Por unas elecciones libres

Colombia, un país duramente golpeado por la violencia y el narcotráfico, vive una etapa de cambio con la salida de Álvaro Uribe de la Presidencia del país. El sucesor en el cargo tendrá que enfrentarse a una difícil tarea, complicada ya desde la campaña electoral.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, pretende acabar con esta campaña de terror y garantizar que tanto los candidatos que se presentan a las elecciones del próximo 30 de mayo como los ciudadanos que acudirán a las urnas no son coaccionados por ninguna fuerza.

El mandatario colombiano declaró a la cadena de radio RCN que su “gran afán” es “que todos los candidatos estén rodeados de garantías y que los colombianos puedan libremente, sin presiones”. “Que no los presione la guerrilla en ninguna parte de Colombia y que no acepten coacciones desde el extranjero. Que mis compatriotas puedan votar en conciencia”, afirmó.

Según Uribe, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) podrían estar planeando varios atentados de cara a las elecciones del 30 de mayo. En cuanto a las “coacciones desde el extranjero” a las que se refirió el presidente colombiano, se podrían interpretar como una alusión al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que el mes pasado criticó al candidato del Partido de la U, Juan Manuel Santos, y recordó que hace unos años éste le había calificado como una amenaza para Colombia, mayor incluso que FARC. “Santos, de presidente, pudiera generar una guerra en esta parte del mundo”, declaró.

La carrera electoral continúa

Por otro lado, los candidatos siguen adelante con sus respectivas campañas electorales. Las posibles coaliciones ya están en boca de todos, por este motivo, el candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, se ha apresurado a descartar la posibilidad de establecer una alianza con el Polo Democrático, de izquierdas, porque su candidato, Gustavo Petro, tiene teorías que “justifican la violencia”.

Mockus dijo en Caracol Radio que no quiere anticiparse sobre el tema de las alianzas en una segunda vuelta de los comicios presidenciales pero afirmó que aprecia a aspirantes como Noemí Sanín, del Partido Conservador, y Rafael Pardo, del Partido Liberal.

El candidato 'verde' explicó que en su partido hay mucho celo por el tema de las alianzas y que por ahora no se pueden tomar decisiones, aunque sí descartó un acuerdo con Petro. A su juicio, en el Polo Democrático no es que existan personas que inciten a la violencia, pero sí hay quienes tienen actitudes que la justifican.

Mockus consideró que hay que esperar a ver qué sucede después de la primera vuelta y advirtió de que el Partido Verde es una formación independiente con proyecto propio que no quiere tener las manos atadas.