La policía sigue dispersando a los manifestantes de El Cairo
Las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak siguen sucediéndose en Egipcio con un balance de siete muertos. La policía egipcia está atacando con cañones de agua a los manifestantes que se han concentrado en El Cairo al grito de 'Abajo Hosni Mubarak', según informaron testigos presenciales. Los manifestantes se han concentrado en el exterior de la mezquita en la que se encuentra Mohamed ElBaradei.
Los manifestantes, por su parte, están lanzando piedras y basura contra la Policía y enarbolando pancartas con el mensaje 'Abajo la dictadura' y contra la corrupción, según informaron testigos presenciales.
Por otro lado, tres dirigentes del partido opositor Hermanos Musulmanes y un número indeterminado de sus miembros han sido detenidos en la madrugada de este viernes, según ha informado el abogado de los arrestados.
Los apresados son Esam el Erian, Mohamed Mursi y Hamdi Hassan, portavoces e importantes figuras del partido político. “También hay otros detenidos, pero es difícil saber el número exacto”, dijo el letrado Abdel Moniem Abdel Maksud.
“Por supuesto conocemos la razón: lo que pueda suceder mañana”, ha apuntado el jurista en alusión a las manifestaciones convocadas para después de la hora del rezo semanal, en las que está previsto que participen unas 24.000 personas.
Estas detenciones se han producido en el marco de una ofensiva de las fuerzas de seguridad contra la formación opositora. “Tenemos órdenes de emprender una redada contra los Hermanos Musulmanes”, dijo una fuente de estos cuerpos a Reuters.
Hasta el momento, la formación no ha asumido el liderazgo de las revueltas de los últimos tres días contra Mubarak. Si bien, muchos de sus seguidores confían en que adopte una posición determinante en las previstas para dentro de unas horas.
En el marco de estas detenciones, unos 166 de los más de mil detenidos han sido puestos en libertad con cargos, según informó a última hora del jueves el Centro Legal Hisham Mubarak.
El despacho indicó que la mayoría de los liberados han sido acusados de reunión ilegal y vandalismo, así como del homicidio del policía Ahmed Aziz, que murió en una de las manifestaciones celebradas el martes, aunque este delito solo ha sido imputado a algunos de los manifestantes.
En este último caso, la Fiscalía les acusa de provocar la muerte del agente con balas de goma, hipótesis que rechazan sus representantes legales. “¿Cómo se puede matar a alguien con balas de goma durante una protesta? Esto no tiene sentido”, aseveró Tarek al Awadi, abogado de dicho centro.
En relación al número de personas que todavía permanecen arrestadas, el jurista aseveró que existen más de mil, aunque los reportes oficiales solo han confirmado 500. De momento, se sabe que hay 91 detenidos en Mansoura, 65 en Alejandría, 25 en Suez y nueve en Asuit.
Por otro lado, los usuarios de Internet en Egipto denuncian graves problemas para acceder a la Red y para enviar mensajes de texto a través de telefonía móvil en la capital, El Cairo.
Karim Hagag, portavoz de la Embajada egipcia en Washington, ha informado de que la oficina del primer ministro, Ahmed Nazif, ha emitido un comunicado para negar que Facebook y Twitter hayan sido cerradas por las autoridades. El portavoz del Ejecutivo, Magdy Rady, aseguró hace tres días que el Gobierno “nunca recurriría a tales métodos”, en alusión al supuesto bloqueo que ya se venía denunciando esta semana.
Reacciones
Mientras desde la comunidad internacional, las reacciones no paran de sucederse. Así, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, considera que ha llegado el momento de que el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, responda a los llamamientos de cambio que está pronunciando la sociedad egipcia en las manifestaciones de estos días.
“Ha llegado el momento de que el presidente Mubarak comience a moverse en la dirección de ser más sensible a algunas de las necesidades del pueblo”, ha dicho en una entrevista al canal público estadounidense, la PBS.
Biden no ve “ninguna relación directa” entre las refriegas de Egipto, Yemen y Túnez, país en el que disturbios similares han provocado la caída del régimen de Zine al Abidine Ben Alí. A su entender, no puede haber otra relación más que “podría argumentarse que lo que está sucediendo en un país precipita cualquier asunto que esté pasando en otro país”.
Con estas declaraciones Biden se mantiene en la misma línea que la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Ésta pidió hace dos días al Gobierno egipcio que permita las manifestaciones pacíficas en su contra y ha considerado que la actual situación que vive el país constituye una “oportunidad” para acometer reformas.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, urgió a todas las partes implicadas a garantizar que la situación en Egipto no escale y genere más violencia. Del mismo modo, Ban instó a las autoridades egipcias a aprovechar esta oportunidad para comprometerse a tomar en cuenta las preocupaciones legítimas de la gente.
El portavoz de la ONU en Nueva York, Martin Nesirky, señaló que el organismo mundial observa cuidadosamente la evolución de las protestas y tensiones en Egipto y en toda la región, y afirmó que está listo para ayudar si así se le solicita.
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