“Hay que huir de los roles que asumimos desde que estamos en este mundo”

La cantante Amparo Sánchez (Jaén, 1969) vuelve a Pamplona, esta vez para actuar en sanfermines. El 30 de octubre de 2014, acudió al Planetario de la capital navarra para presentar su libro La niña y el lobo, en el que relata cómo fue víctima de la violencia de género hace 25 años. La lucha por la igualdad marca, en cualquier caso, tanto un evento como otro. Sánchez, vinculada a Amparanoia durante doce años, es conocida por su música con mensaje, mestiza y enérgica. Durante la noche sanferminera es habitual escuchar alguno de sus clásicos y ella promete incluir alguno de ellos en su actuación, este 8 de julio, en la plaza del Castillo (a partir de las 24:00 horas).

Vuelve a actuar en sanfermines. No se puede decir que para usted sea una novedad.

Estoy deseando volver y presentar nuestro repertorio con Espíritu del sol, pero también de mis anteriores discos, como Amparo Sánchez y también algunos de la época de Amparanoia. En San Fermín el público siempre está feliz y contento [ríe]; la música siempre predispone a ello, pero en el caso de los sanfermines, hablamos de la fiesta en letras grandes.

Tras doce años como Amparanoia, todavía el público la identifica con ese proyecto. ¿Qué queda de Amparanoia en Amparo Sánchez y qué ha dejado atrás?

Amparanoia fue la experiencia que me trajo a este momento de mi vida y le estoy muy agradecida. He tenido un momento muy dulce de reconciliación con el pasado, el presente y la proyección hacia el futuro. Además, sigo tocando temas que sonaron hace ya veinte años y es maravilloso que sigan vivos.

Es habitual, de hecho, escucharlos en estas fiestas.

Sí, es verdad, y alguna de ellas que sé que siempre suena en las fiestas de los pueblos podrán escucharla esta vez cantada por la cantante original (ríe).

En cuanto a las novedades de este concierto, se ha referido a Espíritu del sol (2014) como un disco viajero y, de hecho, se ha grabado en Tucson (Arizona, EEUU), México, Argentina, Barcelona... ¿No quiere quedarse solo con una influencia?Espíritu del sol

Estar girando por todo el mundo y encontrarte con músicos de otras nacionalidades e influencias hace que tu música vaya enriqueciéndose, de ahí lo de que sea un disco viajero, de diferentes países, con muchos guiños.

¿Al final qué se lleva siempre en la maleta?

Prácticamente la guitarra y poco más. Lo que sí llevo son los ojos muy abiertos, y soy muy consciente que un viaje y el encuentro con otros músicos supone una oportunidad de crecer y de retroalimentarnos. Siempre he fusionado música y he buscado la mezcla, una motivación que se ha fortalecido con tantos viajes. Los grupos que ahora han tomado el relevo me pusieron el título de reina del mestizaje y, aunque no me gusta la monarquía, sí es verdad que veo una influencia en su música de lo que yo empecé a mezclar en los años 90.

Del mestizaje siempre se espera una música comprometida.

Sí, en mi último disco quizá el mensaje es mucho más femenino y feminista, y hay un compromiso muy fuerte con la lucha de la mujer, por la igualdad, por aceptar su cuerpo y aceptarse tal y como es. Es el momento en el que estoy; tenemos que queremos y perdonarnos. Es un mensaje que también puede llegar a los hombres, pero sobre todo a las mujeres que, por otro lado, son mi público mayoritario.

No hace muchos meses presentó en Pamplona su libro La niña y el lobo, en el que cuenta su experiencia de su primer amor, como víctima de la violencia machista. ¿Qué ha supuesto para usted el libro?presentó en PamplonaLa niña y el lobo

Es un libro de superación, donde cuento cómo salí de la violencia de género, porque se puede salir de esta situación traumática y dramática que muchas veces nos toca vivir. Ese es el mensaje que me interesa transmitir.

En Pamplona afrontamos, por segundo año, una campaña institucional contra las agresiones sexistas en fiestas.

Lo sé. Y espero que la gente se movilice y rechace cualquier tipo de agresión sexista. Creo que necesitamos más educación en igualdad y en amor, porque tenemos que ir hacia una sociedad en igualdad, y todos tenemos que luchar por ello.

Usted ya afirmó que todavía pesa mucho en las parejas jóvenes la idea del amor romántico. Pero, ¿en la música no se fomenta precisamente esa idea del amor?

Desde luego, todos llevamos esa idea. Tenemos que huir de ese tipo de patrones, que asumimos prácticamente desde que estamos en este mundo. Estamos en una sociedad patriarcal, donde se mandan mensajes muy definidos sobre qué se espera de cada rol.

¿La música con mensaje no está reñida con la simplemente festiva?

La música es un buen medio para transmitir este tipo de mensajes. En Latinoamérica, por ejemplo, es clave, y de ahí aprendí mucho sobre cómo contar a través de las canciones el mundo que queremos y el que nos merecemos.

¿No lo ve cerca?

Creo que hay avances, hay más preparación sobre el género, más movilización entre las asociaciones sociales y mucha gente luchando para que esto cambie, para llegar a una Humanidad donde nadie valga más que nadie.