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Boris Johnson, contra las cuerdas mientras se investigan varias fiestas navideñas en plena ola COVID-19

Aubrey Allegretti / Peter Walker

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La investigación de varias fiestas de personal del Gobierno británico que podrían haber incumplido los protocolos sanitarios contra el coronavirus las Navidades pasadas incluye ahora varios eventos. Entre ellos, está uno en el que se cree participó el primer ministro, Boris Johnson.

Simon Case, ministro de la presidencia, es el encargado de los trabajos que empezaron este miércoles en principio sólo centrados en una fiesta dentro de Downing Street el 18 de diciembre de 2020, después de la publicación de un vídeo en que la portavoz de entonces bromeaba con varios empleados sobre ello. Pero después de una petición en la Cámara de los Comunes, la investigación se ha ampliado a un evento el 27 de noviembre del año pasado que ha sido descrito como la despedida de un miembro del personal donde Boris Johnson dijo unas palabras, y otro en el Departamento de Educación el 10 de diciembre.

La peor ola

Los eventos ocurrieron cuando en Reino Unido sufría una de las olas más letales de la pandemia -que llegó a causar más de 1.600 muertos al día- y cuando ya había restricciones para las reuniones sociales. A finales de diciembre, Boris Johnson decretó el confinamiento completo con el cierre de todos los negocios no esenciales y de los colegios.

A pesar de la insistencia de Boris Johnson en negar que hubo una fiesta en Downing Street y en decir que no se infringió ninguna norma, las imágenes filtradas de Allegra Stratton, su entonces portavoz, haciendo bromas sobre un evento del 18 de diciembre donde no se respetó la distancia mínima entre personas, han sido consideradas por varios como prueba de posibles irregularidades.

“Se espera que todos los ministros, asesores especiales, y funcionarios cooperen con esta investigación”, dijo Michael Ellis, el secretario de Estado de la presidencia. Los resultados serán reportados a la policía.

Diputados de su propio partido han pedido a Johnson que dimita si se demuestra que engañó al Parlamento sobre estos eventos. En la Cámara de los Comunes, los diputados conservadores hicieron patente su disgusto. “Mis electores están muy enfadados por los informes de fiestas de Navidad en Downing Street durante la que fue una gran segunda ola de COVID-19”, dijo Philip Hollobone. “El comportamiento fue totalmente inapropiado y posiblemente criminal”, añadió.

La fiesta del partido conservador

En la serie de reuniones ahora en el punto de mira está también el encuentro de miembros del equipo del candidato conservador a alcalde de Londres Shaun Bailey. Bailaron y bebieron vino en la oficina el 14 de diciembre, el mismo día en que Matt Hancock, entonces ministro de Sanidad, anunciaba que la capital pasaría al nivel 3 de restricciones, el paso antes del confinamiento casi completo. Cuando se celebró este evento, ya estaban prohibidas las reuniones en espacios interiores de personas de hogares distintos.

El encuentro tuvo lugar en el sótano de la sede del partido conservador donde trabajaba el equipo de campaña de Bailey. Asistieron miembros de su equipo y otros empleados del partido conservador que trabajaban en otra planta. Según ha podido saber The Guardian, uno de ellos trabaja ahora en la oficina del primer ministro.

Bailey asistió al evento y recibió un juego de Lego como regalo de Navidad. Unos días antes de la fiesta, Bailey había visitado la sección de Lego en unos grandes almacenes del centro de Londres.

Según uno de los asistentes, no fue un acto bullicioso sino “una fiesta de Navidad de oficina bastante normal”. No obstante, los jefes de la sede de campaña del partido conservador se enfurecieron al enterarse y abroncaron a los asistentes. Como castigo, a los miembros de la campaña de Bailey que asistieron a la fiesta se les prohibió durante un tiempo el ingreso al edificio, en la calle Matthew Parker de Londres. The Times también informó de que una puerta sufrió daños durante el evento. 

Traducción de Francisco de Zárate.