Extremadura es una región históricamente olvidada, con déficits importantes en infraestructuras e inversiones. Estamos a la cola en casi todo. Pobreza, despoblación, listas de espera sanitarias, ratios educativas, empleo, e incluso, condiciones laborales. De hecho, a nadie se le escapa que los extremeños y extremeñas somos los peor pagados del país. Son muchos los sectores que llevan años reclamando mejoras salariales, entre ellos los docentes, que han protagonizado una de las mayores huelgas educativas de la región, cansados ya de las promesas rotas de María Guardiola. No es justo que sean los peores pagados del país. Ni tampoco es justo que la última homologación se haya hecho hace más de 20 años.
No son los únicos trabajadores públicos que están reivindicando que sus sueldos se asemejen a los del resto del país (acompasándose así también al coste de la vida). Este mismo viernes el colectivo de trabajadores públicos han protestado frente a Presidencia de la Junta de Extremadura para reclamar un incremento salarial que les permita llegar mejor a fin de mes.
Estos trabajadores públicos no son solo aquellos que están sentados en altos despachos, que cobran grandes salarios, sino que también son aquellos que limpian, cuidan, mejoran, cocinan y mantienen los servicios públicos fundamentales. A estos empleados públicos, sobre todo, que son los que llevan las cargas más pesadas con los sueldos más bajos, es a quienes más se tiene que incrementar sus retribuciones.
Desde Unidas por Extremadura estamos totalmente comprometidos con la justa homologación salarial de los trabajadores públicos. De hecho, es algo que va a estar incluido en nuestro programa electoral de cara a las próximas elecciones autonómicas del 21 de diciembre. Pero también creemos que las condiciones laborales del conjunto de la ciudadanía extremeña tienen que mejorar.
Es cierto que, gracias al trabajo, empuje y compromiso de nuestro espacio político, se han conseguido logros en los últimos años. Revertir la nefasta reforma laboral del PP ha sido uno de ellos, aunque todavía queda bastante margen de mejora en la que tenemos actualmente. Incrementar el SMI, el Salario Mínimo Profesional, ha sido otra. Esta última importantísima para una región como Extremadura, que ha beneficiado a más de 70.000 personas. Se ha pasado de 735 euros a 1.184. Se ha subido el sueldo en 450 euros más al mes. Y esto ha sido posible, a pesar del Partido Popular y Vox, que siempre, siempre, han votado en contra de las mejoras de las condiciones económicas de la mayoría trabajadora.
Cuando la gente corriente necesita de políticas que les hagan avanzar y mejorar, las derechas nunca están. Y si no, que se lo pregunten al profesorado extremeño, que en 2023, en plena campaña electoral, les prometieron que nada más llegar a Presidencia iban a acometer la homologación salarial. Dos años y medio después, la realidad es que siguen igual.
¡Todavía serán capaces de volverlo a prometer esta campaña electoral!