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Macron nombrará un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas en medio de la crisis política

Amado Herrero

París —
8 de octubre de 2025 20:52 h

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El presidente francés, Emmanuel Macron, nombrará un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas, anunció el Elíseo la noche del miércoles, confirmando las declaraciones previas de Sébastien Lecornu.

Cuando el primer ministro francés presentó su dimisión a Emmanuel Macron el lunes, el presidente le encargó llevar a cabo unas “negociaciones finales” para salir de la crisis política y sondear la posibilidad de un acuerdo de mínimos entre las fuerzas políticas. Con la fecha límite del miércoles por la noche.

Así que, tras esas consultas, el primer ministro dimisionario explicó en una entrevista en directo en el telediario de la televisión pública que en su opinión “hay una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional que rechaza la disolución”. Y añadió: “Las formaciones políticas están dispuestas a ponerse de acuerdo sobre un presupuesto común”.

Las perspectivas de disolución se alejan. “Le he dicho al presidente que puede nombrar a un primer ministro en un plazo de 48 horas”, explicó. No obstante, lanzó una advertencia. “Tengo la íntima convicción de que el equipo que deberá asumir las responsabilidades, sea cual sea la elección del presidente de la República, deberá estar totalmente desconectado de las ambiciones presidenciales para 2027”, una referencia a los potenciales candidatos a suceder a Macron.

No obstante, Lecornu evitó pronunciarse sobre la orientación política que cree que puede tener ese nuevo jefe de Gobierno y subrayó que “corresponde al jefe de Estado decidir”.

El primer ministro –en funciones– había recibido a representantes de los partidos de izquierda, tras una primera jornada de negociaciones con los líderes del bloque centrista. La noche del martes los macronistas abrieron por primera vez la puerta a negociar una “suspensión” de la reforma de las pensiones. Fue precisamente la primera ministra encargada de pilotar la tramitación legislativa de la medida, Elisabeth Borne, la encargada de evocar esa posibilidad en una entrevista al diario Le Parisien, en la que apeló a “la estabilidad del país”.

Sobre esa cuestión de la reforma de las pensiones, el primer ministro evitó pronunciarse. “No estoy aquí para hacer anuncios, ya que he dimitido, pero este tema es, efectivamente, un verdadero punto de bloqueo”. La reforma ha sido uno de los caballos de batalla de los partidos progresistas en los últimos dos años, por lo que el gesto fue interpretado como positivo por socialistas, comunistas y ecologistas, que reclaman la posibilidad de gobernar tras el fracaso de tres gobiernos de centro-derecha. Su secretario general, Olivier Faure, había advertido que “ha llegado el momento de dar la opción a la izquierda”, tras haber probado sin éxito “tres primeros ministros de derecha consecutivos”.

Una exigencia compartida con Los Ecologistas y el Partido Comunista, que también se reunieron con Lecornu a lo largo de la mañana. No acudió a la cita LFI, que no quiso participar en las negociaciones. El partido de Jean-Luc Mélenchon sigue reclamando la dimisión de Emmanuel Macron. El miércoles su moción de destitución contra Emmanuel Macron fue rechazada por la mesa de la Asamblea Nacional, con el voto a favor únicamente de los representantes de la izquierda, el voto en contra de los macronistas y la abstención de la extrema derecha.

Reforma de las pensiones

A su salida del Hôtel de Matignon el miércoles, no obstante, los socialistas se mostraron más escépticos que en días anteriores. Faure lamentó no haber recibido “ninguna garantía sobre la realidad de la suspensión” de la reforma y evocó la posibilidad de que “toda esta historia podría ser un completo engaño” de los macronistas.

La reforma de las pensiones de 2023 que aumentó en dos años la edad de jubilación es la medida más importante y a la vez el mayor lastre del segundo mandato de Emmanuel Macron. La impopularidad de la ley –que tuvo que ser aprobada por decreto, sin voto en la Asamblea– ha mermado el margen de maniobra de la macronía.

Desde su anuncio en 2022, es uno de los motores de la creciente impopularidad de Macron y de la erosión de la coalición centrista, que perdió la mayoría absoluta en las elecciones de 2022 y pasó a ser el tercer bloque de la Asamblea (superado por la izquierda y la extrema derecha) en 2024.

Aún así, la posibilidad de dar marcha atrás, como única salida para el bloqueo político en el que está sumida Francia, divide a las tropas macronistas. Según Roland Lescure, el ministro de Economía –recién nombrado y ya en funciones– “modificar la reforma de las pensiones costará cientos de millones en 2026 y miles de millones en 2027”, en un contexto de fuerte endeudamiento público.

Un precio que algunas figuras de centro-derecha, Édouard Philippe, se niegan a pagar. “Nuestro país no se lo puede permitir”, sentenció el líder de Horizontes, que el día anterior había evocado la posibilidad de una dimisión del presidente como salida a la crisis.

Tampoco la derecha, que lo considera “una línea roja” según afirmó su presidente, Bruno Retailleau, cuyo enfrentamiento con los macronistas provocó la explosión del gobierno horas después de ser nombrado. En las consultas que se llevaron a cabo el lunes, Sebastien Lecornu aseguró al jefe del grupo parlamentario de Los Republicanos, Laurent Wauquiez (rival interno de Retailleau), que sin centro y derecha, las opciones del presidente se reducirían a nombrar un primer ministro de izquierdas o a una nueva disolución de la Asamblea.

La decisión final reposa en el presidente Emmanuel Macron, al que la Constitución da el poder total para elegir el primer ministro o para decidir la disolución de la Asamblea. A las 18 h, el primer ministro en funciones se dirigió al Palacio del Elíseo para informarle del estado de las negociaciones. A continuación, el presidente de la República “asumirá sus responsabilidades” y “se pronunciará para anunciar sus decisiones”, hizo saber el Elíseo.

“Nunca hemos estado tan cerca de tener un primer ministro de izquierdas y ecologista”, aseguraba Marine Tondelier, líder de Los Ecologistas. Tras ser recibida por el primer ministro dimisionario, Tondelier advirtió contra la tentación de nombrar de nuevo a un primer ministro macronista, una “provocación definitiva. No duraría ni un minuto”.