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Actualizan el estudio, tras casi 50 años, de una cueva Patrimonio de la Unesco

Santander —

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Santander, 9 sep (EFE).- Un equipo del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) ha iniciado un análisis en profundidad de la cueva de Chufín, declarada por su arte rupestre Patrimonio de la Humanidad en 2008, ya que los últimos estudios de esta cavidad datan de los años 70.

Chufín se encuentra en el municipio cántabro de Rionansa, unos metros sobre el embalse de Palombera, y el arte paleolítico localizado en 1972 en su interior hizo que en 2008 fuera declarada, con otras nueve cavidades de la región, Patrimonio de la Humanidad, y así se sumaron a esa distinción que tenía la cueva de Altamira.

Esa cavidad, que se abre sobre una amplia visera de grandes dimensiones dentro de un complejo kárstico de varias cuevas, fue investigada por última vez en los años 70, pero en su interior nunca se ha llevado a cabo una prospección superficial minuciosa.

El equipo liderado por el paleontólogo Diego Gárate Maidagan está llevando a cabo ese trabajo minucioso de investigación de Chufín como nunca se había hecho antes y con la financiación de la Vicepresidencia y Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, según informa en nota de prensa el IIIPC.

Las nuevas tecnologías digitales y tridimensionales, que no existían hace 49 añosa, así como los avances en las técnicas de registro y estudio del arte paleolítico, permitirán una nueva documentación y análisis integral de las evidencias gráficas de la cavidad.

También se va a llevar a cabo una exploración espeleológica en todas sus galerías, simas y chimeneas de la cavidad, para conocer su desarrollo exacto e, incluso, la existencia de áreas de actividad paleolítica no detectadas hasta la actualidad.

En la cueva de Chufín se localizaron en 1972 unas pinturas rupestres, que dan el valor patrimonial a esta cavidad, y que forman parte de un conjunto de más cuevas decoradas denominadas Chufín IV, Micolón, Los Marranos y Porquerizos.

El vestíbulo de la cueva fue excavado de forma ilegal antes de los años 70 por una leyenda que decía que “el moro Chufín” había escondido en esta cavidad un tesoro.

Esta zona de vestíbulo, muy característica de Chufín, no ha sido analizada desde la última investigación hace casi 50 años, cuando ya se detectó una “densa ocupación de época Solutrense (hace 18.000 años)”

Desde el IIIPC se explica que esa investigación no se publicó en detalle, pero el objetivo ahora es “dar a conocer y evaluar el potencial arqueológico del yacimiento con las metodologías del siglo XXI, así como ponerlo en relación con los paneles decorados adyacentes”.

Y también se quiere realizar una prospección superficial minuciosa que permita localizar la presencia de evidencias arqueológicas muebles.

Este estudio se enmarca en una revisión más amplia de las cavidades decoradas del alto Nansa, iniciado por el mismo equipo hace dos años en la cercana cueva de Micolón.