Un joven mata con un fusil a 17 alumnos de un instituto de Florida del que había sido expulsado
Diecisiete personas murieron el miércoles en Florida víctimas de un nuevo tiroteo ocurrido en un colegio de Estados Unidos, el decimoctavo en lo que va de año, La matanza se atribuye a un exalumno llamado Nikolas Cruz.
Scott Israel, sheriff del condado de Broward, al norte de Miami, aseguró que en el “catastrófico” suceso, registrado en el instituto de secundaria Marjory Stoneman Douglas de la ciudad de Parkland, Cruz, de 19 años, utilizó un rifle semiautomático identificado como un AR-15, y que disponía de varios cargadores con munición.
El joven fue detenido sin oponer resistencia cuando llegaron los agentes al centro, situado en una zona con gran presencia de residentes de origen latinoamericano.
Israel dijo que el sospechoso disparó justo cuando los estudiantes salían de la escuela. Añadió que los investigadores analizan ya las páginas web que el joven visitaba así como sus redes sociales, y que lo que han encontrado es “muy inquietante”.
Doce de las víctimas mortales fueron asesinadas dentro de la escuela, mientras que otras tres murieron en el exterior y dos más fallecieron en el hospital.
Fuentes médicas del hospital Broward Health North indicaron que tres de los heridos se encuentran en estado crítico mientras que otros tres están ya en situación estable.
En declaraciones al Miami Herald, Jim Gard, profesor de matemáticas del centro educativo, señaló que los docentes y personal administrativo habían sido avisados el año pasado para que no permitiesen la entrada de Cruz con una mochila por ser considerado una “potencial amenaza”.
“Hubo problemas con él el año pasado al amenazar a estudiantes, y creo que se le pidió que abandonase la escuela”, manifestó el docente, versión que confirmó Scott Israel al precisar que fue expulsado por razones disciplinarias.
Compañeros del sospechoso indicaron a medios locales que Cruz daba “miedo a veces”, pues en ocasiones portaba armas y las mostraba.
Sin embargo, Robert Runcie, superintendente del sistema escolar de Broward, dijo a la prensa desconocer que hubiese informes sobre un comportamiento alarmante del joven, que por su edad podía comprar armas de fuego de manera legal en Florida.
Según el recuento de Everytown for Gun Safety, un grupo que defiende un mayor control sobre la venta de armas, en lo que va de año se han registrado 18 tiroteos en escuelas de EEUU, en 10 de los cuales hubo muertos o heridos. Desde 2013 la cifra asciende a 290 sucesos de este tipo en centros educativos del país.
Estos sucesos, como el ocurrido en la escuela Sandy Hook, en Newtown, en el estado de Connecticut, donde murieron veinte niños y seis adultos en diciembre de 2012, han generado una ola de peticiones para que se aprueben leyes que permitan un mayor control en la venta de armas.
Pero el Congreso estadounidense, controlado por los republicanos, acabó bloqueando una propuesta para instaurar un sistema de verificación de antecedentes e impedir que las armas lleguen a los criminales o enfermos mentales.
El presidente Donald Trump lamentó en un mensaje en Twitter el “terrible” tiroteo y dijo que “ningún niño, maestro ni nadie debería sentirse jamás inseguro en una escuela estadounidense”.
El senador demócrata Chris Murphy responsabilizó de la tragedia a los congresistas. “Parece ser el tiroteo número 19 en una escuela en este país y aún no estamos ni en marzo. Esto no ocurre en ningún otro lugar, solo en Estados Unidos”, ha manifestado el político. “Esta epidemia de masacres no ocurre solo aquí por casualidad, ni por mala suerte, sino como consecuencia de nuestra pasividad. Somos responsables del nivel de atrocidad masiva que sucede en este país sin que ocurra nada parecido en otros lugares”.
