“Logroño ha dado un cambio enorme”
¿Cuándo y cómo entró en la vida política?
Fue en 1979, cuando accedí al ayuntamiento de la mano del alcalde y amigo Miguel Ángel Marín, quien me llamó para comentarme que contaba conmigo para la lista de UCD en el ayuntamiento de Logroño. La política de finales de los años setenta era romanticismo puro y duro. Evidentemente, la preparación política que teníamos los jóvenes de entonces presentaba muchos agujeros y no existía el marketing político y la profesionalización de la política que vemos actualmente.
Esos años de la transición fueron hermosos pero también difíciles porque romper la dinámica arrastrada durante 40 años es algo que cuesta ya que supone una adecuación tanto intelectual como sentimental. Además, había un sentimiento de más cercanía entre los ciudadanos y los políticos, producto sobre todo de la novedad de cambiar de un sistema a otro. Hoy en día, creo que esa cercanía se está convirtiendo en distancia, lo cual me preocupa.
¿Cómo caracteriza la Transición en La Rioja?, ¿qué balance hace de aquella etapa?
Uno de los aspectos más complicados de la Transición en La Rioja fue el decantamiento de todas las fuerzas políticas. Al principio hubo mucha ebullición y mucho sentimentalismo romántico a nivel de la calle, la cual a su vez estaba muy politizada, con muchas manifestaciones. Era lógico que así fuese puesto que todo el mundo estaba deseando que hubiera un cambio. Para ello, unos emplearon la calle, otros la prensa a través del editorialismo…pero al final, y eso es lo importante, es que entramos en la vida democrática, generando una cultura democrática que ha dado grandes resultados en las décadas siguientes. Sin embargo, ahora el Presidente Zapatero y algunos de los radicales que tiene a su lado, quieren re-escribir la historia. Yo en el ayuntamiento de Logroño hice una fiesta republicana como desagravio a los republicanos y para decirles que lo que necesitábamos era darnos un abrazo. Fue una fiesta de reconciliación. Ahí seguí las lecciones de mi padre que me decía insistentemente “no cometamos el error de otra guerra civil”. Por tanto, lo que no podemos hacer ahora es meter el punzón en las heridas para hacerlas sangrar, generando hemorragias.
¿Cómo se define políticamente?
Una cuestión quiero dejar clara: yo nunca he sido de izquierdas pero tampoco soy un “carca”. Dicho con otras palabras: soy una persona que en cuestiones sociales estoy muy sensibilizado. La colectividad de la que habla la izquierda la respeto pero a mí me gusta más el individuo porque cada individuo es un cosmos, es un universo. Cada persona es un cosmos, con sus problemas y dificultades en la vida, y yo, como político, tengo que hacer todo lo posible porque esos individuos superen esas trabas.
¿Por qué empezó en UCD y no en Alianza Popular?
Yo me sentía más cómodo en un partido de centro porque me permite estar en contacto con una izquierda moderada y social y con una derecha que en lo económico defiende postulados como el libre mercado. Yo he sido, y sigo siendo, un hombre de centro. En este sentido, es clave en mi trayectoria la reconversión llevada a cabo por Alianza Popular en el Congreso de Sevilla en función de la cual se convierte en Partido Popular, con José María Aznar como líder. Pensé que esa era mi opción ya que se trata de un centro-derecha que es donde me encuentro cómodo. En el Partido Popular nos encontramos toda la gente de UCD que éramos centristas.
¿Qué trayectoria ha seguido en política?
Entré en el ayuntamiento de Logroño en 1979, en la primera corporación democrática y allí estuve hasta 1983. Sin embargo, en 1983 tuvo lugar la victoria del PSOE y la debacle de UCD que desapareció. Yo, entonces, opté por marcharme a casa. Poco después, me llamó el Partido Riojano para ver si podía colaborar con ellos. Se trataba de antiguos compañeros míos por lo que acepté.
Ahí estuve en un momento de transición conmigo mismo hasta que, finalmente, tras la reconversión del Partido Popular en Sevilla, vi que esa era la opción con la que más cómodo me sentía y me vinculé a ella. Con el PP fui candidato al ayuntamiento de Logroño, donde gané tres veces, dos de ellas por mayoría absoluta.
Yo he estudiado las ideologías de los distintos partidos en los que he militado, esto es una cuestión fundamental y como me gusta ser honesto conmigo mismo, decidí, cuando Alianza Popular se convierte en Partido Popular con un corte de centro derecha, que ese era mi lugar. El propio Aznar me llamó y me dijo que contaba conmigo.
¿Cómo se vivieron en los años 80 en La Rioja los acontecimientos de la vida política nacional (por ejemplo, la entrada en el Mercado Común, el referendo de la OTAN…)?
La gente tenía ganas y deseos de ser demócratas y acontecimientos como el referendo de la OTAN se vieron con muchísimo entusiasmo. Hubo discusiones vividas con pasión y debates, entre la propia gente socialista, que se preguntaba por las razones del viraje dado por Felipe González hacia la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
¿Qué entiende por progreso?
El progreso se ha vendido por la izquierda como algo asociado a ella. Es un estereotipo que yo no admito. Sin embargo, yo me declaro progresista: hay que pensar en la gente que te rodea y si estás en política, entonces cuentas con los resortes necesarios para hacer las cosas por la gente que te rodea, evidentemente, en función de un planteamiento político.
