Las diferentes plataformas municipalistas que buscan la confluencia en las elecciones gallegas de este año validarán durante los próximos días los “principios básicos” de las Mareas en Común, espacio de inclusión que pretende ser la base de una futura candidatura unitaria de la izquierda. Tras su última reunión, celebrada en Ourense el pasado fin de semana, los grupos de trabajo de las mareas locales han terminado ya de definir un borrador que deberá ser aprobado en asamblea por cada una de las iniciativas municipalistas implicadas.
Será, como aclaran desde dentro, el “primer y fundamental paso” para asentar el proceso y que permitirá, de entrada, invitar a aquellas plataformas locales todavía no insertadas en el movimiento para, más adelante, poder presentar ya públicamente el proceso y difundir las bases de lo que pretende ser un acuerdo mínimo para implicar la ciudadanía, movimientos y colectivos sociales y políticos.
“Se trata de tener los principios básicos para poder ir ampliando la base”, explican desde Mareas en Común. A pesar de que no se esperan ni muchas enmiendas ni obstáculos, las diferentes mareas locales podrán también aportar sus propuestas y sugerencias, además de los resultados de las votaciones en cada una de ellas. Después se elaborará un documento definitivo que será aprobado en la próxima reunión, en el fin de semana del 2-3 de abril y casi con toda seguridad en Marín (Pontevedra). A partir de él, se invitará a otras iniciativas municipales a que entren en el proyecto, pero siempre con el objetivo “de abrirse en el futuro aun más”. Por el momento, unas 30 iniciativas municipalistas participan en este proceso a la espera de que se añadan más.
En Marea, “un proceso imperfecto”
“En Marea fue un proceso imperfecto y lo que queremos es que eso no ocurra esta vez”, insisten fuentes de las plataformas locales. “La soberanía debe ser compartida por todos”, recuerdan desde un proceso en el que hay una máxima: “Trabajar la unidad, no ser solo una suma de partes”. Saben, todos los colectivos integrantes, que habrá un momento en el que se tendrá que establecer una relación con los partidos políticos, y el modo de establecerla y la toma de decisiones comunes son dos de los desafíos más importantes que les quedan. “Vamos despacio porque la diversidad es importante entre las mareas, pero era esperable que hubiera obstáculos”, dice un importante referente en este proceso que agradece el “enorme trabajo” del denominado grupo de Facilitación a la hora de priorizar los consensos a las votaciones y de facilitar las dinámicas de grupo.
Por tanto, el objetivo de las Mareas en Común es ahora ahondar y concretar la organización interna para poder también lo antes posible dar a conocer su proyecto a la sociedad. Mientras, los diferentes grupos de trabajo trabajan también en la futura elaboración de un programa participativo que se centre en la recopilación de propuestas, tanto de la ciudadanía y de colectivos sociales como de grupos de expertos. En cuanto a las primarias, prevén tener lista en pocas semanas una propuesta sobre la fórmula a emplear.
Conscientes de la necesidad de “abrir el proceso”, las mareas buscan la manera de implicar y lograr la participación de otros agentes, tanto a nivel individual como colectivo, y definir con claridad la iniciativa. Pero también avanzar en el máximo consenso en un modelo que permita articular una plataforma unida, de base ciudadana y en la que los partidos que en un futuro compartan los objetivos apoyen y se sumen pero “no dirijan” su funcionamiento, dicen. La idea es que las formaciones que integraron En Marea en las generales “acompañen” el proceso desde abajo, de un modo semejante a método de la Marea Atlántica, que es visto en muchos casos como camino a seguir por el consenso y unidad que fue capaz de lograr en A Coruña.