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Los bomberos avisaron en agosto de los riesgos de incendio en el edificio de Vigo donde murieron cuatro personas

El portal incendiado, el miércoles

Luís Pardo

Santiago de Compostela —

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Desde el 18 de octubre de 2021 hasta la madrugada del miércoles, los bomberos de Vigo acudieron siete veces al número 6 de la calle Alfonso X. En todas ellas se trató de falsas alarmas: supuestos fuegos que después no existían e, incluso, la sospecha de encontrar un cadáver en descomposición, el de un vecino que llevaba dos semanas desaparecido mientras se detectaba “mal olor” en el descansillo. Quizá por eso, en los últimos partes se referían al inmueble como “edificio okupado muy conflictivo”.

Sin embargo, hay un informe que hoy, tras la muerte cuatro miembros de la misma familia, arroja una luz particular sobre lo sucedido. El miércoles 23 de agosto, hace aproximadamente mes y medio, los efectivos contraincendios se presentaban en el portal minutos antes de las tres de la tarde. El objetivo, revisar un cuadro eléctrico en mal estado. El mismo sobre el que los investigadores sitúan ahora el probable inicio del mortal incendio.

“Requiere nuestra presencia la policía nacional por un cuadro eléctrico de un edificio ”okupado“ y que fue vandalizado, para pedirnos nuestra opinión desde el punto de vista de la seguridad. Se observa un cuadro general en muy mal estado, con muchos cables sueltos con tensión y sin aislar, con evidente peligro de electrocución o cortocircuito”, relata el parte de intervención. Según relataron a elDiario.es fuentes del servicio, “vandalizado” en este caso significaba que varios de los pisos se habían conectado a un mismo contador, lo que amenazaba con sobrecargarlo y hacerlo saltar por los aires. Una mecha que habría encontrado combustible: la acumulación de basura en el portal lo convertía en un auténtico polvorín.

La actuación de los bomberos fue muy sencilla. “Cortamos la llave general de acometida y la policía nacional se encarga de custodiar el lugar hasta la llegada de personal de Fenosa”. El parte registra el inicio del servicio a las 14:48 y el fin a las 15:06. Menos de veinte minutos para diagnosticar un riesgo que, si se ratifican las últimas hipótesis, ha resultado fatídico. A falta de confirmación definitiva, la investigación de la policía científica apunta a ese mismo cuadro “vandalizado y en mal estado” como el foco del incendio que se cobró la vida de Rosana y sus tres hijos.

¿Por qué no se hizo nada? Las mismas fuentes de los bomberos explican que “si se siguió el protocolo”, ese informe habría llegado al departamento de Urbanismo, que tendría que haber ido a inspeccionar el lugar para comprobar -y solucionar- los motivos de esa alerta. “Si los bomberos dicen que hay un muro a punto de caer, Urbanismo va y lo revisa. Pues esto es lo mismo”. El Ayuntamiento asegura que eso es lo que se hizo pero que cuando los técnicos llegaron al edificio, se encontraron la puerta cerrada y no consiguieron acceder. Los vecinos, sin embargo, dicen que el portal del número 6 estaba “casi siempre abierto”. Hoy, ya no. La policía local lo ha tapiado para evitar el acceso al interior.

“Situación de vulnerabilidad”

Los colectivos sociales han denunciado la falta de respuesta, tanto de la Xunta como del Ayuntamiento, a la demanda de la familia de contar con una vivienda digna tras el desalojo de su chabola, en el barrio de Navia, para levantar un complejo deportivo de carácter privado. Hoy, el concello ha respondido a elDiario.es que, en aquel momento, informó tanto a la jueza que llevaba el desalojo del poblado como al Instituto Galego de Vivenda e Solo de la situación de vulnerabilidad en la que se quedaban. De hecho, la jueza paralizó temporalmente la medida para tratar de dar tiempo a la administración a encontrarles una solución habitacional. El IGVS, por su parte, niega haber recibido “en ningún momento” comunicación del Ayuntamiento sobre la situación de la familia.

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