El pasado mes de abril Compromís, Unidas Podemos y PSOE acordaron exigir al Gobierno de Pedro Sánchez la reforma del sistema de financiación para antes de que finalizara 2021, de modo que se hiciera efectiva una propuesta para un nuevo modelo este mismo año -los últimos datos publicados por Fedea, referidos a 2019, sitúan de nuevo a la Comunitat Valenciana como la autonomía peor financiada de España con 7,2 puntos por debajo de la media estatal-. Este acuerdo, que dejó al Gobierno valenciano “moderadamente satisfecho”, no impidió que el malestar por la infrafinanciación valenciana llegara al Congreso el pasado mes de junio.
La Generalitat Valenciana, que busca aliados en Andalucía o Catalunya -en este caso, sin mucho éxito- para esta reivindicación, planteó en julio en el Consejo de Política Fiscal y Financiera la puesta en marcha de un foro monográfico sobre financiación para acelerar la reforma del sistema.
Sin embargo, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, visitaba este jueves València y echaba un jarro de agua fría sobre las expectativas para una pronta reforma del sistema de financiación autonómica. “La prioridad del Gobiernno es la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado de 2022”, aseguraba Calviño en respuesta a una pregunta de los periodistas sobre el calendario previsto por el Gobierno para acometer el nuevo modelo, caducado desde hace casi siete años.
En opinión de Calviño, se trata de un tema “muy complejo” que se solucionará “en los próximos años”, sin concretar fechas ni plazos para el borrador del próximo sistema de financiación. Tal y como ha apuntado, las posiciones de las diferentes comunidades autónomas, que son las que deben negociar este asunto, son “bien conocidas”. El presidente Ximo Puig, tras reunirse con la ministra de Asuntos Económicos, ha reconocido que el Ejecutivo ya conoce la posición del Consell. “Queremos que se genere un espacio de diálogo para solucionar esta cuestión con la participación de las comunidades autónomas, no desde la confrontación sino desde la colaboración”, ha indicado al tiempo que ha reclamado un espacio de consenso en el Congreso para que la reforma pueda salir adelante.
Precisamente, debido a la complejidad de esta negociación, la vicepresidenta del Ejecutivo de Pedro Sánchez considera que el debate se debe abrir en el momento “más oportuno” para poder alcanzar un “acuerdo satisfactorio” que resuelva un tema tan “importante” y “sensible”.
Así, ha insistido en que la prioridad son los presupuestos, “clave para canalizar los fondos europeos y para impulsar una recuperación económica y la creación de empleo público de calidad”.