Austeridad de puertas para afuera

Atrás quedaron los años en los que el disparo del cohete de San Mateo se celebraba con un buen almuerzo en el interior del Ayuntamiento de Logroño. Tanto los políticos como los ciudadanos invitados a la cita han visto como la austeridad se apoderaba de esta cita. Los canapés fueron desapareciendo dando paso al actual vino con el que brindan los asistentes.

Sin embargo, el candidato regionalista al Ayuntamiento de Logroño, Rubén Antoñanzas, desvelaba ayer en su perfil de Facebook una nueva práctica. Al parecer, los canapés se sirven ahora en los despachos de los propios concejales. Una acusación que acompañaba de un par de fotos del día en cuestión.

“Barra libre en los despachos municipales”, titulaba Antoñanzas. Según sus palabras, “algunos concejales se piensan que el Ayuntamiento es su cortijo particular y que los medios públicos son para su disfrute”. Señalaba además que “mientras públicamente venden que ahorran eliminando los canapés del vino riojano que ofrece la alcaldesa, encerrados en sus despachos se montan fiestazos para sus colegas”.

Aseguraba además que, a pesar de no contar con pruebas gráficas, le consta que hubo también al menos una fiesta similar en el despacho de otro concejal. Anque no desvela de quién se trata, sí añade: “como dice que es un gran defensor de la transparencia, dejaré que lo explique él”.

No tardó en entrar a dar explicaciones la concejal popular y diputada nacional Concepción Bravo. “Ese despacho que se ve en las fotos estaba abierto a todos los vecinos que pasaron por allí”, aseguraba Bravo en sus comentarios. Señalaba también que cada uno aportó “con todo su cariño” lo que le apetecía, e incluso detallaba que ella misma compró unas empanadas que “como no podía ser de otra manera” pagó de su propio bolsillo. Se definía además como “demasiado seria y respetuosa” con la institución en la que lleva doce años trabajando, como para hacer un mal uso del Ayuntamiento.

Unas explicaciones que no han convencido a todos porque lo cierto es que, ninguno de los allí presentes vio a ciudadano alguno atravesar la barrera de seguridad a las puertas del Ayuntamiento con una tortilla junto a su invitación.