Música y libertad
Cuando los músicos de jazz improvisan, se 'apagan' las áreas cerebrales que regulan la inhibición de conductas y la autocensura, y se 'encienden' zonas asociadas a la libertad expresiva, según han observado investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (Estados Unidos).
Usando imágenes por resonancia magnética, los neurólogos examinaron a un grupo de músicos que se prestaron voluntarios y obtuvieron nueva información sobre las actividades creativas, tanto de los profesionales de la música como de personas con otras ocupaciones.
De acuerdo con sus datos, los músicos crean sus improvisaciones desactivando ciertas zonas cerebrales y estimulando la actividad en otras, las asociadas con la creatividad.
Los expertos han dado a conocer el estudio en la revista PLoS. Siendo expertos en sordera y otros trastornos de la comunicación, explican que se interesaron por la cuestión al pensar el estado de aislamiento aparente de los músicos cuando improvisan, con los ojos cerrados y en una especie de trance, en palabras de Charles J. Limb, de la Universidad Johns Hopkins y, a su vez, saxofonista experimentado.
Aunque abundan los estudios sobre cómo reacciona el cerebro ante la música, éste es original porque hasta ahora muy pocos investigadores se habían adentrado en la actividad de componer música.
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