La hermandad religiosa del marido de Esperanza Aguirre ordena cerrar un colegio centenario con 250 alumnos

La Hermandad del Refugio ha ordenado el cierre del colegio Purísima Concepción, un centro concertado cristiano situado en la calle Puebla, en las traseras de la Gran Vía. La decisión se tomó en noviembre y se comunicó a las familias de sus más de 250 alumnos hace solo unos días, según han indicado los representantes del AMPA a Somos Malasaña. Los 29 profesores que allí imparten clases lo descubrieron la semana pasada.

El cierre pone en jaque el futuro escolar de un centro centenario, perteneciente a una hermandad madrileña que lleva desarrollando una labor educativa desde poco después de su fundación para la entrega diaria de comida a los necesitados. El Refugio se fundó en 1651 y el colegio asociado en 1701. La clausura ha enfurecido a las familias de los alumnos, que este lunes forraron las pareces del edificio con pancartas exigiendo que los hermanos reviertan su decisión. No al cierre del cole o La real hermandad nos cierra el colegio eran algunos de sus lemas, que incluso se colocaron delante de la iglesia de San Antonio de los Alemanes. La organización cristiana las retiró poco después.

El colegio, situado en la misma manzana que la iglesia y que el comedor social que gestiona la Hermandad del Refugio, ha ofrecido hasta ahora educación desde Infantil hasta Secundaria. Se trata de la segunda propiedad de la que los hermanos han decidido desprenderse en un corto periodo de tiempo: en 2022 el Ayuntamiento que lidera José Luis Martínez-Almeida autorizaba la apertura de un hotel en un edificio que la organización utilizaba como residencia de ancianos hasta 2016. Ambas operaciones coinciden con la presidencia de la Hermandad en manos de Fernando Ramírez de Haro, quien ocupa el cargo de hermano mayor. Ramírez de Haro es conde de Bornos y marido de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre.

Las madres y padres del alumnado no tuvieron constancia de la noticia hasta el pasado diciembre, cuando recibieron repentinamente una carta que lo anunciaba. Laura Pérez, miembro del AMPA del Purísima Concepción, lo detalla en declaraciones a Somos Malasaña: “La Hermandad nos convocó a una reunión, en la que les sorprendió que la mayoría de padres nos opusiésemos a la clausura y a la reubicación que nos ofrecían”. Otro padre que ha conversado con este medio, y que prefiere no dar su nombre, asegura que les pilló “completamente por sorpresa porque la Hermandad del Refugio lo ha escondido muy bien”. Algunos afectados que protestaron este lunes frente al centro recuerdan cómo cayó la noticia en sus familias: “Ha habido muchos niños, padres y madres llorando al enterarse del cierre”.

En el citado encuentro, la institución alegó que el cierre es necesario debido a que “la estructura no ofrece las condiciones de seguridad oportunas” y su condición de Bien de Interés Cultural “impide ejecutar los trabajos necesarios para una correcta adecuación”. Pérez sostiene que la Hermandad lleva años sin colaborar en el mantenimiento del inmueble para poder utilizar ahora este argumento. Además, la organización reconoció en la propia reunión que su intención es mantener el uso estudiantil, pero enfocado al ámbito universitario: “No entendemos por qué tienen que sacarnos pero sí pueden meter gente”. Fuentes consultadas por este medio afirman que la propiedad será cedida a la Universidad CEU San Pablo, de carácter privado y católico. Somos Malasaña ha solicitado a la Hermandad su versión sobre el cierre sin que hasta ahora haya decidido dar respuesta alguna.

Las familias explican que de existir daños estructurales en el colegio afectarían también a la adyacente iglesia de San Antonio de los Alemanes: “Si una edificación está dañada, está dañado todo”. Según el otro padre que ha hablado con este medio, que no haya prevista clausura alguna en el templo se debe a que “es muy rentable”. La indignación es tal que este lunes han celebrado una concentración frente al Purísima Concepción para reclamar que no se produzca el cierre, mientras que la propia Laura Pérez ha lanzado una petición pública con esta exigencia en change.org. En el momento de publicación de este artículo superaba ya las 900 firmas.

La “avaricia” de Fernando Ramírez de Haro

La Santa Pontificia y Real Hermandad del Refugio y Piedad de Madrid es conocida principalmente por la asistencia a los desfavorecidos. Desarrolla esta faceta en la Corredera de San Pablo, en un edificio anexo a la mencionada iglesia de San Antonio de los Alemanes, donde es habitual ver colas de personas por las tardes que esperan acceder al comedor social. A la asociación pertenecen importantes personalidades y suele estar presidida por un Grande de España. El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, es uno de sus miembros más destacados. Incluso los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, son hermanos de honor.

