La polémica reforma del hotel Formentor, refugio de celebridades como el Dalai Lama, Chaplin o Camilo José Cela

Martí Gelabert

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El Hotel Formentor (Pollença), situado en uno de los enclaves más idílicos de Mallorca, ha sido la ‘casa’ de artistas y celebridades durante casi cien años. Por allí pasaron desde Winston Churchill o Charles Chaplin hasta el Dalai Lama, aunque lo que más le caracteriza es su condición de patrimonio literario. Allí es donde Camilo José Cela impulsó las Conversaciones Poéticas y donde se creó el Premio Formentor, que ha galardonado a célebres escritores de todo el mundo. Hablamos de un paraíso de las letras situado en un pequeño paraíso natural que hoy día resucita entre presuntas ilegalidades. 

A finales de 2020, el hotel cambió de manos: el grupo Barceló lo vendió a un fondo de inversión andorrano llamado Emin Capital por 165 millones de euros. Con esta compra también se dejaban claras las intenciones de reforma del espacio, debido al estado en que se encontraba. Ahora, se pretende convertir en un hotel de lujo explotado por los hoteleros Four Seasons. Las actuaciones de reforma, por valor de 25 millones de euros, en principio, debían ser ‘solo’ eso: una reforma. Con el paso del tiempo no ha sido así y lo que debía ser un lavado de cara se ha convertido en una demolición integral y en una reconstrucción de cero de un nuevo edificio. Es aquí cuando ecologistas y oposición en el Ajuntament de Pollença han denunciado la situación.

“Todo lo que envuelve el tema de Formentor es extraño y escandaloso, sobre todo el hotel. Es un escándalo tras otro”. Con esta contundencia habla el líder de la oposición en el municipio, Miquel Àngel March, quien fue también alcalde de la localidad el pasado mandato y que forma parte de la coalición Junts Avançam (PSIB-PSOE, MÉS, ERC e independientes). Su partido, como también el grupo ecologista GOB Mallorca, presentó a principios de octubre una denuncia por ilegalidad urbanística. ¿Por qué? Sostienen que las licencias que ha obtenido la empresa, con los pertinentes informes de turismo a favor, eran primero para reformar el hotel y después –y a raíz de la ley de medidas urgentes para la reactivación económica, que permitía ampliaciones del 15% en hoteles– para reforma y ampliación. Pero nada más. “La sorpresa vino cuando vimos que la reforma se convertía en la demolición de todo el interior”, explica March, y más tarde “de todas las paredes exteriores”. Es decir, una demolición integral.

La denuncia tenía el objetivo de paralizar las obras hasta que se obtuviera una licencia de demolición. “No les quedó más remedio que abrir un expediente”, apunta March. De hecho, el día 24 de octubre de este año se ordenó la paralización de las obras. Una paralización que nunca se llegó a producir y que, aun teniendo dos meses para presentar los papeles necesarios, la empresa constructora obtuvo los permisos en solo unos días: el 28 de octubre el consistorio ya les otorgaba una licencia de demolición. En este sentido, Margalida Ramis, portavoz del GOB, asegura que “el Ajuntament siempre ha tenido un papel favorable a la propiedad del hotel. En vez de exigir, ha dado el beneplácito y facilitado las cosas. Hasta cuando era del grupo Barceló”. 

Por su parte, March insiste en que “la licencia que tienen es de reforma, pero si el hotel ya no existe, no hay nada a reformar. Han hecho lo que han querido”. Y sigue: “Derribar el hotel implicaría dar una licencia de obra nueva y, en este momento, en Formentor no se dan”, dada la situación urbanística de este enclave natural y protegido de Mallorca. De hecho, según el GOB, este proyecto que se está llevando a cabo ahora tampoco es el que obtuvo el beneplácito de Turismo y el que se podía amparar en la ley de medidas urgentes para la reactivación económica. “La licencia tiene que decaer, porque no es el primer proyecto y porque si ahora la volviesen a pedir de cero, no se la podrían dar. No se permiten estas demoliciones integrales”, subraya Ramis. 

La reconstrucción ha empezado y tampoco tiene licencias

De hecho, la otra polémica que se produce ahora mismo se centra en la reconstrucción del espacio. El GOB sostiene que desde el Ajuntament se le está restando importancia al asunto, ya que se amparan en algunos problemas de tramitaciones. Pero con la reconstrucción, la situación cambia: “Ahora hay infracciones urbanísticas graves. La demolición la han salvado, el Ajuntament les ha hecho un favor inmenso, pero la reconstrucción no la tienen tan fácil de salvar”, razona la portavoz ecologista. De hecho, tanto el GOB como la oposición denuncian que no tienen la licencia de reconstrucción, pero que ya se han levantado tres plantas más un sótano. “Ellos mismos se han puesto en jaque”, apunta Ramis, quien no descarta emprender acciones judiciales si se otorga esta nueva licencia, aunque el proceso se alargue por años. 

Fue en el programa ZOOM, de IB3 Televisió, cuando en 2021 el que fuera director de comunicación de Emin Capital, Sergio Azco, dijo literalmente: “El hotel se va a tirar abajo y se va a hacer uno de nuevo”. Algo que, debido a la situación urbanística de Formentor, era imposible. Por este motivo, tanto Junts Avançam como los ecologistas han denunciado todo este tiempo que la empresa ha “maquillado” la demolición y reconstrucción en el amparo de las reformas. Ahora, Emin Capital, que ha rechazado hacer nuevas declaraciones, se ciñe al comunicado hecho público a finales de octubre: “Desde el inicio de este proyecto todos los trabajos realizados se ajustan a las exigencias legales y permisos municipales necesarios para poder llevarlos a cabo”. También amenazan al GOB con emprender acciones legales si no se retractan de sus palabras. 

El Ajuntament de Pollença, que ha sido preguntado por la cuestión en diferentes ocasiones por este medio, no se ha mostrado dispuesto a hacer declaraciones.

Más escándalos en Formentor

March denuncia también que el del hotel es solo “uno de los escándalos que rodean Formentor”. Se refiere, en concreto, a diferentes hechos que han sucedido a raíz de estas obras. Uno de ellos es que cuando se otorgó la licencia de reforma, el hotel debía ceder al municipio algunos viales, zonas verdes, pasos de peatones y el aparcamiento. Teóricamente debe ser de titularidad municipal desde mediados de junio de 2021, explica March, pero denuncia que quien ha seguido explotando el aparcamiento ha sido la propiedad del hotel. “Estos dos veranos hemos calculado un millón de euros de ingresos por explotar el aparcamiento, que no tiene ningún tipo de concesión”, asevera. 

También recuerda cómo el resultado de la excavación y la demolición del hotel fue el de desechar todos los escombros en una zona protegida de Formentor, sin los permisos necesarios. “El Ajuntament no ha actuado desde que nosotros denunciamos todos estos hechos. Decían que tenían los permisos y no es verdad. El Ajuntament está legalizando lo que hacen mal”, insiste March.

Por parte del GOB, recalcan que, si fuera por ellos, toda la urbanización “podría estar perfectamente descalificada y así no tendríamos estas batallas”. “En estas parcelas hace años que la gente hace lo que quiere”, añaden. En este sentido, denuncia también que existen casas unifamiliares sin ningún tipo de licencia a sus alrededores. Ahora bien, son conscientes de las dificultades del proceso, ya que consideran poco probable que se obligue a derribar lo construido y recuperar los terrenos originales.