Estados Unidos, incapaz de controlar las armas pese a otra masacre de niños

Ed Pilkington

Nueva York —

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Estados Unidos asimila el golpe de una nueva y cruenta matanza, un día después de que un joven de 18 años con chaleco y armado entrara en un colegio de educación primaria de Texas y matara a tiros a al menos 19 niños y dos adultos.

El ataque en la escuela primaria Robb en Uvalde, a unos 130 kilómetros al oeste de San Antonio, ha sido el más mortífero en un centro escolar estadounidense en casi una década. La tragedia ha desencadenado fuertes llamamientos a favor de endurecer el control de las armas, encabezados por el presidente Joe Biden, pero acompañados por demandas igual de firmes por parte del lobby de las armas y los republicanos para que haya más guardias armados en los colegios. 

El tiroteo comenzó sobre las 11:32 horas del martes, cuando el atacante –que se cree que cuatro días antes publicó en Instagram fotografías de lo que llamó “mis armas” y unos minutos antes adelantó su plan en Facebook– abrió fuego en un aula de niños de cuarto de primaria, de entre nueve y 10 años. Llevaba un arma de asalto y un chaleco táctico en el que se cree que tenía grandes cantidades de balas.

Chris Olivarez, del Departamento de seguridad pública de Texas, dio a la CNN detalles escalofriantes de lo ocurrido. Según explicó, el atacante se atrincheró en un aula donde abrió fuego contra los niños y dos profesoras. Todas las víctimas eran de la misma clase, según dijo. Un equipo de fuerzas especiales acabó irrumpiendo en el aula y abatiendo al autor del tiroteo. 

Junto al cuerpo del atacante se encontraron más de 200 cartuchos, en cargadores de 30 disparos. Este miércoles se ha sabido que el autor del tiroteo obtuvo sus armas legalmente en un plazo de tres días este mes, poco después de cumplir 18 años. Compró dos rifles semiautomáticos de tipo AR-15 en un distribuidor de armas registrado a nivel federal los días 17 y 20 de mayo, y 375 cartuchos el 18 de mayo.

Poco antes, el atacante disparó a su abuela en su casa de Uvalde. La mujer se encuentra en estado crítico.

Varios niños de 10 años entre las víctimas

Uvalde es una pequeña ciudad de unos 16.000 habitantes, de mayoría hispana. Entre las víctimas confirmadas hay dos adultos: Eva Mireles, de 44 años, una maestra de educación especial bilingüe que, según la información disponible, fue asesinada mientras intentaba proteger a sus alumnos, y la profesora Irma García, que enseñó en la escuela durante 23 años y tenía cuatro hijos a su cargo. Entre los niños identificados de forma pública, el más pequeño tenía ocho años. Varios tenían 10.

Entre ellos está Uziyah García, de ocho años, descrito por su abuelo como “el niño más dulce” que ha conocido. Xavier López, de 10 años, de quien su primo ha dicho que era “muy alegre, le encantaba bailar”; y Amerie Jo Garza, que celebró su décimo cumpleaños hace dos semanas.

El tiroteo es el segundo más mortífero en un centro escolar desde el ocurrido en Sandy Hook, en Connecticut, en diciembre de 2012. El impacto se ha visto agravado por el momento en que se ha producido, apenas 10 días después de que otro joven de 18 años abriera fuego contra personas que estaban haciendo la compra, la mayoría de ellas negras, en un supermercado de Búfalo (Nueva York). Mató a 10 personas.

Biden: “Tenemos que actuar”

El martes por la noche, un Biden visiblemente conmocionado instó a los estadounidenses a hacer frente al poderoso lobby de las armas, al que culpó de bloquear leyes más estrictas sobre las armas de fuego. Dijo que las banderas ondearán a media asta hasta el atardecer del sábado.

“Como nación, tenemos que preguntarnos: ‘¿Cuándo, por el amor de Dios, vamos a enfrentarnos al lobby de las armas?”, dijo Biden. “¿Cuándo, por el amor de Dios, vamos a hacer lo que hay que hacer? ¿Por qué estamos dispuestos a vivir con esta matanza?”. Dijo que está “harto de ello” y añadió: “Tenemos que actuar”.

