Tras la orden del nuevo Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, José Wilson Sánchez Velázquez, de que las tropas volvieran a sus unidades, unos minutos después los soldados apostados en la plaza de Murillo de la capital boliviana han comenzado a abandonar la zona, que ha sido progresivamente ocupada por centenares de bolivianos en apoyo al presidente Luis Arce.
Los ciudadanos de La Paz, tras la retirada de las tanquetas militares, han celebrado el fracaso del golpe de Estado liderado por el general depuesto Juan José Zúñiga con gritos de “democracia, democracia” o “Luis, amigo, el pueblo está contigo”.
Tras la retirada de los militares, el vicepresidente David Choquehuanca ha salido al balcón del Palacio Quemado acompañado del presidente Luis Arce y de otros miembros del ejecutivo y, con una bandera de Bolivia en la mano, ha saludado la “valentía” del pueblo boliviano.