ENTREVISTA

Ellis Cose, escritor: “En EEUU nunca habíamos tenido a un expresidente que intenta derribar el sistema político”

El escritor y periodista afroamericano Ellis Cose es autor de una decena de libros sobre la realidad política de EEUU, muchos de ellos centrados en el racismo crónico que sufre su país. Su último libro, 'Race and reckoning: from founding fathers to today's disruptors' (Raza y ajuste de cuentas: de los padres fundadores a los factores disruptivos de hoy), publicado en julio, hace un repaso histórico de la larga e interminable lucha por la igualdad racial en la primera potencia del planeta. El escritor conversa con elDiario.es sobre la polarización política actual, Trump, el racismo y la desigualdad.

¿Cómo definiría el estado actual de la democracia estadounidense?

Estamos en una situación precaria. Las fuerzas que están atacando nuestra democracia son más fuertes que nunca con la excepción de la guerra civil. Sin embargo, nunca habíamos tenido una situación como la actual con un expresidente intentando derribar el sistema político.

Aunque en la Guerra Civil había congresistas que se unieron a la rebelión contra la unión, nunca hubo nadie en el gobierno como ahora hemos tenido a Trump.  Además, tenemos un país donde casi la mitad del Partido Republicano cree que el presidente no fue elegido de forma legítima y eso abre la puerta a protestas violentas.

El nivel de polarización política y racial es extremadamente elevado. Demócratas y Republicanos viven hoy en EEUU en mundos totalmente diferentes. Desde los años 50, el Partido Republicano ha apelado a los votantes sobre la base de la raza y se ha convertido en el partido de los votantes blancos. Está racialmente polarizado y la situación recuerda a la guerra civil.

¿Cómo se convirtió el Partido Republicano en el partido de los votantes blancos?

Empezó en los años 50, cuando un candidato de Arkansas, Barry Goldwater, declaró que los republicanos debían concentrarse en conseguir votos de la población blanca e ‘ir a pescar donde están los peces’. Entonces el Partido Republicano tampoco era una formación muy progresista ni especialmente favorable a la integración. El problema es que el partido ha seguido la misma dirección [de Goldwater] durante décadas. En 1968, durante la campaña de Nixon, los republicanos desarrollaron por ejemplo la ‘estrategia del sur’ para hacerse con los estados que querían mantener la segregación racial.

Posteriormente, los republicanos se han convertido en el partido de ‘ley y orden’, que significa básicamente que se oponen al proceso civil y a los intentos de lograr igualdad de derechos. Poco a poco hemos llegado a un punto en el que el sector blanco radical forma el núcleo del partido y es difícil ver cómo se puede salir de ahí. Donald Trump sigue siendo muy poderoso y los candidatos compiten por recibir su apoyo y por esa base menguante de votantes que creen que les permitirá mantenerse en el poder. Se han convertido en el partido de la polarización.

En su libro habla de la supresión del voto ¿No es difícil demostrar a la población que esos intentos de obstaculizar el voto son iniciativas racistas?

A pesar del alarmismo republicano sobre el fraude electoral, se puede demostrar fácilmente que es insignificante y que nunca ha cambiado un resultado electoral en ningún punto de EEUU, pero estamos en un terreno que tiene poco que ver con lo que se puede probar y lo que no se puede probar. Trump ha acudido a unos 70 tribunales intentando probar que le robaron las elecciones y ninguno le ha dado la razón.

Mucha gente no quiere escuchar los hechos y prefiere verlo como fraude. Hay políticos que saben que ese fraude no se ha dado, pero saben también que si pueden convencer a esa gente de que hubo fraude, pueden implantar medidas de supresión del voto y tener más opciones de permanecer en el cargo. Entonces tienen un gran incentivo para promocionar este relato. 

Muchos de esos candidatos republicanos están ganando ahora las primarias y las consecuencias a largo plazo son realmente aterradoras.

¿Cree que la sociedad estadounidense es consciente de que esas leyes de supresión del voto son racistas?

Creo que especialmente entre afroamericanos y latinos existe una fuerte visión de que estas leyes son racistas y que están diseñadas para suprimir el voto de las minorías. Entre los blancos, sin embargo, hay muchos que aceptan la idea loca de que hay muertos que están votando, gente de otros países que vienen a votar o que las máquinas están programadas para robar votos. Dado que los argumentos están basados en pura fantasía, es muy difícil convencerles de que eso no está pasando. Luego hay otra parte de la población a la que realmente no le interesa.

Volvemos al siglo XIX, tras el final de la esclavitud, cuando los blancos básicamente impidieron votar a los afroamericanos durante 100 años y usaron muchos de los mismos argumentos que usan ahora. El argumento era que no se merecían votar, que no tenían el derecho a hacerlo, que robaban votos, que eran criminales… Si miras los argumentos utilizados entre 1860 y 1890, son muy similares a los actuales. No tenían sentido hace 150 años y no lo tienen ahora.

Uno de los problemas que tenemos en muchos estados, especialmente del sur, es que están intentando prohibir la educación sobre la historia del racismo en EEUU. Si uno conoce la historia de este país, sabe que los argumentos y estrategias que se están utilizando ahora realmente se remontan a los días de la guerra civil, por eso están tan entregados a esta causa.

Describe como cada periodo histórico ha tenido sus características particulares en la lucha por la justicia racial en EEUU ¿Cuál debería ser el foco actual de esta lucha?

En este momento creo que se tiene que centrar en la igualdad educativa y en el acceso igualitario a la participación electoral. Son temas problemáticos desde que se garantizó el voto a los afroameticanos después de la Guerra Civil. Seguimos estando mucho más segregados de lo que deberíamos, seguimos financiando la educación en su mayor parte a nivel local y no tenemos un sistema educativo nacional, lo que significa que no hay unos estándares nacionales. 

