Un infarto cada cinco segundos
En España se producen anualmente alrededor de 70.000 casos de infarto agudo de miocardio, lo que le sitúa como la primera causa de muerte en nuestro país. Junto al infarto agudo de miocardio, la cardiopatía isquémica —que es consecuencia de la incapacidad de las arterias coronarias de transportar el oxígeno necesario a una zona concreta del corazón— tiene otras consecuencias sobre la salud cardiovascular como son la angina de pecho y la muerte súbita, patologías que centran el XIII Simposio Internacional de Cardiopatía Isquémica de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). “Un tercio de los casos de infarto de miocardio se presenta de forma súbita, sin embargo alrededor del 90% de los pacientes que sufren un infarto o una angina de pecho presentan previamente factores de riesgo”, afirma Alfredo Bardají, presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la SEC. Destaca el hecho de que de los 70.000 pacientes que sufren un infarto, “sólo ingresan en el hospital entre 40.000 y 42.000, el resto fallece antes como consecuencia de una muerte súbita”, indica.
Dadas las circunstancias se hace evidente que el control de los factores de riesgo es la mejor prevención. Existen dos formas de prevenir los factores de riesgo cardiovascular, la prevención primaria responde a las medidas encaminadas a prevenir una primera manifestación de la enfermedad. Está indicada en pacientes hipertensos o diabéticos que no han sufrido problemas cardíacos y se establece como una medida de control para evitar la enfermedad. En cuanto a la prevención secundaría, está indicada en pacientes que ya han padecido un evento coronario, en quienes se toma “una actitud más enérgica puesto que su riesgo es mayor”, añade el Dr. Bardají.
El problema fundamental que existe hoy en día es que los sujetos con riesgo de fallecer como consecuencia de una enfermedad cardiovascular “deberían estar identificados por el sistema sanitario —afirma el presidente de la Sección— y deberían estar advertidos del elevado riesgo que supone la cardiopatía isquémica”.
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