La CNMV pone el foco en el clan Tomás Olivo, el rey de los centros comerciales

Una pequeña sanción en cuantía pero por una “infracción muy grave”, según el criterio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El supervisor del mercado bursátil confirmó la pasada semana una sanción de 15.000 euros a Fulgencio Tomás Olivo Sánchez, hijo del accionista mayoritario de la socimi General de Galerías Comerciales que, según indica la compañía, no tiene vinculación con la empresa.

General de Galerías Comerciales es una de las inmobiliarias que no está entre las grandes del Ibex, sino que cotiza en el BME Growth, el mercado que concentra a las empresas en expansión, y de la que Tomás Olivo López, conocido como 'el rey de los centros comerciales', controla más del 99% del capital y es presidente y consejero delegado.

Puede que sea una compañía en fase de crecimiento, pero la sociedad de inversión inmobiliaria especializada en centros comerciales tiene un valor en bolsa superior a los 3.600 millones de euros. 

General de Galerías Comerciales vale en el parqué más que siete compañías del Ibex, entre otras, más que Indra o Meliá Hotels, y está cerca de alguno de los pesos pesados del sector inmobiliario, como Colonial, que roza los 4.000 millones de euros.

Una evolución en el parqué que ha colocado a Tomás Olivo en los listados de 'los más ricos' o de 'los grandes millonarios' de España. Esta semana, el diario 'El Mundo' ha situado a Tomás Olivo como la decimosegunda mayor fortuna de España, estimada en 2.615 millones de euros. Un patrimonio que no está exento de controversias. Por ejemplo, los negocios que habría realizado el empresario en Marbella durante las alcaldías de Jesús Gil, Marisol Yagüe y Julián Muñoz, así como una condena por maltrato a su exmujer, según la información publicada por el diario 'El País'.

Una sanción por manipulación de mercado

La CNMV confirmó el 3 de febrero, vía publicación en el BOE, la resolución de su consejo del pasado 25 de marzo, en el que impuso una sanción muy grave a Fulgencio Tomás Olivo Sánchez.

La CNMV justificó la multa en una “práctica de manipulación de mercado sobre acciones de General de Galerías Comerciales Socimi, SA, en las sesiones del 15 y 16 de noviembre de 2017”.

El supervisor hace referencia al artículo 282.5 del texto refundido de la Ley del Mercado de Valores, que recoge la “alteración significativa de la cotización”; y al Reglamento europeo de abuso de mercado, aprobado en 2014. Respecto a este, recoge diferentes operativas o movimientos accionariales. Bien “ejecutar una operación, dar una orden de negociación o cualquier otra conducta” que o “transmita o pueda transmitir señales falsas o engañosas en cuanto a la oferta, la demanda o el precio de un instrumento financiero o de un contrato de contado sobre materias primas relacionado con él” o “fije o pueda fijar en un nivel anormal o artificial el precio de uno o varios instrumentos financieros o de un contrato de contado sobre materias primas relacionado con ellos”.

Entre el 14 y el 16 de noviembre de 2017, los títulos de la socimi se dispararon más de un 11,3%, al pasar en esas dos sesiones de los 97,9 euros a los 109 por acción. La socimi alcanzó su máximo en bolsa en diciembre de 2019, cuanto llegó a 144 euros el título. Actualmente, permanece en los 140 euros.

La multa de 15.000 euros es firme en vía administrativa, pero “susceptible de revisión jurisdiccional por la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional”, según la información publicada en el BOE. En cuanto al porqué de esa cifra, la CNMV no lo desglosa.

Cómo actúa la CNMV

El organismo no entra en casos concretos, pero sí explica cómo actúa. Señala que, “para la detección y prevención de posibles conductas de abuso de mercado, la CNMV dispone de diversas fuentes de información, entre las que la más relevante es la comunicación diaria de operaciones sobre instrumentos financieros que realizan las empresas de servicios de inversión, las entidades de crédito y los mercados”.

