Almeida consolida la pinza con los díscolos de Más Madrid y agrava la división de la izquierda

Carmen Moraga

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha decidido consolidar su alianza con los tres ediles que quedan de Recupera Madrid y que integran ahora el grupo mixto después de resignarse a perder a Vox como “socio prioritario”. El pasado martes, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobaba con los votos a favor del PP, Ciudadanos y de este trío de ediles la nueva Ordenanza de Terrazas de la ciudad entre las protestas de un grupo de vecinos –que fueron desalojados del Palacio de Cibeles– y la oposición frontal del PSOE y de Más Madrid.

El agrio y bronco debate dejó patente el definitivo divorcio entre el líder madrileño de la extrema derecha, Javier Ortega Smith, y el alcalde del PP después de casi dos años y medio de idilio político. Pero también evidenció la división que hay entre los antiguos carmenistas dentro de la propia izquierda. En ese Pleno, de hecho, ya no participó el concejal Felipe Llamas, cuarto miembro del grupo de Marta Higueras que ha dimitido al estar en contra del pacto presupuestario firmado por sus compañeros con el Gobierno de Almeida y Villacís.

La Ordenanza de Terrazas es la tercera medida que en menos de seis meses acuerda el grupo mixto con el equipo de gobierno municipal y todo apunta a que no será la última en el tiempo que resta de legislatura. La primera, aprobada el verano pasado, fue la nueva Ordenanza de Movilidad que ha sustituido a Madrid Central y que tanto Vox como Más Madrid han recurrido ante los tribunales. El acuerdo conllevó también las primeras advertencias de Ortega Smith al alcalde sobre el riesgo que corría por haber incumplido el compromiso de derogar la medida estrella de Manuela Carmena que, según insiste el portavoz de Vox, adquirió con su grupo en el pacto de investidura que ambos firmaron al inicio de la legislatura, algo que Almeida niega.

A partir de ese momento comenzaron a llamar al regidor madrileño carmeida mientras le acusaban de haberse “entregado a los comunistas” y de “traicionar a los madrileños”. Poco después los de Higueras se ofrecieron a ser el “comodín antiVox” y llegó el acuerdo presupuestario, tras el cual arreciaron las críticas de la extrema derecha. El alcalde no ocultó su hartazgo ante Ortega Smith ni este ahorró descalificaciones contra el dirigente del PP sobre el que ha seguido cargando con dureza llegando a decir que “Madrid es la capital del soviet”.

Almeida se jacta de ser capaz de pactar a “izquierda y derecha

Lo cierto es que la decisión de Vox de dar un portazo al equipo de gobierno municipal ha obligado a Almeida, muy a su pesar y gracias al empeño de la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Ciudadanos), a utilizar como nuevos socios a los escindidos de Más Madrid. Una decisión que no ha sido tampoco bien acogida por un sector del propio PP en donde él y Pablo Casado mantienen un pulso con Isabel Díaz Ayuso para evitar que la presidenta regional se haga con las riendas del partido en Madrid. Aunque este debate interno se ha aparcado por las elecciones de Castilla y León, volverá seguramente a resucitar en breve. Aunque vista la fuerza que está adquiriendo Ayuso dentro del partido, en el PP muchos creen que esa batalla la ganará la presidenta madrileña y que Almeida al final se plegará para no tensar la cuerda y dañar las expectativas de Casado de cara a las elecciones generales.

No obstante, lejos de arredrarse, el alcalde madrileño presumió en ese pleno del martes sobre la Ordenanza de Terrazas de su capacidad de diálogo: “Hemos pactado a izquierda y derecha y lo seguiremos haciendo, que nadie lo dude. Nadie nos va a decir con quién tenemos que pactar”, dejó dicho en su intervención, con enfado. “Lo que no se merecen los madrileños es que se venda a un grupo al que no le ha votado nadie”, le contestó a su vez Ortega Smith, que calificó el nuevo pacto como un “acuerdo entre tramposos, con cuatro tránsfugas comunistas a los que nadie ha votado”, mientras insistía en considerar “ilegal e ilegítimo” al grupo mixto, cuya creación, gracias a los votos del PP y Ciudadanos y de ellos mismo, ha sido recurrida ante los tribunales tanto por Vox como por Más Madrid.

La tensión entre los ediles del grupo que lidera Rita Maestre y sus antiguos compañeros quedó también reflejada en este agrio pleno del martes con la 'herencia' de Manuela Carmena y su gestión como telón de fondo. El concejal del mixto Luis Cueto les espetó: “Ya está bien de tonterías”, asegurándole que el éxito electoral que obtuvo la jueza en 2015 fue de todos, también de ellos. El cruce de reproches entre los carmenistas contrastó con los halagos y agradecimientos que dedicaron Almeida y Villacís a sus nuevos socios y reflejó a la perfección el nuevo panorama político y el ambiente que reina ahora en el Palacio de Cibeles.

Mientras la izquierda municipal airea sus diferencias y ahonda en su crisis, Vox aprovecha las circunstancias para erosionar al regidor del PP, convencidos de que cuando llegue la hora de volver a acudir a las urnas, la formación de extrema derecha cosechará un gran éxito en Madrid y podrá entrar en el futuro Gobierno municipal aprovechando el declive que según todas las encuestas sufrirá Ciudadanos.