Pero los líderes republicanos –y más en Texas– se han mostrado igual de firmes en sus llamamientos a favor de introducir más armas en las escuelas. El senador republicano Ted Cruz dijo apenas unas horas después del ataque que la mejor forma de garantizar la seguridad de los niños es tener oficiales armados en el campus.

Ken Paxton, fiscal general de Texas, declaró a la web conservadora Newsmax que la forma de salvar vidas es tener “profesores y otros trabajadores que tengan formación y que estén armados”.

Sin embargo, los hechos de la masacre de Uvalde desmontan sus argumentos. Cuando el agresor entró en la escuela, dos agentes locales y un guardia escolar abrieron fuego, pero no lograron detenerlo.

Más armas que personas

Con un flujo constante de nuevas medidas, Texas está a la cabeza de Estados Unidos en el proceso de debilitar las restricciones a la posesión de armas de fuego. El año pasado, su gobernador republicano, Greg Abbott, promulgó una ley que elimina casi todas las restricciones a la tenencia de armas de fuego en público, a pesar de que Texas ha sido escenario de varias de las matanzas más espantosas de la historia de Estados Unidos.

El candidato demócrata a gobernador del estado y ex candidato presidencial, Beto O’Rourke, interrumpió este miércoles la rueda de prensa del gobernador Abbott. “No estás haciendo nada”, gritó antes de ser expulsado de la sala. “Esa gente que se sienta en la mesa habla de salud mental, dice que esto es pura maldad o que era absolutamente impredecible. Es predecible, pasará y seguirá pasando hasta que cambiemos el rumbo”.

“Señor, te estás pasando”, le gritó el alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, que el año pasado apoyó a un candidato republicano incluso más a la derecha de Abbott a gobernador.

Horas antes, O’Rourke también se había dirigido al gobernador a través de las redes sociales. “Si tiene alguna decencia, se retirará inmediatamente de la convención de este fin de semana de la Asociación Nacional del Rifle  y les instará a celebrarla en cualquier otro lugar menos Texas”.

Biden y otros defensores de un mayor control de las armas se enfrentan a la cruda realidad de que en Estados Unidos hay más armas de fuego en circulación que personas. La pandemia ha provocado un espectacular aumento de las ventas de armas y, con ello, un incremento de las muertes por arma de fuego.

En la última década se han producido al menos 3.500 tiroteos masivos, definidos como incidentes en los que mueren o resultan heridas cuatro o más personas, según Gun Violence Archive. La tasa de muertes de niños menores de 14 años también ha aumentado considerablemente desde la pandemia.

En el exterior de la escuela de Uvalde se dieron escenas desgarradoras. Horas después del ataque, las familias, angustiadas, seguían esperando noticias sobre si sus hijos habían sobrevivido y el silencio se rompía una y otra vez con gritos y lamentos.

“Mi corazón está roto”, dijo Hal Harrell, el jefe de las escuelas del distrito. “Somos una comunidad pequeña y vamos a necesitar vuestras oraciones para superar esto”.

Este jueves era el último día de clase y el colegio se estaba preparando. Se habían organizado días temáticos y se había pedido a los niños que acudieran el martes vestidos con atuendos elegantes y zapatos divertidos.

Adolfo Cruz, de 69 años, cuenta que se dirigió a la escuela tras recibir una aterradora llamada de su hija. Estaba esperando noticias de su bisnieta de 10 años, Elijah Cruz Torres, en el momento más duro de su vida, según contó. Varios medios informan que Elijah está entre los fallecidos.

El ataque también ha provocado contundentes reacciones internacionales. El Papa Francisco ha dicho estar “desconsolado”. “Es hora de decir basta al tráfico indiscriminado de armas”, ha añadido. Emmanuel Macron ha declarado que el pueblo francés comparte la conmoción y el dolor de los estadounidenses por el “cobarde” tiroteo. Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha dicho que está “profundamente entristecido por la noticia del asesinato de niños inocentes”.

Traducido por Javier Biosca e Icíar Gutiérrez.

Este artículo ha sido actualizado por la redacción de elDiario.es.