El Rincón del Buen Decir: Poderoso caballero es don Dinero

Las noticias lo demuestran. El tema que copa portadas y últimas horas de los telediarios no es otro que la crisis, esa maldita que tarde o temprano nos afectará a todos en algún ámbito de nuestras vidas. La venta de pisos baja; la venta de coches baja; la cesta de la compra sube... A menudo escuchamos hablar del tema, pero muchas veces con palabras o términos que nos son totalmente ajenos.

Ya nadie habla de la pela o el parné porque cada vez se va haciendo más conocido ese popular euríbor, que pocos saben lo que es pero muchos notan sus subidas. Desde el Rincón del Buen Decir queremos acercar a todos nuestros lectores a ese vocabulario propio de esta época que nos ha tocado sufrir, de esta época de crisis.

El dinero importa, por mucho que algunos lo nieguen. Desde siempre se han buscado y encontrado diversos sinónimos para llamar a esas monedas que habitan nuestros bolsillos. Desde el money, money, tomado del inglés, hasta la forma coloquial “perras”, que recoge el DRAE. Los castellanoparlantes tenemos multitud de términos que nos ayudan a la hora de quejarnos por lo “malita que está la cosa”.

El Diccionario de la Real Academia recoge la palabra pela como una forma coloquial de llamar a la casi olvidada 'peseta'; y el término talego como una forma vulgar de decir 'billete de 1.000 pesetas'. La palabra talego viene del término talega, y éste del árabe ta´liqa 'el hecho de que algo cuelgue'. En el uso andalusí significaba 'bolsa que cuelga del cinto', y dio como derivado talego como 'algo menos que la talega'. Al parecer la “rubia” tenía muchos adeptos que luchaban por bautizarla con innumerables apellidos.

En cuanto a la forma general de llamar al dinero encontramos, procedente del caló, la palabra parné, la popular mosca, que nada tiene que ver con ese insecto molesto que incordia las tardes de verano, o la conocida guita, proveniente quizá del germánico *witta, y éste del latín vitta, 'venda sagrada', que significa 'dinero contante'. Otra manera más de llamar al nunca suficiente dinero es chavo, que el DRAE recoge como propio de Puerto Rico. La palabra panoja, que nuestro libro favorito muestra con la definición de 'mazorca del maíz, del panizo o del mijo', nos sirve también como un nuevo apelativo para el dinero.

Cuando la cartera sólo la ocupan billetes de gran valor se suele decir a nuestro acompañante “paga tú que yo no llevo suelto”, y cuando lo que tenemos son monedas y más monedas de escaso valor, hablamos de calderilla, un diminutivo de caldera. Si nos hemos olvidado de sacar dinero diremos que “estamos sin un chavo” o “sin un taril”; y cuando la nómina llega tarde pasamos ciertos apuros porque “estamos pelaos”.

Y llegados a este punto, en el que todos “estamos a verlas venir” y padecemos y sufrimos las síntomas de la crisis, pasamos a investigar alguno de esos términos que nos atormentan la cabeza día sí y día también en cualquier lugar y momento.

Subiendo como la espuma a cada momento tenemos al popular y odiado Euríbor, un término que tantos quebraderos de cabeza está dando a la economía y, más todavía a todos aquellos que gozan de una hipoteca a “taitantos” años. La palabra euríbor es un acrónimo de European Interbank Offered Rate, lo que traducido a nuestro idioma vendría a decir algo así como 'tipo europeo de oferta interbancaria'.

Este “bichejo” que suele subir y subir como la espuma se calcula hallando la media aritmética simple delos precios de oferta de préstamos que se hacen entre sí los 64 principales bancos europeos cada día laborable, es decir, los porcentajes que deben pagar como tasa los bancos cuando reciben un préstamo de otro. Resumiendo, el euríbor es ese nuevo inquilino que todo aquel que se compre una vivienda tendrá alojado en su cuenta corriente.

En los últimos días se habla del popular ya Ibex35, que marca cada dos por tres una bajada histórica en las bolsas de todos los países. El Ibex 35 es el índice formado por las 35 empresas más líquidas del mercado español, y comenzó a darnos guerra allá por el 14 de enero de 1992.

Sin alejarnos de los préstamos hipotecarios, tenemos el término “hipoteca subprime”, o hipoteca basura, y que es aquel préstamo concedido a clientes sin contrato laboral o con contratos de corta duración, estudiantes o recién graduados. La diferencia en este tipo de hipotecas es que, al ser pagadores dudosos, abonan un tipo de interés mucho más elevado que el del mercado. Y la burbuja inmobiliaria es un incremento acelerado en el valor de los inmuebles cuando son exagerados e inaccesibles en relación a los ingresos existentes y al valor intrínseco del inmueble.

Para finalizar hablaremos de los tipos de interés y de los fondos de garantía de depósitos de los que tanto se está hablando en estas últimas semanas. El tipo de interés es el precio del dinero que es fijado por los Bancos Centrales. Por otra parte, los fondos de garantía de depósitos son las cantidades aportadas por bancos y cajas de ahorros para crear un colchón que garantice parte de los depósitos de los clientes de la banca.

Y si de lo que escuchamos hablar es de un “crash” llévense las manos a la cabeza ya que es la quiebra financiera del sistema económico de un grupo importante de empresas, de un país o de un grupo de países, y entonces, sí, échense a temblar.

Porque ya lo dijo Quevedo: “Son sus padres principales,/ y es de noble descendiente,/ porque en las venas de oriente/ todas las sangres son reales;/ y pues es quien hace iguales/ al duque y al ganadero,/ poderoso caballero/ es don Dinero”.

Desde el Rincón hemos querido acercanos a un tema que está en la vida de todos nosotros, que más o menos, a largo o corto plazo, nos afectará. Hemos tratado de presentar a nuestros lectores ciertos términos de los que últimamente se está escuchando hablar en todas partes, si creen que se nos ha quedado algo en el tintero, quieren aportar su término o desean hacer una sugerencia, no dude en enviarnos su comentario.