La Comunitat Valenciana ha iniciado este lunes una fase de rebaja progresiva del nivel de riesgo meteorológico tras el episodio más intenso del temporal registrado durante el fin de semana, aunque las lluvias continúan condicionando la jornada y mantienen activados avisos de nivel naranja y amarillo en distintas zonas del territorio. La situación, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha mejorado respecto a las horas más críticas, pero sigue requiriendo vigilancia ante la persistencia de precipitaciones y la saturación del terreno.
La alerta roja por lluvias intensas en el litoral de la provincia de València, que estuvo activa durante parte del domingo y la madrugada del lunes, ha quedado desactivada a primera hora del día, marcando el final del tramo más adverso del episodio. No obstante, Aemet mantiene alerta naranja en el sur e interior del litoral de Castelló, donde todavía existe riesgo importante por acumulaciones de lluvia, y alerta amarilla en amplias zonas de València y Alicante, con previsión de chubascos localmente fuertes. Desde el Centro de Coordinación de Emergencias 112 de la Generalitat Valenciana se insiste en que la situación ha mejorado, pero no se ha normalizado por completo, y se recomienda extremar la precaución.
Durante este lunes se esperan precipitaciones intermitentes a lo largo del día, con momentos de mayor intensidad, especialmente en zonas costeras y prelitorales. Aunque no se prevén registros tan extremos como los del fin de semana, la previsión apunta a lluvias persistentes que pueden generar problemas puntuales de acumulación de agua. La Generalitat mantiene activos los dispositivos de seguimiento y coordinación ante posibles incidencias, teniendo en cuenta que muchos cauces, barrancos y zonas bajas continúan con niveles elevados tras las lluvias recientes.
El balance del temporal del fin de semana deja acumulados muy destacados en distintos puntos de la Comunitat Valenciana, con registros que han superado ampliamente los cien litros por metro cuadrado en algunas localidades. Estas precipitaciones han provocado anegamientos, problemas en la red secundaria de carreteras y numerosas actuaciones de los servicios de emergencia. Los consorcios provinciales de bomberos de València, Alicante y Castelló han intervenido principalmente en servicios relacionados con achiques de agua, retirada de obstáculos y atención a incidencias derivadas de la lluvia, sin que se hayan registrado consecuencias graves para las personas.
El impacto del episodio también ha tenido reflejo en la actividad diaria. Ante el nivel de alerta y la previsión meteorológica, varios municipios han suspendido la actividad lectiva total o parcial afectando a unos 78.700 alumnos. Los municipios que han tomado medidas son Albal, Alboraia, Aldaia, Alaquàs, Benetússer, Catarroja, Chiva, Loriguilla, Paiporta, Picassent, Sedaví, Torrent, Xirivella y Vila-real, además de la suspensión de clases en 32 centros educativos específicos de València y la actividad presencial universitaria de la Universitat de València, la Universitat Politècnica de València y la Universidad Católica.
Respecto a las precipitaciones, los registros más destacados superaron los 144 l/m² en localidades como La Font d'en Carròs, con otras cifras significativas como los 84,3 l/m² en Beniflà o los 81,8 l/m² en Oliva, evidenciando la intensidad del episodio meteorológico.
De cara a los próximos días, la previsión indica que la inestabilidad podría prolongarse al menos hasta el martes, con la posibilidad de nuevos episodios de lluvia, aunque en principio de menor intensidad. AEMET no descarta que se mantengan avisos activos en función de la evolución de los frentes asociados a la borrasca, especialmente en el litoral mediterráneo. A partir de mitad de semana, los modelos apuntan a una mejora gradual del tiempo, aunque la situación seguirá siendo vigilada por los servicios meteorológicos y de emergencias.