El BNG tilda de franquista la fiesta de aniversario de Rueda: “Gente agradeciendo como favores lo que son derechos”

“Gracias a Dios y a la Xunta”. “Cuando me llamaron, recuerdo ponerme de rodillas en el suelo, ponerme a llorar y llamar a mi madre y decirle 'tengo una casa”. “Galicia puede enorgullecerse de tener el calendario vacunal más completo”. De este tenor eran las frases pronunciadas por las personas que, algunas entre lágrimas de emoción, participaron este martes en el acto con el que la Xunta de Galicia celebró un año de presidencia de Alfonso Rueda. La Xunta, no el Partido Popular. Este particular ha indignado especialemente a la oposición. El BNG ya ha anunciado que exigirá en sede parlamentaria conocer el coste de la actividad, algo que también se ha preguntado el Partido Socialista. “Es de la peor tradición franquista”, sostuvo el diputado nacionalista Luís Bará, “cuando las personas tenían que agradecer como si fuesen favores que hacía el gobierno lo que eran derechos”.

“Es un acto absoltamente escandaloso, propagandístico y partidista”, añadió Bará, que lo ciño al PP de Rueda: “Ni Fraga ni Feijóo se atrevieron a tanto, tenían otro tipo de formatos”. Por el estrado de la celebración, organizada en la Cidade da Cultura y a la que asistieron altos cargos del Gobierno autonómico y de otras instituciones en manos de los conservadores, habían desfilado beneficiarios de vivienda pública, estudiantes universitarios o receptores del Boo Coidados. Después fue el propio Rueda el que cerró la jornada con un deshilvanado discurso plagado de apelaciones al “sentidiño” y al “estilo Galicia” que la titulaba. “Rechazamos esta mezcla y confusión entre gobierno y partido”, dijo el nacionalista, “incluso si fuese algo del PP sería excesivo y escandaloso, esta utilización de la gente para presumir de cosas que son derechos”.

El Partido Socialista emitió críticas en la misma línea. “Fue un acto del PP, con cargos del PP, para hablar de las políticas del PP”, aseguró Julio Torrado, portavoz de la Executiva del PSdeG, “¿quién pago ese acto? ¿Cuánto costó? ¿Por qué se hizo pasar por institucional algo que era una exaltación partidaria?”.