¿Conoces todas las complejidades a tener en cuenta para obtener un diseño web de alta calidad?
Atrás quedaron los tiempos en que una página web se componía de un título llamativo, algunas imágenes y un poco de texto como pilares a partir de los que a la larga se instalarían contenidos. Hoy en día, hasta los portales web con cantidades irrisorias de visitantes revisten una complejidad en su diseño y mantenimiento que suele desconcertar a los poco duchos en el tema. Esta es una revelación vital para quienes hacen de su web una forma de negocio, por razones obvias.
Hemos acudido a BRB Publicidad, una agencia de publicidad en Sevilla que ha logrado situarse entre los líderes del sector, para intentar comprender el alcance de la dificultad que ha llegado a alcanzar el diseño eficiente de una página web. Podemos adelantarte que no, esas páginas que hoy en día enseñan a montar en los institutos no tienen ni punto de comparación con una página web profesional como las que ellos diseñan.
Claro que es lógico; sin desmerecer a los jóvenes creativos que en estos momentos dan sus primeros pasos en el mundo del diseño web, ponerlas al mismo nivel sería como coger la obra de un dibujante de éxito, compararla con un boceto que hizo a los catorce años, y esperar que sean iguales. Los expertos en la materia han dado muchos pasos y trabajado muy duro desde aquella primera página web de muestra que diseñaron en su día. Y es que ni siquiera hablamos de una afición (lo cual de por sí llega a engendrar auténticos maestros), sino de una profesión, con todos los conocimientos y la formación que ello implica.
En términos de diseño web Sevilla se puede enorgullecer de contar con excelentes profesionales, gracias a cuya capacitación en todas sus dimensiones, como el tan apreciado y actualmente necesario posicionamiento SEO Sevilla está obteniendo un gran reconocimiento a nivel nacional por las agencias establecidas en la ciudad. Sin embargo, hoy no hablaremos del SEO. Hay muchos artículos al respecto como para que puedas hacerte una idea de su gran importancia. Vamos a enfocarnos en la web en sí misma, en la forma en que se presenta al usuario.
La necesidad de eficiencia
Antes de nada, hay que fijarse con mucho detenimiento en la funcionalidad y la accesibilidad. Esto se refiere por ejemplo a que sea posible ver la web y navegar a través de ella sin importar qué dispositivo estemos usando, ya sea un ordenador, un teléfono móvil, una tablet, etcétera. La cosa no queda ahí, puesto que en todos esos casos la navegación ha de ser lo más fluida, intuitiva y cómoda que sea posible, o nos estaremos exponiendo al riesgo de que el usuario decida abandonar la web en busca de entornos más accesibles.
Otra premisa a tener en cuenta es que no estamos hablando de lo mismo al decir que una página web es, por poner algún que otro ejemplo, “bonita” o “llamativa”, que cuando la definimos como “atractiva”, a pesar de que sean apreciaciones subjetivas. Pero para que nos entendamos, vamos a utilizarlas con significados un poco más concretos.
Cómo no diseñar una página web
Una web bonita puede ser muy agradable a la vista, pero no captar nuestra atención de la manera deseada. Si por ejemplo hay una foto muy tierna de un gatito, es cierto, los usuarios mirarán al gatito. Y es posible que no lean nada de lo que haya en la página. Así, esta no será más que “aquella web tan bonita de los gatos”. No está mal; al menos te recuerdan. Aunque tal vez ni siquiera sepan cuál era el nombre de dicha web.
Por otro lado, hablemos ahora de lo que podríamos tomar por una web llamativa. Una página que nada más abrirse nos muestra gifs, acompañados de sonido, acompañados de un sinfín de secciones con nombres que captan nuestra atención, sin duda es llamativa. Puede que demasiado. Tal vez nos sature. Tal vez empecemos a navegar por esas secciones con nombres tan interesantes y nos encontremos con nuestro viejo amigo, querido por todos, tu amigo y vecino el clickbait. A nosotros no nos gusta, a ti no te gusta, y puedes creernos cuando te decimos que a nadie que visite tu página va a gustarle. Y la web era llamativa...en apariencia.
Lo que debemos conseguir
Ahora vamos a lo que nos interesa, la web atractiva. Una página web que a la mayoría de usuarios vaya a transmitirles esa sensación “venderá” bien su contenido. La página principal captará la atención, y las distintas secciones tendrán un aire seductor. Pero lo mejor de todo es que la entrada no nos estará engañando; si nos adentramos más en la web, encontraremos un contenido acorde. Eso, saber presentar lo que de verdad tenemos para ofrecer, es lo que importa. Y no es fácil. Como decíamos al principio, a estas alturas poner unas cuantas fotos o gifs no va a impresionar a nadie, y ya hemos mencionado al pérfido clickbait y el odio especial que con tanto cariño le reservan los usuarios.
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