El Calahorra completa las fichas sénior
Con nuevo patrocinador debajo del brazo –Marqués de Atrio-, que se presenta este viernes, al igual que la nueva camiseta, el Calahorra está convencido de su proyecto. Además, lo está vendiendo bien. Al menos, eso se desprende de la composición de una plantilla en la que faltan retoques. Sólo eso. Porque el grueso ya está más que confeccionada. No en vano, con la llegada de Txomin Barcina (Logroño, 16 de febrero de 1991) el equipo que dirige Miguel Sola ha completado las dieciséis fichas sénior. Once repiten del conjunto que hace unas semanas lograra el ascenso a Segunda B (Gonzalo, Cristian, Parla, Javi Duro, Yasin, Raúl Almagro, Barace, Adrien Goñi, Barrón, Rodrigo y Óskar Martín), mientras que los otros cinco han ido llegando los últimos días.
Cuatro además son riojanos: el portero Nacho Zabal, el defensa Javi Barrio, el delantero Eduardo Ubis y el extremo Barcina. Morgado, lateral izquierdo, es la otra alta que completa el círculo. Sin duda, este Calahorra apuesta por buscar jugadores de la zona: bien de la Ribera navarra, de La Rioja o de Vitoria, como sucede con Barrón y Morgado. Un aspecto que ilusiona, llama y motiva a los propios jugadores. Por ejemplo, para Zabal, Javi Barrio y Barcina será su primera experiencia en un conjunto riojano pese a que los tres acumulan muchos partidos en la categoría. En el caso de Ubis, nueva oportunidad para que el ariete siga marcando goles en una división de bronce que conoce bien. Mientras que Morgado es un jugador más que contrastado que viene a Calahorra para adueñarse del carril zurdo.
Ese plus es lo que invita a pensar que el cuadro riojabajeño está haciendo las cosas bien. Con las fichas sénior completas, el Calahorra confía en poner la guinda con futbolistas sub’23 pero que también sean importantes. Por ello, el empeño pasa por lograr alguna que otra cesión de equipos de Primera división (la entidad riojana tiene un convenio con el Atlético de Madrid que concluye el 30 de junio). Eduardo Arévalo, director deportivo, desgranó durante la presentación del último fichaje, Txomin Barcina, lo que falta por contratar: un lateral derecho, un pivote defensivo, un segundo delantero y un delantero. Cuatro piezas que no vendrían de relleno. El objetivo, como se comprobó el curso pasado, es contar con una plantilla amplia en la que todos compitan por un puesto en el once y eso sólo se logra si todos tienen capacidad para ser titulares.
Por el momento, todos los que han venido indican que el proyecto del Calahorra es ilusionante, atractivo para sus intereses. Evidentemente, el objetivo inicial es la permanencia, pero el club rojillo no se pone techos. Echando un vistazo a la nómina de jugadores hay experiencia en Segunda B, suficiente para que no pase factura el salto de categoría. Queda por comprobar la compactación del bloque. Misión que arrancará el próximo 17 de julio, fecha del comienzo de la pretemporada.
En cuanto a los amistosos que tiene previsto disputar este Calahorra antes de empezar la liga, la primera prueba llegará el 25 de julio ante el River Ebro. Dos días después, será la Peña Sport el rival. El 31 de julio será el estreno en La Planilla contra la Real Sociedad C. El 5 de agosto será el filial del Zaragoza el que visite Calahorra, mientras que el 8 el Tudelano se acercará hasta la Ciudad de la Verdura. El 15 de agosto, los de Sola se desplazarán hasta Pradejón para medirse al Burgos en el Trofeo de la Seta y el Champiñón. Por último, nuevo duelo en La Planilla ante un rival de Segunda B, como el Ebro. Será el 18 de agosto, una semana antes de que comience la competición.
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