A 15 días de que se cumpla el plazo para publicar las listas a las elecciones generales, Mariano Rajoy todavía no ha soltado prenda sobre quiénes las encabezarán. Para la confección de la candidatura, ni siquiera en Génova tienen fecha para que se convoque el comité electoral nacional, el órgano interno que preside Alicia Sánchez Camacho. La intención de Rajoy es desvelar primero los números uno y después, el resto de los puestos. Aun así, el candidato del PP mantenía este miércoles que todavía no ha discutido del asunto con algunos de ellos, como María Dolores de Cospedal.
La leyenda sobre el manejo de los tiempos de Rajoy, que suele consistir en apurar los plazos al máximo, es la excusa habitual de los suyos para justificar la falta de noticias. La semana pasada, Pablo Casado explicó a los periodistas que el hecho de que la primera quincena de noviembre sea la fecha tope no significa que Génova “no pueda ir presentándolos convenientemente”.
Del resultado, que según el vicesecretario de comunicación será una candidatura “muy potente” y demostrará que el PP “conjuga la renovación con la experiencia”, no se sabe más que algunos puestos de salida. Menos los ministros Pedro Morenés y Luis de Guindos, que no tienen intención de ser diputados, el resto del Gabinete de Rajoy los ocupará.
Así, se espera que Alfonso Alonso encabece la lista en Álava; José Manuel García-Margallo, en Valencia; Rafael Catalá, en Alicante y Ana Pastor, en Pontevedra. Fátima Báñez, por Huelva; José Manuel Soria, por Las Palmas e Isabel García-Tejerina, por Valladolid, completan la lista. Aún no está claro si Cristóbal Montoro repetirá por Jaén o será incluido en la de Madrid, cuyo número dos se espera que vuelva a ser Soraya Sáenz de Santamaría.
Para los vicesecretarios del PP están reservados los números uno de Zamora en el caso de Fernando Martínez-Maíllo y el de Ávila para Casado. Se espera que a Maroto se le encuentre hueco en Madrid. Javier Arenas podría competir con Juan Ignacio Zoido para ir por Sevilla o Almería, aunque en este último caso, el primer puesto está reservado para Rafael Hernando.
De quien no se sabe el destino es de Cospedal. Durante su entrevista en la SER, Rajoy mantuvo que aún tiene que hablar con ella para ver qué desea hacer. “No sé si quiere quedarse en Castilla-La Mancha o presentarse a diputada”, dijo Rajoy. Mientras, la secretaria general ha empezado a recorrer las diferentes comunidades para abordar el asunto con los diferentes territorios.
Con la reducción de diputados que auguran al PP las diferentes encuestas, la elección de los puestos mantiene nerviosos a los miembros del partido. Con una horquilla estimada de los 128 a 140, la confección es complicada en Madrid o en Barcelona, por ejemplo. En el caso de la capital, la reducción se suma al tira y afloja con la presidenta del partido, Esperanza Aguirre, que ha comentado a algunos periodistas que si la negociación ya fue complicada cuando ella tenía poder, ahora que está en la oposición lo será todavía más.
En general, la táctica de Rajoy siempre ha sido esperar. En las elecciones europeas de mayo del año pasado, Rajoy estiró el calendario hasta que desveló que sería Miguel Arias Cañete. Para el resto, hubo que esperar al último momento. Cuando faltaban 43 días y todos los partidos ya las habían anunciado, Génova envió un correo electrónico pasadas las nueve de la noche.