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The Guardian en español

La revolución china tiene dos ruedas

Ofo

Tom Phillips

Pekín —

Incluso a través del aire color nicotina de Pekín se distinguen los cuadros de bicicletas multicolores deslizándose a través del tráfico camino a un futuro más verde.

En los últimos meses ha aparecido en las calles de las ciudades chinas una flota de bicicletas de color naranja, amarillo y azul fluorescente. Es parte de un sistema de bicicletas compartidas de alta tecnología que los emprendedores esperan que les haga ricos y, a la vez, transforme las ciudades colapsadas de coches.

“Queremos solucionar los problemas de nuestras ciudades poniendo bicicletas en las calles”, afirma Li Zekun, el joven director de marketing de 25 años de Ofo, una de las startups que encabeza esta revolución del transporte del siglo XXI.

Desde Shanghái hasta la provincia de Sichuan, los sistemas de bicicletas compartidas aparecen a una escala sin precedentes en un esfuerzo por aliviar la congestión del tránsito y la contaminación del aire, para que el país que anteriormente vez fue conocido como el “Reino de las Bicicletas” vuelva a serlo.

Ofo, cuyo nombre fue elegido por su parecido gráfico a una bicicleta, ha sacado a la calle unas 250.000 bicicletas amarillo brillante desde 2015, de las cuales entre 40.000 y 50.000 están en la capital, según Li.

Este graduado de la Universidad de Pekín explica que su empresa, que fue fundada por cinco estudiantes que buscaban mejorar las opciones de transporte en los campus de la universidad, atrajo a más de tres millones de usuarios en ciudades como Pekín, Shanghái, Xiamen y Cantón. Sus bicicletas hacen en total alrededor de 1,5 millones de viajes cada día.

“Las bicicletas son el mejor medio de transporte para viajes cortos”, afirma un entusiasmado Li en las oficinas centrales de Ofo en el Centro de Finanzas e Internet, un edificio de 26 plantas en el oeste de Pekín. “Nunca se sabe cuándo llegará el autobús. No es tan fácil pillar un taxi. Caminar lleva mucho tiempo y es muy cansado”.

Solo el 12% de las personas van en bicicleta al trabajo

Otros emprendimientos, como Mobike y Bluegogo, buscan sumarse al éxito, dejando decenas de bicicletas en las aceras y en las esquinas de toda China.

Li Gang, director ejecutivo de 28 años de Bluegogo, asegura que cree que los sistemas de bicicletas compartidas pueden traer “alegría mental” a millones de ciudadanos chinos y a la vez mejorar su salud y ponerlos en forma.

El joven cree que su misión es “permitir que todos disfruten de la alegría de montar en bicicleta”. “Estimamos que el año que viene habrá millones de personas montando en bicicleta cada día en las calles de Pekín”, asegura este emprendedor cuya empresa tiene 50.000 bicicletas en tres ciudades (Pekín, Cantón y Shénzhen) y tiene planes de expandirse a nuevas ciudades cada dos semanas.

“Cada vez más personas elegirán este sano medio de transporte, así disminuirá radicalmente el número de coches y esto ayudará al medio ambiente y al clima”, indicó.

En los años siguientes a la toma del poder del comunista Mao Zedong en 1949, las bicicletas reinaron en China y la Flying Pigeon —el equivalente asiático de la Raleigh Roadster— se convirtió en uno de los símbolos más reconocibles del país.

Pero el viaje en dos ruedas pasó de moda a medida que China se fue abriendo al mundo, dando lugar a décadas de boom económico y alta demanda de coches.

En 1980, casi el 63% de las personas iba a trabajar en bicicleta, según un informe del año pasado del Beijing Morning Post, que utilizó datos oficiales. Pero en el año 2000, ese número se había desplomado al 38% y hoy está en menos del 12%.

5,65 millones de vehículos registrados

Mientras tanto, el uso del coche se disparó. En 2010, China superó a Estados Unidos y se convirtió en el mercado de coches más grande del mundo, con 13,5 millones de vehículos vendidos en sólo 12 meses. Este año, los fabricantes esperan vender casi 23 millones de automóviles de turismo.

Ese salto del transporte de dos ruedas al de cuatro ha sido música para los oídos para los fabricantes internacionales de coches, pero ha resultado en atascos y ha contribuido a la crisis de contaminación a la que que los expertos culpan de miles de muertes cada año.

Según los medios de comunicación estatales, Pekín tiene 5,65 millones de vehículos registrados, que emiten anualmente 500.000 toneladas de contaminantes a la atmósfera. China ahora le ha declarado la “guerra a la contaminación”, así que las ciudades esperan que el regreso de las bicicletas le ayude a limpiar al menos un poco la contaminación atmosférica. Los funcionarios de transporte de Pekín esperan que el número de personas que utilizan la bicicleta para ir a trabajar aumente al 18% en 2020.

Los sistemas de bicicletas compartidas, de los cuales hay más de 500 en todo el mundo, han existido en China desde hace una década pero el aumento de escala de estas startups privadas no tiene precedentes.

Los medios de comunicación chinos informan de que se han puesto en circulación cientos de miles de bicicletas compartidas. En la capital británica operan 11.500 bicicletas compartidas, según datos de Transporte de Londres.

Otro factor a destacar del boom de bicicletas compartidas en China es la tecnología. Mientras que las bicicletas compartidas en ciudades como Londres se tienen que recoger y aparcar en estaciones, los usuarios chinos las pueden dejar y recoger donde quieran, gracias a una avanzada tecnología de rastreo.

“Revitalizar el amor del país por las bicicletas”

Las bicicletas naranjas de Mobike tienen un sistema de GPS que permite localizarlas utilizando una aplicación de la empresa en el móvil.

Las bicicletas amarillas de Ofo, cuyo servicio cuesta poco más de un euro, se liberan con un código que le llega al usuario a través de una aplicación y la empresa monitorea cada bicicleta a través de la ubicación de los móviles de los usuarios.

“Es muy cómodo”, afirma Li, que asegura que una bicicleta Ofo puede estar lista para ser utilizada en sólo 10 segundos.

Los inversores chinos, incluidos los gigantes tecnológicos Didi Chuxing y Tencent, están respaldando a las startups de bicicletas compartidas, aportando decenas de millones de euros en sus operaciones desde el otoño.

Un artículo reciente en el China Daily sobre la incipiente industria advertía sobre “grandes desafíos en lo que respecta al mantenimiento y gestión” de las bicicletas y alertaba sobre usuarios inescrupulosos que dañan o roban las bicicletas. En las últimas semanas han aparecido informes de bicicletas robadas, que tienen un valor de hasta 3.000 yuanes (411 euros), que estaban en venta en internet.

Sin embargo, el China Daily instaba a los ciudadanos y a los funcionarios municipales a apoyar el intento de “revitalizar el amor del país por las bicicletas”.

Li afirma que su empresa tiene tanta fe en el renacimiento de la bicicleta a nivel global que tiene planificado exportar su revolución de bicicletas compartidas a Londres, Singapur y Los Ángeles.

“En el futuro, esperamos que todo el mundo utilice la aplicación de Ofo para liberar bicicletas, en cualquier sitio y en cualquier momento”, declaró.

Información adicional a cargo de Christy Yao

Traducido por Lucía Balducci

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