¿Qué temas eran los prioritarios en las agendas de los partidos políticos de los años ochenta? ¿y en la gente? ¿qué cambios percibe con respecto al momento actual?
En los años 80, mi preocupación fundamental era el bienestar social. Me preocupaba mucho la vida de la ciudad. En este sentido, Logroño ha dado un cambio enorme. Yo procedo de una familia humilde por tanto he aprendido a luchar.
Los principales cambios los he percibido en la forma de actuar en política. Quizás, hoy en día la gente demanda un tecnócrata eficaz que soluciona los problemas desde un punto de vista técnico pero yo sigo pensando que la fórmula correcta es el tecnócrata más el político sensible, capaz de estar con la gente. Hoy en día debemos preocuparnos mucho más de la gente. Dicho con otras palabras: hay que pensar más en la gente que en el partido propio.
¿Qué valoración hace de la evolución social y económica de la Comunidad Autónoma de La Rioja que actualmente es una de las más prósperas de España?, ¿a qué es debido?
A la eficacia de Pedro Sanz. Es un hombre muy trabajador, con las cosas muy claras y que mantiene los criterios.
¿Y las próximas elecciones de mayo, castigará el electorado riojano al PSOE?
Si tenemos en cuenta la trayectoria del actual ayuntamiento de Logroño con respecto a los anteriores ayuntamientos gobernados por el PP, yo creo que el Partido Popular va a ganar las elecciones.
En cuanto a la segunda parte de la pregunta, los cuatro millones de parados harán que el electorado riojano castigue al PSOE, que yo creo que se lo merece porque su trayectoria en los últimos tiempos está dejando mucho que desear. Esto no lo digo con acritud sino con objetividad. Repito, los datos están ahí: más de cuatro millones de parados y un millón y medio de familias que no tienen a nadie trabajando… Y luego están los cambios de criterio, re-escribir la historia. Yo a Zapatero le he oído decir una cosa por la mañana y por la tarde, otra distinta.
En cuanto al ayuntamiento de Logroño, las razones por la que habrá castigo serán porque creo que un bipartito no es funcional. Es mucho mejor que gobierne un gobierno del mismo color político ya que permite conseguir muchas más cosas. Eso sí, la actual situación política es la que es porque se han empleado los resortes lícitos que da la democracia. Ahí no hay vuelta de hoja aunque sigo pensando que es más lógico que gobierne un grupo político, como el PP, que ha mostrado eficacia en las anteriores legislaturas.
¿Qué críticas formula a la gestión de Tomás Santos?
Cogobernar no es nada fácil porque dependes de situaciones, dependes de actitudes, dependes, en definitiva, de muchas cosas, lo cual te encorseta.
¿Tiene La Rioja la suficiente proyección a nivel nacional e internacional?
La Rioja tiene un nivel in crescendo en lo que a positivo se refiere y ahí están los resultados para corroborarlo: riqueza per cápita, menores niveles de paro, las mejoras sustanciales que ha tenido La Rioja…Por ejemplo, nosotros en el ayuntamiento de Logroño hicimos el Riojaforum, el Palacio de los Deportes, el campo nuevo de Las Gaunas, el Espolón, la Casa de las Ciencias… son ejemplos que muestran que ha habido trabajo y eficacia, pero también colaboración con el gobierno regional.
A nivel internacional, en primer lugar tenemos el vino, que es un bagaje extraordinario. Además, el riojano es emprendedor y tiene capacidad para ahorrar. El riojano pisa el suelo con los dos pies y si a eso le sumas que les prestas políticas de empleo, entonces favoreces las cosas.
Cuando algún compañero del Congreso o del Senado me dice que no ha ido nunca a Logroño o que cree que es una región provinciana, les invito a que la visiten, de tal modo que cuando vuelven a Madrid tienen una visión totalmente distinta.
¿Cómo percibe el fenómeno de la inmigración y el aumento de inmigrantes experimentado en La Rioja?
Un inmigrante es tan hijo de Dios como cualquier otra persona, por eso, si viene a una Comunidad como la nuestra y quiere trabajar, quiere dejar atrás las dificultades que tenía en su país, mejorar y emprender una nueva vida, yo le ayudo pero no así al inmigrante que viene a La Rioja a hacer de su capa un sayo. La sociedad riojana está preparada para recibir al inmigrante y no sólo porque tiene muy buen corazón sino porque sabe a quien hay que ayudar.
¿Cómo son las relaciones de La Rioja con otras Comunidades Autónomas?
Nosotros somos españoles pero nunca hemos puesto fronteras al campo. Otra cosa distinta es que luchemos por nuestros derechos como ocurre con el concierto vasco, lo cual no significa que odiemos a los vascos, pero cuando se trata de defender los intereses de La Rioja, eso hacemos. En términos generales, nos llevamos bien con todo el mundo. El gobierno regional ha hecho una labor de acercamiento con el resto de Comunidades Autónomas muy importante pero también ha cultivado mucho las relaciones internacionales. Hace escasos días, Pedro Sanz ha estado en Bruselas peleando y defendiendo los intereses de los agricultores riojanos.
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