanza al salir del aparcamiento, pero no la llegada del president a las 19.55 al Palau. Mazón y Vilaplana han negado que entraran juntos al parking, por lo que alguna de las dos versiones no es la real.

Fuentes consultadas por elDiario.es para el documental sobre la dana y que desvelaron antes de que Mazón lo reconociera la renuncia del jefe del Consell a su escolta, sitúan al president de la Generalitat en su casa tras salir de El Ventorro. La vivienda de Carlos Mazón en València está a diez minutos del restaurante y a unos ocho minutos del parking Glorieta-Paz en el que Vilaplana estacionó el vehículo.

A preguntas del diputado del PSOE Alejandro Soler sobre si habría estado en su casa en algún momento de la tarde de la dana, Mazón contestó tajantemente que no. Pero entonces, ¿dónde se cambió de ropa? Vilaplana aseguró ante la jueza que en el reservado, donde le habría pedido permiso para quitarse la corbata y la americana y ponerse un jersey amarillo.

Esta versión de Vilaplana confirma, como contó elDiario.es, que Mazón llegó al Palau con el suéter, pero contrasta con la que dio el propietario de El Ventorro ante la jueza, cuando aseguró que el president salió con americana del ágape.

Los constantes cambios de versión forzados por las numerosas revelaciones periodísticas hacen pensar que la verdad todavía está por llegar. Casi 13 meses después de la fatídica dana que acabó con 229 vidas, todavía es imposible saber dónde estuvo el president entre las 18.58 y las 19.34, cuando recibió la llamada del secretario autonómico de Infraestructuras, Javier Sendra, quien le habría convencido para que dejara de hacer lo que estuviera haciendo y se presentara en el Cecopi. Ni varios interrogatorios de la jueza ni dos comparecencias de Mazón en sendas comisiones de investigación han servido para aclararlo todo.