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Madrid pierde 78.616 árboles maduros en sus calles y parques durante el mandato de Almeida

Diego Casado

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Madrid ha perdido en solo cuatro años la quinta parte de sus árboles adultos. Los datos son del propio Ayuntamiento, que en sus estadísticas anuales -recién actualizadas- muestra una deforestación en su masa arbórea consolidada de hasta 78.616 ejemplares en las calles, plazas y parques de la ciudad, según las cifras recopiladas por este periódico.

Desde 2019, la capital ha pasado de contar con 400.739 árboles maduros a bajar hasta los 322.123 del año 2022, según los datos disponibles en la estadística municipal Arbolado en parques y zonas verdes de Madrid. Los árboles maduros son aquellos que se encuentran “en pleno vigor” o “que han alcanzado su tamaño máximo”, explican las notas de la estadística, en la que también se contabilizan los ejemplares recién plantados, los jóvenes y los viejos, además de los tocones que quedan después de las talas.

El descenso fue progresivo durante los años 2020 y 2021, cuando se perdieron unos 6.000 y 13.000 árboles adultos respectivamente, y aceleró su caída en 2022, con 59.000 ejemplares menos. Se puede observar la evolución en el siguiente gráfico:

Por distritos, los mayores descensos corresponden a Villaverde y Puente de Vallecas, con pérdidas de su masa arbórea superiores al 70%, seguidos de Moratalaz y Usera, con porcentajes mayores del 55%.

En el resto de zonas de Madrid el descenso es mucho menor y oscila entre el 83% de Latina hasta el 96% de Retiro. No existe ningún distrito de Madrid en el que se cuenten más árboles adultos que al inicio de la legislatura.

Las estadísticas municipales disponibles no añaden el estado de cada árbol ni en la Casa de Campo ni el el Monte del Pardo, las dos masas arbóreas más grandes del término municipal. El primero porque debido a su carácter forestal “no se dispone de información individualizada”, explica el consistorio en su portal de datos. En el caso del segundo, porque de su gestión se encarga Patrimonio Nacional y no el Ayuntamiento. Por ese motivo no se encuentran en esta estadística.

Los datos oficiales achacan un tercio de las pérdidas a Filomena

El Ayuntamiento de Madrid cifró en 21.785 el número de árboles perdidos en las calles y parques de Madrid por el temporal Filomena, sin contar con la Casa de Campo, según un informe de la dirección General del Área de Medio Ambiente que publicó El País hace un año. Además, otros 72.330 árboles fueron talados en la Casa de Campo, que como se ha indicado antes queda fuera de la estadística municipal analizada en este artículo. Suponiendo que todos ellos fueran ejemplares adultos, la ciudad habría perdido otros 57.000 en estos últimos cuatro años por otras circunstancias no reflejadas en los datos como obras, reformas u otras inclemencias meteorológicas.

Este periódico se ha puesto en contacto con el área de Medio Ambiente municipal para solicitar una valoración de los datos y a qué consideran que se debe el enorme descenso en el total arbóreo de la ciudad. Aunque inicialmente creen que puede deberse al impacto de Filomena, explican que los técnicos municipales precisan de más tiempo para analizar lo que puede estar detrás de esta importante caída.

Mientras tanto, el discurso oficial del Ayuntamiento es el de que se están ejecutando numerosas plantaciones en esta legislatura, principalmente a través de la campaña para compensar la masa arbórea perdida por Filomena, que el alcalde cifró en 99.880. La mayoría de ellos irán a parar a reforestar descampados y espacios aledaños a las autovías de circunvalación. Otros 10.000 se destinaron a la Casa de Campo y 4.100 a la Dehesa de la Villa. Y 25.000 más se plantarán en el proyecto de Bosque Metropolitano.

“Vamos a seguir potenciando la plantación de árboles en esta ciudad” explicó este jueves la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, quien recordó también que la capital ha sido declarada Ciudad arbórea del mundo por la ONU. “Una de las grandes virtudes que tiene la ciudad de Madrid es su gran cantidad de arbolado, este equipo de Gobierno lo que ha hecho es consolidarlo”, añadió.

Más árboles recién plantados o jóvenes

Sanz respondía a las críticas por las talas inminentes en Madrid Río debido a las obras para ampliar la línea 11 de Metro. “Cuando se produce alguna afección por la construcción de una infraestructura lo que se hace es reponer esos árboles en la medida de lo posible o replantar en otros espacios”, señalaba. Las estadísticas municipales señalan esta tendencia de los últimos años, durante los que han aumentado notablemente la presencia de árboles nuevos y jóvenes, que todavía no han llegado a adultos.

En 2019 había en Madrid 42.987 ejemplares recién plantados o no consolidados (de 1 a 5 años desde su plantación), cifra que subió en 2022 hasta los 61.397. En cuanto a los árboles jóvenes (los que no han alcanzado su madurez), en 2019 se contabilizaban en Madrid 224.658, mientras que en 2022 llegaban a los 290.315.

“Replantar un árbol no es una garantía de que vaya a sobrevivir en su nueva localización”, puntualizan desde Ecologistas en Acción, organización muy crítica con la gestión del arbolado del equipo de Almeida y que denunció -junto a partidos de la oposición- el secado de miles de los que se plantaron el año pasado, justo antes de un verano abrasador. Según ellos, las causas de la pérdida de masa verde es otra: “Vemos cómo en cada obra de urbanización en el espacio público desaparecen árboles y alcorques. Nadie supervisa el arbolado de estas obras, porque parece no importar”, indican además de denunciar “un total incumplimiento de la normativa tecnológica de jardinería y paisajismo NTJ 03E, que debe garantizar la protección del arbolado durante la ejecución de las obras”, apunta un portavoz.

“Basta con darse un paseo por cualquiera de las muchas obras en marcha en Madrid para ver árboles desprotegidos, raíces cortadas y daños al sustrato y saber que quizá ese árbol no se ha talado durante las obras, pero que morirá dentro de unos años. Y entonces lo talarán. Y argumentarán que la tala fue justificada porque el árbol estaba enfermo o muerto”, añaden desde Ecologistas.

Las talas de la polémica

Las polémicas verdes llevan asaltando al equipo de Gobierno durante toda la legislatura, pero se han intensificado en las últimas fechas por la tala masiva en los parques afectados por la ampliación de la línea 11 de Metro, que ejecuta la Comunidad de Madrid pero que cuenta con el visto bueno municipal. Y también por otras actuaciones como el sellado de más de 4.000 alcorques ocupados antes por árboles o los apeos en obras como la remodelación del parque de la Cornisa.

“La pérdida de arbolado es un claro reflejo de la actitud del gobierno de Madrid hacia su verde urbano. Se trata como si fuese un elemento urbano más, como una farola o una papelera que si estorba se mueve de sitio”, lamentan desde Ecologistas en Acción, que celebró la llegada a la Comunidad de Madrid de una nueva legislación sobre la protección y fomento del arbolado urbano. “Se ha ido deformando su interpretación” -advierten- “a día de hoy se justifican aberraciones bajo el criterio de que la tala es la única alternativa viable y se sustituyen ejemplares sanos y adultos por arbolado nuevo que tardará años en ofrecer los beneficios de ese arbolado para la ciudadanía”.