ANÁLISIS

Cómo la Administración Trump intenta ocultar su relación con Epstein al publicar los archivos del pederasta

Sam Levin

Nueva York —

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La publicación parcial de los archivos de Epstein por parte del Departamento de Justicia el viernes ha demostrado cómo la Administración de Trump está utilizando diversas tácticas para intentar ocultar la conexión del presidente con Jeffrey Epstein.

Pese a la llegada de la fecha límite que la ley había establecido para publicar los archivos de la investigación sobre el pederasta, el Departamento de Justicia había ofrecido pocos datos sobre sus planes para hacerlos públicos. De lo que no había dudas es de que el departamento difundiría los archivos el viernes por la tarde, recurriendo al habitual truco de Washington de ocultar noticias poco favorables dándolas a conocer justo antes del fin de semana, cuando la atención pública es menor.

En medio de esa opacidad, el viernes por la mañana, Todd Blanche, el fiscal general adjunto, declaró en Fox News que el Departamento de Justicia no publicaría todos los archivos el viernes, como exigía la ley. “La previsión es que publicaremos más documentos en las próximas semanas; hoy, varios cientos de miles, y en las próximas semanas, varios cientos de miles más”, declaró Blanche en la cadena ultraconservadora. “Hay mucha gente examinándolos y queremos asegurarnos de que, al publicar este material, protejamos a todas las víctimas”.

Cuando el Departamento de Justicia finalmente publicó miles de páginas de los archivos el viernes por la noche —no los cientos de miles que Blanche había prometido en Fox News—, muchos de los documentos habían sido censurados en gran medida o en su totalidad. Salvo algunas fotos, la documentación procedente de la investigación judicial no mencionaba a Trump, pese a que, según han publicado diferentes medios, la fiscal general Pam Bondi había advertido a Trump a principios de este año que su nombre figuraba en esos archivos.

La forma en la que se han publicado los archivos evidencia cómo la Administración Trump intenta equilibrar la exigencia de hacer públicos los documentos —algo alentado en buena parte por la base MAGA— con la ocultación, mediante su difusión gradual, de situaciones incómodas para Trump, que fue amigo de Epstein durante años. El anuncio de Blanche de que el Departamento de Justicia seguirá publicando documentos de manera constante durante las próximas semanas —es decir, durante las vacaciones de Navidad—, lleva a pensar que el gobierno apuesta a que los estadounidenses dejarán de prestar atención a la historia a medida que se alargue.

Thomas Massie, uno de los congresistas republicanos que impulsó la ley para la divulgación los archivos de Epstein, fue uno de los muchos legisladores que expresaron su indignación con la fórmula empleada por la Administración Trump. En Twitter, afirmó que la publicación “incumple flagrantemente” la ley.

“La Administración Trump es la más transparente de la historia. Al publicar miles de páginas de documentos, cooperar con la solicitud de citación del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes y solicitar recientemente que se investigue a los amigos demócratas de Epstein, la administración Trump ha hecho más por las víctimas que el Partido Demócrata”, ha respondido una portavoz de la Casa Blanca en un comunicado. El Departamento de Justicia ha evitado, por ahora, responder a las críticas ante la solicitud de The Guardian.

La llamada Ley de Transparencia de los Archivos Epstein, que regula la divulgación de los documentos, exige a la fiscal general Pam Bondi que presente, dentro de los 15 días siguientes a la publicación del material, un informe que detalle la categoría de todos los archivos y un resumen de los borrados o ediciones realizados y su fundamento legal. No está claro si ese informe se retrasará, dado que los archivos se publicarán de forma gradual.

Si bien Trump apenas aparece en la documentación publicada el viernes –de hecho, durante el fin de semana, aparentemente han desaparecido de la web del Departamento de Justicia algunos de los documentos publicados en los que figuraba–, Bill Clinton aparece en varias imágenes. 'The Daily Wire', una web cercana a Trump, obtuvo una foto de Clinton y Epstein el jueves, un día antes de la publicación. Entre las fotos publicadas el viernes se encontraban fotos de Clinton descansando en una piscina y un jacuzzi. Portavoces del Departamento de Justicia y de la Casa Blanca se apresuraron a destacar esas imágenes en Twitter.

“Estimado presidente demócrata. La caja negra se ha añadido en la imagen para proteger a una víctima”, publicó Gates McGavick, portavoz del Departamento de Justicia, junto a una foto de Clinton en lo que parece ser un jacuzzi con otra persona cuyo rostro está censurado. Steven Cheung, director de comunicaciones de la Casa Blanca, publicó otra foto de Clinton con alguien cuyo rostro está censurado y, citando la canción Jumpman de los raperos Drake y Future, escribió: “Esos chicos traman algo”.

Ángel Ureña, portavoz de Clinton, emitió un comunicado a última hora del viernes en el que afirmaba que la Administración Trump estaba utilizando al expresidente para intentar distraer la atención de la conexión de Trump con Epstein.

“La Casa Blanca no ha estado ocultando estos archivos durante meses solo para revelarlos un viernes por la noche para proteger a Bill Clinton. Se trata de lo que llegará después, o de lo que intentarán ocultar para siempre”, afirma Ureña en el comunicado. “Así que pueden publicar tantas fotos de hace más de 20 años como quieran, pero esto no va de Bill Clinton. Nunca se ha tratado de eso”.

Otras muchas personalidades figuran en las imágenes publicadas el viernes, entre ellas, Mick Jagger, Michael Jackson, Richard Branson, Chris Tucker, David Copperfield o Kevin Spacey. Al igual que Clinton, ninguno ha sido acusado de ningún delito relacionado con Epstein. Pero su aparición inmediata en los archivos beneficia a Trump, creando la impresión de que no era inusual que hombres famosos se relacionaran con Epstein.

Como a los republicanos más combativos, la publicación (y la estrategia empleada) tampoco ha apaciguado a los demócratas en el Capitolio. La dirección del partido criticó rotundamente la divulgación limitada de los archivos, y algunas voces han pedido ya la destitución de Bondi. “Ahora el encubrimiento ha quedado al descubierto. Esto está lejos de terminar”, escribió Alexandria Ocasio-Cortez en X. “Bondi debería dimitir esta misma noche”.