Una de cada tres muertes en La Rioja se debe a la enfermedad cardiovascular

Por primera vez una sociedad científica (en este caso, la SEC) recurre a datos de todo el país para hacer un retrato de las enfermedades cardiovasculares y comparar las tasas entre comunidades autónomas. Aunque La Rioja tiene índices similares a los del resto del país, va por detrás de Cantrabria y el País Vasco. Por el contrario, aventaja claramente a Canarias y Valencia, donde la mortalidad cardiovascular es más elevada que en el resto de España. Los datos se han dado a conocer en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares 2009, que acaba de celebrarse en Barcelona.

En La Rioja, el 30 por ciento de los fallecimientos que se producen en el hospital (los que se han incluido en el cómputo) tienen su origen en enfermedades cardiovasculares.

A lo largo de 2007, el último año del cual se tienen datos, en la comunidad se produjeron 2.846 muertes por esta causa, 1.5332 en varones y 1.314 en mujeres.

Las dolencias directamente relacionadas con el corazón fueron la causa de 667 muertes (201 por arritmias, 161 por insuficiencia cardiaca, 237 por cardiopatía isquémica, 55 hipertensivas y 13 por cardiopatías reumáticas). El resto, 277, fueron enfermedades cerebrovasculares.

En cuanto a las altas hospitalarias, se dieron 4.900 en los centros sanitarios de la comunidad por enfermedades cardiovasculares. De ellas, 2.783 fueron de pacientes varones y 2.117 de mujeres. El total de altas en La Rioja en el mismo periodo fue de 34.192. La estancia media hospitalaria por enfermedad cardiovascular es de 7,1 días (una de las más bajas de España) y, a diferencia de lo que sucede en otras CC.AA, cuando la causa de ingreso es una enfermedad cerebrovascular no se eleva sustancialmente el tiempo de estancia (7,7 días de estancia media)

Entre las mujeres riojanas, la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte (35 por ciento de los fallecimientos). Lo mismo sucede entre la población masculina, aunque la tasa de mortalidad por esta causa es menor entre los varones (25 por ciento).

Dentro del amplio grupo de enfermedades cardiovasculares, en La Rioja las que se asocian con una mayor tasa de mortalidad son, por este orden, las enfermedades cerebrovasculares (con una tasa estandarizada de 67,7 fallecimientos por 100.000 h), la cardiopatía isquémica (60,1/100.000), las arritmias y otras enfermedades cardiovasculares (49,1) y la insuficiencia cardiaca (37,4), teniendo ya un impacto en la mortalidad mucho menor las enfermedades cardiovasculares de origen hipertensivo y las reumáticas. Resalta, en comparación con otras autonomías, la significativa diferencia que se establece entre la mortalidad por enfermedad cerebrovasculares y otras ECV.

Por sexos, se aprecian algunas diferencias significativas entre hombres y mujeres en lo que respecta a la incidencia en la mortalidad que tienen determinadas ECV. Así, mientras que en el varón la cardiopatía isquémica es la principal causa cardiovascular de muerte (hasta un 30% de todos los casos de muerte provocados por una enfermedad cardiovascular), en las mujeres las enfermedades cerebrovasculares son, con mucha diferencia, las que inducen mayor mortalidad de origen cardiovascular (aproximadamente un 35% de todos los casos de defunción por ECV, mientras que la cardiopatía isquémica supone un 22%).

En comparación con el resto de CC.AA., La Rioja se sitúa por debajo de la media en cuanto a la incidencia de la cardiopatía isquémica en la mortalidad (60,1 fallecimientos por 100.000 hab., siendo la media nacional de 74,2). Respecto a la repercusión de las enfermedades cerebrovasculares en la mortalidad poblacional, esta Comunidad se posiciona en un término medio (67,7 defunciones por 100.000 hab vs 63,9 de la media española).

Cerca de 4.000 profesionales de distintas disciplinas dieron cita en Barcelona en este encuentro científico que organiza la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Este año, entre sus principales atractivos estaba precisemante la presentación del Informe 2009 sobre la incidencia de las ECV en España, el primer análisis epidemiológico de dimensiones nacionales realizado en nuestro país.