Con la “información contenida en estas comunicaciones alimenta un sistema electrónico de alarmas que utiliza el Departamento de Mercados Secundarios para detectar posibles casos de abuso de mercado. Otra importante fuente de información es la comunicación de operaciones sospechosas por parte de las entidades”, añade el organismo presidido por Rodrigo Buenaventura.

“La CNMV, a través de su Unidad de Vigilancia de los Mercados (UVM), investiga en profundidad aquellas situaciones en las que se han podido realizar prácticas contrarias a la integridad del mercado. Por un lado, las investigaciones persiguen detectar casos de realización o intento de realización de operaciones con información privilegiada, o de recomendación de operaciones basadas en esta o de su comunicación ilícita; y, por otro, prácticas de manipulación de mercado o intento de manipulación”.

Además, el supervisor también revisa otros aspectos, “como la adecuada elaboración y mantenimiento de las listas de iniciados o la eficacia de los mecanismos, sistemas y procedimientos de las entidades que prestan servicios de inversión para la identificación y comunicación a la CNMV de operaciones sospechosas de abuso de mercado. Tras la finalización de las investigaciones de la UVM, la CNMV decide la posible aplicación de medidas, entre ellas las disciplinarias”.

Respecto a cómo determina las sanciones, según la Ley del Mercado de Valores, puede ser la mayor de las siguientes cantidades: “el quíntuplo del beneficio bruto obtenido como consecuencia de los actos u omisiones en que consista la infracción”, o “un 5% de los recursos propios de la entidad infractora o de los fondos totales, propios o ajenos, utilizados en la infracción”; o, por último, de hasta 600.000 euros.

Una decena de centros comerciales

General de Galerías Comerciales nació como compañía en 1995, pero no fue hasta 2017 cuando dio el salto al parqué, al entonces denominado Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Cuenta con una cartera de nueve centros comerciales en Andalucía, Catalunya, Islas Canarias y la Región de Murcia. Uno de ellos, el Nevada Shopping, en Granada, conllevó una batalla judicial con la Junta de Andalucía, que retrasó su construcción, y que se saldó con una victoria para el empresario, incluida una indemnización por importe de 165,6 millones de euros.

Al cierre de 2020, el último ejercicio con datos publicados, General de Galerías Comerciales contaba con un patrimonio neto superior a los 585 millones de euros. Un año, el de los confinamientos, en el que la sociedad de inversión inmobiliaria obtuvo una cifra neta de negocio de 128,8 millones de euros (un 4,2% menos que en el año prepandemia) y un beneficio neto de 78,7 millones de euros (un 51% inferior). De esa última cifra, 63 millones de euros fueron dividendos para su accionista mayoritario.

General de Galerías Comerciales no es la única actividad empresarial de Tomás Olivo, ya que también preside la sociedad Cartagena Parque, Emasa Empresa Constructora y es administrador único de Desarrollos La Coronela y Tolivo Corporation 2011.

En su folleto de salida a bolsa hace casi cinco años, la compañía definía el perfil de Tomás Olivo, de quien destacaba su “amplia trayectoria profesional siempre orientado al sector de la construcción, promoción y en especial al desarrollo, tenencia y explotación de grandes centros comerciales”. 

“Dirige todas y cada una de las fases del proceso de su compañía, en el que sobresale su capacidad para desarrollar (construir) los distintos centros comerciales que en la actualidad integran la sociedad”, argumentaba en 2017. “Uno de los principios básicos que han regido su trayectoria profesional ha sido llevar a cabo un análisis completo, y previo a la toma de decisión sobre una inversión a realizar desde la prudencia, no utilizando la financiación bancaria. Otro principio básico de su forma de entender los negocios, es el de no vender ninguno de los activos que se van incorporando al patrimonio de sus sociedades”, añadía.

No tira de financiación bancaria pero sí invierte en el sector. El pasado año, Tomás Olivo se convirtió en el principal accionista individual de Unicaja, tras su integración con Liberbank, con una participación del 3,57%, según figura en los registros de la CNMV.