El terror de los muy terroríficos

John Carpenter: La matanza de Texas (1974, Tobe Hooper)

“Tobe pegó el campanazo con esta película más que con ninguna otra. Recuerdo ir a verla cuando salió en Los Ángeles –era el 74 o el 75– y recuerdo la experiencia de verla por primera vez. Santo cielo. Lo que la hace incluso más efectiva es que además es tan desternillante”. El gran clásico slasher es también la favorita de George Romero, John Waters y Robert Englund.

Peter Jackson: King Kong (Cooper y Schoedsack, 1933)

“King Kong –el original de 1933– es la peli que me hizo interesarme por hacer cine cuando la vi a los ocho años [...]. La otra peli que me dejó asombrado fue Dawn of the Dead, de George Romero. En aquel momento era una película increíble, y ha definido mi sentido del humor y el estilo de mis películas”.

Nacho Vigalondo: The Wicker Man (Robin Hardy, 1973)

“Una película de terror civilizada ha de contener paganismo, tentación sexual, travestismo, mujeres riéndose de hombres y niños riéndose de adultos. O sea, reflejarse en The Wicker Man”.

Edgar Wright: La cosa (John Carpenter, 1982)

“Tengo intensos recuerdos de ver una versión sin editar de La cosa, de John Carpenter, en un canal de cable cuando tenía 10 años. Mi hermano y yo estábamos extasiados. La única imágene que había visto de la peli era un póster de Kurt Russell con una lámpara”.

Rob Zombie: Holocausto caníbal (Ruggero Deodato, 1979)

“Cannibal Holocaust es malévola, repugnante y absolutamente brillante. Una experiencia completamente única... ¡gracias a Dios! La parada de los monstruos (Freaks) es un clásico precódigo del maestro chiflado Tow Browning. ¿Quién hubiera dicho que usar malformaciones humanas verdaderas sería considerado de mal gusto? Es un milagro que exista, ningún estudio lo consideraría hoy. Pero en serio, hay que preguntarse: ¿puede una mujer como Dios manda amar verdaderamente a un enano?”.

Guillermo del Toro: El resplandor (Stanley Kubrick, 1980)

“El control absoluto de Stanley Kubrick sobre el medio convierte su sólido encuadre y su tensión cronometrada en armas de verdad apuntando directamente a la desprevenida audiencia. Nadie ha usado jamás la steadicam con tanta perfección como lo hizo él en las secuencias desde detrás del triciclo de Danny Torrance”.

William Friedkin: Suspiria (Dario Argento, 1977) / Profondo rosso (Dario Argento, 1975)

“Estas dos películas son dos máquinas perfectamente engrasadas para matarte del susto. Y funcionan. Son las clásicas slasher bañadas en sangre que han sido imitadas, copiadas y hasta adaptadas sin el debido crédito. Pertenecen al estricto marco de la fantasía, pero Argento, que es gran maestro viviente del horror, tiene tanto talento que aterrorizarán a cualquiera que se atreva a verlas”.

Ben Wheatley: Ven y miraVen y mira (Elem Klímov, 1985)

“¿Qué constituye una película de terror? Ven y mira es estrictamente una peli de guerra, pero me dejó muerto. Scum (Alan Clarke, 1983) es opresiva y estremecedora de una manera que los vampiros y fantasmas no pueden ser nunca. Y no pienso volver a ver Don't Look Now (Nicolas Roeg, 1973). Sólo escribir el título ya me pone malo”.

Brian Yuzna: Nosferatu (F. W. Murnau, 1022)

“Nosferatu es la única película verdaderamente buena de vampiros y todavía produce dentera y pesadilla. Su versión de Drácula es la más cercana al original de Bram Stoker; un demonio malévolo y chupasangre, no el ídolo de jovencitas en las versiones desnatadas que han dominado la historia del cine”.

Quentin Tarantino: Audition (Takashi Miike, 1999)

“Una verdadera obra de arte, si es que existe tal cosa. Creo que (el protagonista) debería pensárselo dos veces antes de volver a casarse”. Pero su película favorita de pequeño era Abbott and Costello Meet FrankensteinAbbott and Costello Meet Frankenstein (1948), donde la pareja debe llevar a Drácula y Frankenstein (a la criatura, no al doctor) al museo de cera. Naturalmente, los dos monstruos se rebelan y tratan de robar sus cerebros.