El ministerio de Defensa aumenta sus competencias en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno ha decidido devolver a ese ministerio la competencia sobre el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que ahora estaba en manos de la presidencia del Gobierno.
La decisión resta poder a la vicepresidenta Carmen Calvo, que no tendrá entre sus atribuciones el acceso a los informes que elabora el espionaje español.
Durante el gobierno de Mariano Rajoy, el control del CNI fue para Soraya Sáenz de Santamaría uno de los apoyos fundamentales en los que apoyar su poder. Su control sobre el trabajo del espionaje español le hacía partícipe en primer término de las estrategias de defensa nacional.