La comunidad rumana deja de ser la más numerosa en España

Durante el primer trimestre del año, la comunidad rumana en España se ha reducido un 6%, hasta los 675.481 habitantes, lo que supone el primer descenso del número de rumanos en el país desde 2004, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración. Con esta cifra, los inmigrantes rumanos dejan de ser los más numerosos dentro del territorio español en favor de la nacionalidad marroquí, que se sitúa en el primer puesto con un total de 726.642 ciudadanos con tarjeta de residencia.

Antes de este descenso, la comunidad rumana ascendía a 718.844 personas con tarjeta de residencia en vigor, en los últimos cinco años, el crecimiento de esta colonia ha sido constante, con valores que han llegado a superar el 180 por ciento de incremento interanual y a pasar de unas 80.000 personas a más de medio millón registradas en España.

El número de ciudadanos de Rumanía creció un 52,45 por ciento en 2004, un 130,45 por ciento en 2005 y un 9,99 por ciento en el año 2006. En 2007, el incremento respecto del periodo anterior fue del 185,76 por ciento y la colonia se situó como la segunda más numerosa de España, por detrás de los marroquíes que en ese momento contaban con algo más de 603.000 nacionales, y a los que superaron ante el crecimiento regular y mantenido durante el año siguiente.

El Gobierno de Rumanía ha emprendido campañas para llamar al retorno de sus inmigrantes ante la necesidad de un millón de trabajadores a medio plazo. La entrada del país en la Unión Europea ha disparado el crecimiento de ciertos sectores que actualmente carecen de mano de obra cualificada.

Por su parte, el Gobierno español, a través del Ministerio de Trabajo e Inmigración, ha firmado varios acuerdos de colaboración con el ejecutivo de Bucarest para fomentar la movilidad de los trabajadores rumanos con medidas como permitir que quienes se encuentren en paro en España puedan acceder desde el Servicio Público de Empleo Estatal a las ofertas que surjan en su país.

El presidente de la Federación de Asociaciones Rumanas en España (FEDROM), Miguel Fonda, opina que la reducción del número de nacionales rumanos que viven en España no tiene que ver con estas iniciativas del Gobierno rumano porque se trata de “un goteo” y no de “un retorno decidido, irreversible ni en grandes cantidades”. También afirma que muchos de los ciudadanos que regresan a Rumanía lo hacen para preparar un proyecto migratorio a otro país europeo ante la posibilidad de que en España la recuperación económica sea más tardía, mientras que otros se han marchado para esperar allí a que las condiciones mejoren.