Santiago Abascal ha decidido cerrar la campaña desde la misma plaza en que PP y Ciudadanos empezaron a legitimar su discurso hace poco más de dos meses. Aquel 10 de febrero, el líder de la formación de extrema derecha consiguió compartir protagonismo con Albert Rivera y Pablo Casado en la concentración celebrada en la Plaza de Colón. Tras el éxito cosechado por este partido en las elecciones andaluzas, esta concentración, en la que los tres partidos exigieron la convocatoria de elecciones, afianzó la postura de Vox a nivel nacional.
En el último acto electoral celebrado antes de los comicios, los líderes de esta formación han vuelto al mismo emplazamiento, esta vez como únicos convocantes. Su discurso plagado de apelaciones emocionales a la unidad de España, a la vida, a la libertad de mirar “al pasado” como les dé “la gana”, cargando contra “progres”, “separatistas”, la “derechita cobarde” y la “veleta naranja”, ha logrado otro lleno en su plaza fetiche.
Lo cuenta Laura Galaup, que ha estado presente en el cierre de campaña del partido de extrema derecha.