El riesgo a los cincuenta
La osteoporosis es un síndrome que tiene un origen en múltiples factores. Asimismo, en un número considerable de casos es secundaria a enfermedades endocrinas, reumáticas, oncológicas, sistémicas o a fármacos. Es preciso realizar un diagnóstico diferencial entre la osteoporosis primaria y secundaria y en este caso reconocer y tratar los procesos capaces de producir osteoporosis.
En los pacientes masculinos, la necesidad de descartar la existencia de osteoporosis secundaria es aún más importante ya que aproximadamente el 50% de los casos es secundario a otras enfermedades, destacando entre ellas el alcoholismo, las neoplasias, las enfermedades reumáticas, la inmovilización y el tratamiento con glucocorticoides.
Asimismo, el paciente con osteoporosis generalmente es mayor (mujer postmenopáusica) y sufre varios procesos al mismo tiempo, de tal modo que es necesario un tratamiento integral que incluya igualmente la prevención de las caídas o el tratamiento del dolor, entre otros aspectos.
Estos factores convierten a la osteoporosis en una enfermedad susceptible de ser atendida por el médico internista. No obstante, “es importante señalar que para el correcto manejo de esta enfermedad es fundamental la colaboración con los médicos de Atención Primaria”, subraya el Dr. Manuel Sosa, presidente y coordinador del Grupo de Trabajo de Osteoporosis de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). “Por ello –añade este experto- en la reunión dedicaremos una mesa redonda para estudiar posibles vías de colaboración que pueden ponerse en marcha para mejorar esta relación”.
Respecto a la carga asistencial que supone la atención de estos pacientes para los servicios de Medicina Interna, el Dr. Manuel Sosa, explica que “puede significar hasta el 20% de la carga asistencial, aunque este porcentaje es extremadamente variable dependiendo del grado de implicación de cada servicio en esta enfermedad”.
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