La declaración ante la jueza de la dana del principal testigo del Centro de Coordinación de Emergencias, el subdirector general Jorge Suárez, apuntaló que quien “decidía” en la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) del 29 de octubre de 2024 era la consellera Salomé Pradas, a quien correspondía la “dirección del plan” de la emergencia. “En todo momento indicó que quería ver el mensaje”, manifestó Suárez en referencia al texto del Es-Alert. Sin embargo, tras la llegada a las 20.28 de Carlos Mazón, “el que lideraba era el presidente”, afirmó el funcionario, según varias fuentes conocedoras de su testifical consultadas por elDiario.es. Mazón, eso sí, “cedía a Pradas en algunos momentos la gestión de la reunión”.
Las primeras preguntas que planteó la jueza al testigo fueron si mantenía “amistad” o “contacto” con Pradas, con Emilio Argüeso (el otro investigado)... y con Carlos Mazón. El alto funcionario respondió que en ninguno de los casos.
Suárez fue uno de los técnicos con mayor rango, experiencia y peso en la reunión del Cecopi, junto con el entonces inspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos, José Miguel Basset. La consellera, en su declaración como investigada el pasado 11 de abril, dijo que los técnicos del Cecopi sumaban más de un siglo de experiencia.
El subdirector general de Emergencias aceptó aportar voluntariamente a la causa la Moleskine en la que tomaba sus notas de aquella reunión (libreta que aparece en la fotografía que ilustra esta información). La primera propuesta del funcionario de borrador del mensaje del Es-Alert incluía el consejo de buscar refugio en zonas altas. Sin embargo, nadie del Cecopi le hizo caso al considerar que su texto podría ser “agresivo”, según dijo.
La primera propuesta de Jorge Suárez fue: “Ante la evolución de la situación se recomienda que accedan a zonas altas y permanezcan atentos”. Sin embargo, Basset planteó “objeciones” por el “lenguaje”. En general, su propuesta se desoyó por parte del resto de participantes del Cecopi.
Por otro lado, Pradas también tuvo dudas por el uso del verbo “permanezcan”, por si suponía —en términos jurídicos— algún tipo de paralelismo con un confinamiento, especialmente en alusión a la experiencia de la pandemia del Covid-19. Poco después de las 18.00, se descartó la acertada propuesta de Suárez. “No había consenso”, explicó. Salomé Pradas le indicó que continuaran “trabajando”.
La consellera “siempre decía” que quería ver el mensaje “antes de que salga” y “mandó” a su asesor, Marco Presa, “para controlar el proceso”, según declaró Jorge Suárez.
Todo fueron obstáculos para remitir el Es-Alert, herramienta que el testigo había propuesto desde el inicio de la reunión, aunque sin explicitar su nombre. Además, los cargos del PP que participaban en la reunión pidieron que, en todo caso, antes de enviarse el Es-Alert se avisara a los alcaldes de las zonas potencialmente afectadas por la presa de Forata.
Además, según afirmó Jorge Suárez, Salomé Pradas y, en menor medida, Vicente Mompó, presidente de la Diputación de Valencia, pidieron que se modificaran ciertas palabras en el mensaje en valenciano del Es-Alert que consideraban “demasiado normativas o estándares”, lo cual retrasó el envío unos “pocos minutos”.
Jorge Suárez: “Yo no decido”
Suárez defendió en su testifical a los técnicos de Emergencias. “Una vez tuvimos las instrucciones claras, el personal técnico lo hizo rápido”, dijo en referencia a la confección y validación del Es-Alert.
La abogada de una de las acusaciones populares le recordó al testigo que Pradas descargó en los técnicos algunas de las principales decisiones en el marco de la respuesta a la emergencia. “No, yo nunca he tenido miedo a dar opinión, pero no decido”.
Todo el cúmulo de circunstancias propició que el mensaje a los móviles se enviara a las 20.11, cuando ya había decenas y decenas de fallecidos y un número desconocido de ciudadanos permanecía atrapado a consecuencia de las inundaciones. Un total de 230 personas fallecieron por la dana.