“Botón de pánico” para Ciudad Juárez
En Ciudad Juárez, “La lista de historias de víctimas de la delincuencia es casi tan larga como el censo de la ciudad”, según asegura Armando Valenzuela, fundador del comité ciudadano Juarenses por la Paz y cirujano en la sala de emergencias del Hospital General de Juárez.
“Con padrenuestros no hemos podido con la delincuencia. Cuando llegó el Ejército vivimos una paz ficticia: los índices de delincuencia y de crímenes bajaron”, señaló Valenzuela. El despliegue militar en Ciudad Juárez arrancó en marzo de 2008, cuando se registraron 117 asesinatos atribuidos al crimen organizado. En abril se registraron 52 homicidios, pero en mayo la cifra volvió a superar el centenar, con 150 crímenes.
“Ahora estamos igual o peor que cuando no estaban los militares, con la diferencia de que ahora ya no tenemos a quien pedirle auxilio”, se lamentó, tras afirmar que ahora se ha impuesto, más que antes, la corrupción, citó el diario local 'El Universal'.
En opinión de Valenzuela, la única solución que le queda a Ciudad Juárez es crear redes sociales de autodefensa, donde “el ciudadano se organice como manada y le impida al depredador delincuente acercarse a barrios y comunidades”.
Por su parte, Gustavo de la Rosa Hickerson, visitador de Atención a Víctimas y Proyectos Especiales de la Comisión de Derechos Humanos de Chihuahua [CEDH] afirma que “la autoridad no puede sola y mucho menos cuando está infiltrada por criminales”.
Bajo el lema 'La paz se gana participando', ciudadanos organizados han creado la página www.cmcjuarez.com , en la que han colocado un “botón de pánico” para informar de secuestros, que si se activa ofrece dos teléfonos móviles a los que familiares de las víctimas pueden llamar las 24 horas de los 365 días del año. El teléfono se rota entre médicos, que al recibir la llamada van a casa de la víctima y están con la familia hasta que se negocia la liberación.
La organización pretende que la central telefónica se ubique en el extranjero para “evitar que nos infiltren los delincuentes o los policías corruptos y proteger el anonimato de los denunciantes”. A México sólo llegarán datos de la denuncia, “no del denunciante, para que no lo maten”, explicó De la Rosa Hickerson.
Hasta ahora, los miembros del comité han participado en la negociación de nueve secuestros. “Todos tuvieron un desenlace exitoso para la víctima y sus familiares”, aseguró. Personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado contacta con los delincuentes para tratar de que la cantidad del rescate esté muy por debajo de lo que piden.
Por otra parte, De la Rosa Hickerson promueve, por medio de la visitaduría de la CEDH, que se autoricen permisos para que todo ciudadano tenga armas reglamentarias en casa. Según afirma, “es un derecho constitucional de la gente el defenderse, y más cuando las estructuras de defensa oficiales no están funcionando a favor de la población”.
“Cuando llegaron los militares le retiraron a la gente sus armas. Iban casa por casa quitándolas, o sea, los ciudadanos quedamos peor: ya no tenemos ninguna protección”, añadió. La visitaduría planteó la propuesta al alcalde de Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, y a los representantes de la Secretaría de la Defensa Nacional en la localidad.
“El acuerdo es que las podamos tener, pero que sean registradas y reglamentadas por los militares; sólo estamos buscando mecanismos para que se facilite la autorización de los permisos. Tenemos derecho de defender a nuestras familias”, concluyó.
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