El PSOE de Susana Díaz ha salido chamuscado, como nunca, del último Comité Federal del partido que purgó a todos sus afines de las listas electorales del 28 de abril. La federación más numerosa de los socialistas ha sido duramente enmendada por el equipo de Pedro Sánchez. Sus dirigentes daban por perdida la batalla de las listas, pero creen haber salido más unidos del cónclave socialista. Escribe Daniel Cela.
Díaz logró que los ocho secretarios provinciales andaluces respaldaran la posición discrepante de su ejecutiva ante la decisión de Ferraz de alterar las listas, un reflejo de que su poder orgánico está intacto, de que aún controla su federación y de que no hay quiebras internas que pongan en riesgo su liderazgo, como apuntan los sanchistas. “En ningún momento se plantea su futuro, todo lo contrario”, ha advertido, tajante, el secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo.