Llegan los primeros cambios a Egipto
Tras la caída del régimen de Hosni Mubarak , Egipto va viviendo en estos días pequeños cambios que sentarán las bases del futuro del país. Por un lado, los dirigentes militares han designado al ex juez Tarek al Bishri como nuevo presidente del comité que propondrá los cambios constitucionales. Al Bishri es tenido en cuenta por su postura independiente y posee el apoyo de la judicatura egipcia.
“He sido elegido por el Consejo Supremo del Ejército para presidir el comité de enmiendas constitucionales”, declaró él mismo este martes, sin dar más detalles.
Después de las parlamentarias de 2000, Bishri sugirió que los jueces debían disponer de más autoridad para supervisar los comicios. Pese a ello, el gobierno de Mubarak redujo las competencias de este gremio de cara a las siguientes elecciones, en las que los observadores denunciaron casos de llenados de urnas.
El Consejo ya adelantó el domingo que establecería dicho organismo, el cual definirá además las reglas de un futuro referéndum en el que los egipcios se pronunciarán sobre los cambios propuestos.
Algunos activistas aseguran haber recibido garantías por parte del Ejército de que dichas enmiendas serán planteadas pronto, para poder celebrar la consulta dentro de dos meses. Una fuente militar ha matizado que se trata de un “calendario general”.
La Constitución vigente contempla cláusulas para mantener el poder del ex presidente Hosni Mubarak y sus aliados. Los manifestantes exigen, entre otras cosas, que las nuevas normas hagan más justas las elecciones y limiten el número de mandatos de los presidentes. Además, quieren la participación de observadores electorales independientes.
Por otro lado, las autoridades egipcias han pedido a Francia que congele los activos de antiguos altos cargos del país, aunque en esta petición no se incluyen los bienes de Mubarak, según ha indicado este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores galo, Bernard Valero.
Horas antes, el ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, también había confirmado una petición en el mismo sentido llegada desde El Cairo y relativa a varios altos cargos del régimen del mandatario derrocado. Egipto pidió el bloqueo de las cuentas de estas personas.
En cuanto al nuevo presidente del país, ya hay un candidato descartado: el opositor Mohamed El Baradei. El propio premio Nobel de la Paz 2005 ha renunciado a ser candidato a la presidencia de Egipto pues cree que el próximo mandatario debería tener entre 40 y 50 años para afrontar con energía la etapa reformista. Así, aseguró que su única aspiración es colaborar en la transición hacia la democracia, tras la caída del régimen de Mubarak.
“Por supuesto, no voy a nominarme a mí mismo como presidente de la república, no deseo ser presidente. Espero que el próximo esté en torno a los 40 o a los 50”, dijo el ex director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), de 68 años de edad, en una entrevista concedida a la cadena Al Jazeera.
En este sentido, ElBaradei aseveró que su única expectativa es la de participar como un ciudadano más en el proceso de cambio que está viviendo el país. “Mi meta es ver la transición de mi país desde el camino de la opresión de la dictadura hacia un Estado civilizado y democrático”, aseguró.
En referencia a los Hermanos Musulmanes, partido que ha permanecido en la clandestinidad los últimos 30 años, el premio Nobel de la Paz destacó el gran respaldo popular que tiene, ya que durante este tiempo ha sido capaz de proporcionar asistencia, sobre todo médica, a las capas más bajas de la sociedad con mayor éxito que las autoridades.
Los expertos calculan que la formación islámica contaría con una base electoral de entre el 20 y el 40 %, aunque advierten de que estas estimaciones no son del todo fiables, ya que durante el régimen no ha habido mediciones de esta naturaleza, lo que impide conocer el verdadero sentir de los egipcios.
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