Desgracia en forma de agua
El estado brasileño de Río de Janeiro está viviendo una importante catástrofe natural. Las fuertes lluvias que desde el pasado lunes azotan esta zona han dejado, de momento, un balance de 145 fallecidos y 60 desaparecidos, según ha informado la Coordinadora de Cuerpos de Bomberos de Río.
La mayoría de los muertos (76) se han producido en la localidad de Niterói,
mientras que en la ciudad de Río de Janeiro la cifra de fallecidos asciende a 46. En la localidad de Sao Gonçalo hay contabilizados 16 muertos, mientras que en Petrópolis, Nilópolis, Paulo de Frontin y Magé se registraron un fallecimiento en cada localidad.
Las fuertes lluvias, las peores en cuatro décadas, provocaron más de 180 corrimientos de tierra que afectaron en especial a las favelas, las zonas más deprimidas de la ciudad, muchas de ellas dominadas por narcotraficantes, que se encuentran edificadas en pendiente.
El pasado martes las lluvias provocaron el caos circulatorio en la ciudad, que con sus seis millones de habitantes es la segunda más poblada del país, y sólo volvió una relativa normalidad este miércoles, a pesar de que los pronósticos meteorológicos no auguran que las lluvias vayan a parar en los próximos días.
Invertir para evitar otra tragedia
Por su parte, el alcalde de Río, Eduardo Paes, hizo un llamamiento a los ciudadanos para que abandonen las zonas en cuesta de la ciudad, que son las más expuestas a los efectos destructores de las lluvias. Además, pidió al Gobierno central brasileño que le entregue 370 millones de reales (unos 155 millones de euros) para sufragar el coste de las operaciones de rescate.
Según Paes, ya se ha producido una inversión de 100 millones de reales (42 millones de euros) para obras de emergencia en los drenajes en Río de Janeiro, a fin de evitar el colapso que provocaron las recientes lluvias.
Paes ha indicado que se realizarán unas 38 intervenciones en los servicios públicos y en los drenajes de las zonas que resultaron más afectadas por las inundaciones, situación que fue abordada este miércoles durante una reunión en el Centro de Control Operacional entre el ministro de Integración Nacional, Joao Reis Santana, y el gobernador de Río, Sergio Cabral.
En el encuentro, Paes presentó una propuesta de 370 millones de reales (157 millones de euros) para paliar los efectos de la peor tormenta que ha azotado esa región en los últimos 40 años. De ese monto, 270 millones de reales (115 millones de euros) serían para reparar el drenaje de la Plaza de la Bandera, de Río de Janeiro, uno de los lugares más afectados por las crecidas, informó el diario local 'O Globo'.
No obstante, el alcalde ha garantizado hasta el momento 100 millones de reales (42 millones de euros) para las obras de drenaje que llevará a cabo en la segunda ciudad más importante de Brasil con o sin la ayuda del Gobierno central. “No quiero pasar el próximo verano sin dormir, preocupado porque la lluvia vaya a matar a alguien”, expresó.
Ante estas demandas, Reis Santana comentó a la prensa local que trasladará estas peticiones al presidente Luiz Inácio Lula Da Silva para que en las próximas horas dé una respuesta tanto a Paes como a los otros alcaldes de municipios que se han visto perjudicados por las fuertes precipitaciones.
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