Las comunidades ricas tienen escuelas mucho mejores que las comunidades pobres. Por motivos históricos, las personas afroamericanas tienden a vivir en comunidades más pobres y por eso seguimos teniendo un problema inmenso con la educación igualitaria.

Hablando de la educación, ¿cual es la visión dominante en EEUU hacia la justicia racial y qué intenta mostrar la ‘teoría crítica de la raza’?

En primer lugar, creo que es importante reconocer que la mayoría de los más críticos con esta teoría no tienen ni idea de qué va. Surgió de las facultades de derecho y la idea principal es argumentar que, a pesar de la existencia de leyes que dicen que todos los ciudadanos son iguales, varias cosas han ocurrido en la sociedad que han impedido esa igualdad. Por tanto, sostiene que no es solo un asunto de aprobar leyes, sino de cambiar costumbres y políticas. Seguimos teniendo muchos problemas a pesar de leyes que dicen que somos iguales, empezando por que la gente no arranca con los mismos recursos y las mismas oportunidades.

Las personas más críticas con la teoría crítica de la raza no lo entienden y no lo quieren entender. Ellos argumentan que enseñar que EEUU ha sido racista en el pasado o en el presente es es ser mal estadounidense y culpa a toda la población blanca, lo que es ridículo. Lo irónico es que si preguntas a la mayoría de estos políticos, no tienen ni idea de qué va. Es como llamar a alguien comunista porque no quieren hablar de lo que realmente son, sino que simplemente quieren que la gente piense que son terribles.

¿Está cumpliendo Biden en términos de justicia racial?

No, pero no creo que sea su culpa. Es muy difícil cuando tienes un Congreso, particularmente el Senado, tan dividido como el nuestro. Por ejemplo, la propuesta de ley que habría evitado muchas de las tácticas de supresión del voto salió aprobada en la Cámara de Representantes sin grandes problemas, pero quedó atascada en el Senado porque la mayoría demócrata es muy estrecha y porque muchas votaciones requieren un 60% del voto. Los republicanos se han mostrado inflexibles en su oposición a prácticamente todo lo que propone Biden.

El problema es mayor que el presidente. Muchas leyes ni siquiera se han llegado a votar. Pero también tenemos el Tribunal Supremo, que no es particularmente amable cuando aborda temas de racismo. Una de las leyes más efectivas jamás aprobada fue la ley de derecho al voto. El Supremo dijo que ya no la necesitamos y, como resultado, es mucho más complicado parar a las autoridades que llevan a cabo prácticas discriminatorias en términos de acceso al voto.

Los republicanos se han mostrado inflexibles en su oposición a prácticamente todo lo que propone Biden. El problema es mayor que el presidente. Muchas leyes ni siquiera se han llegado a votar.

¿Por qué cree que EEUU es uno de los países con más desigualdades del mundo comparado con otros países ricos?

Porque en este país no tenemos una tradición que considere importante crear una red de seguridad social. Nunca tomamos la posición como país de que es importante ayudar a la gente que ahora es pobre para que puedan competir en las mismas condiciones con la gente rica. Tenemos un sistema de vivienda pública muy pobre y un sistema educativo marcado por la desigualdad porque tenemos la filosofía en este país de que si eres pobre, es por tu culpa. 

Somos uno de los pocos lugares del mundo donde incluso para recibir una educación decente en la universidad te tienes que gastar una gran cantidad de dinero que mucha gente no tiene y tiene que pedir prestado. Hay decenas de miles de estudiantes cada año que salen de la universidad y empiezan su vida debiendo 200 o 300.000 dólares. La educación es un derecho y lo reconocemos hasta cierto punto, pero una vez terminas el instituto ya no es un derecho, sino un privilegio.

La filosofía de que todo el mundo puede salir adelante por sus propios medios si trabaja duro es cierta hasta cierto punto. Lo que está claro es que si tienes padres millonarios que te pueden dar dinero y acceso a otra gente, vas a tener una sociedad desigual y una distribución desigual. Tenemos una economía de mercado mixta como la mayoría de economías modernas, pero en este país hemos hecho del capitalismo una especie de religión y cualquier cosa que se ponga en el camino del capitalismo está mal. 

Uno de los grandes objetivos del Gobierno es compensar el hecho de que el capitalismo no es un sistema moral. Simplemente es un sistema para proporcionar la máxima cantidad de dinero y recursos al individuo que logra situarse en una posición que le permite demandarlos. El Gobierno está diseñado para ayudar a contrarrestar eso: no para oprimir a los negocios, pero para ayudar a la gente a sobrevivir, a estar sana, bien educada, etc. Sin embargo, hemos adoptado una visión más bien extrema en este país en la pensamos que la gente debería recibir la menor ayuda posible.

Tenemos una economía de mercado mixta como la mayoría de economías modernas, pero en este país hemos hecho del capitalismo una especie de religión y cualquier cosa que se ponga en el camino del capitalismo está mal.

¿Qué cree que pasará en las elecciones de noviembre?

Es difícil, pero dado que la economía está tan mal ahora mismo, es muy probable que los republicanos consigan la mayoría en al menos una de las cámaras del Congreso. Mirando más allá, a las elecciones presidenciales. No hay nada en este momento que impida a Trump presentarse en 2024 y, aunque podría cambiar, es el candidato favorito en el Partido Republicano. Es posible que acabemos este año con el Congreso controlado por los republicanos y es posible que acabemos en 2024 con Trump como presidente.