Esta institución con más de 350 años obtiene sus ingresos de las cuotas que pagan los hermanos miembros, las herencias que dejan a su fallecimiento, las donaciones económicas o de alimentos y las entradas que dejan las visitas turísticas a San Antonio de los Alemanes, joya del barroco madrileño donde también se organizan conciertos benéficos. Su más reciente fuente dineraria es la renta de la empresa inquilina que explota el hotel situado en la antigua residencia de mayores de la calle Pez, que vaciaron hace siete años alegando pérdidas de 1,4 millones de euros.

Conviene recordar que cuando se produjo la cesión de ese inmueble la organización apeló, en una carta enviada a las familias de los residentes, a la necesidad de mantener la “viabilidad” de la Hermandad. “Era un agujero negro de dinero”, declaró el gerente a este medio, para añadir a continuación que sus cifras hacían peligrar la continuidad del comedor social y del colegio. Un colegio del que ahora prescinden con celeridad sin explicaciones públicas.

De acuerdo a ese padre que prefiere permanecer en el anonimato, el rédito obtenido por el alquiler de la antigua residencia (que “superaría los 600.000 euros anuales”) sería más que suficiente para acometer las mejoras oportunas en la infraestructura del Purísima Concepción, más aún teniendo en cuenta que se trata de una entidad “sin ánimo de lucro”.

Llega a deslizar que la Hermandad ni siquiera sufraga los gastos del comedor desde que despidieron a su cocinero: “Se aprovecha de voluntarios que son los que realmente compran y elaboran la comida para los necesitados, y que desconocen todo lo que está pasando”. De hecho, una fuente cercana a la organización le asegura que la inmensa mayoría de miembros tampoco está al tanto de estas operaciones, “solo la Junta de Gobierno”.

Detrás del cierre se esconde la avaricia de Ramírez de Haro, Esperanza Aguirre y los consiliarios que les rodean, que han hecho de la Hermandad una empresa

Opina que la inseguridad del edificio es una “justificación” para cederlo: “Por eso han estado siete años sin decir nada a nadie, ni profesorado, ni familias, ni a la Fundación Teresiana, sobre el informe que hablaba de los desperfectos”. Se pregunta cómo es posible que con ese documento sobre la mesa, que habla de “riesgo de incendios y hundimientos”, el colegio haya seguido operativo todo este tiempo.

Su hipótesis es que la asociación ha esperado a conseguir los permisos necesarios para la cesión del edificio y, entonces, hacer público el informe de forma que puedan alquilar o vender otro espacio más. Para este padre, “detrás del cierre se esconde la avaricia de Ramírez de Haro, Esperanza Aguirre y los consiliarios que les rodean, que han hecho de la Hermandad una empresa”. Lo califica de “una especulación en toda regla” en la que “tienen involucrados a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y al alcalde, José Luis Martínez-Almeida”. Este afectado descarga de responsabilidades al resto de hermanos de la institución: “La inmensa mayoría no tiene noticia de todo esto”.

Alternativas insuficientes para un alumnado en su mayoría migrante

La Hermandad del Refugio les ha ofrecido reubicar al alumnado en el Colegio de las Mercedarias de la Caridad, situado a pocos metros. No obstante, para muchos padres este centro no ofrece unas condiciones equiparables. De hecho, en su propio apartado de preguntas y respuestas hablan de que es “un colegio pequeño e intentamos que nuestros grupos no sean numerosos”. Actualmente cuenta con “una sola aula de 1 año y otra de 2 años, y en bachillerato también una por nivel, mientras que en las demás etapas hay dos grupos por nivel”, unos números que difícilmente podría mantener ante tal aumento de estudiantes.

Otro importante factor es el precio de matriculación. El Purísima Concepción es concertado, pero el coste anual es de apenas 65€ en un único pago. Gran parte del alumnado proviene de población migrante, principalmente de Filipinas, Ecuador, Venezuela y Argentina. “Ahora nos dicen que intentarán buscar cupos en colegios de alrededor a ver si aceptan que entren la mayoría de nuestros hijos, pero no prometen nada”, lamenta Laura Pérez.

“Otra de las cosas que más valoramos de nuestro colegio es la educación que dan los profesores”, destaca esta madre. De hecho, pidieron a la Hermandad que facilitara el traslado del equipo docente a los centros a los que sea reubicado el alumnado. La organización ha rechazado esta petición, poniendo en serio peligro 29 puestos de trabajo. También la propuesta de prorrogar un curso, hasta verano de 2024, el cierre del colegio. Les han comunicado incluso su intención de alejarse de la Fundación Escuela Teresiana, que ampara a las monjas responsables del apartado educativo en el centro.

Pérez muestra también su incertidumbre por lo que ocurrirá con las niñas y niños en condiciones especiales que son atendidos de forma directa por un equipo de docentes altamente capacitado en el Aula TEA (Trastorno del Espectro Autista) del Purísima Concepción: “En Madrid esta atención especializada se echa en falta en muchos centros”.