“Esto no es un final, es un punto de partida”, ha asegurado Ernest Urtasun en la ceremonia de clausura de Mondiacult, la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y el Desarrollo Sostenible, celebrada esta semana en Barcelona. El ministro de Cultura de España, que ha ejercido de presidente de la cumbre, ha asegurado que las conclusiones extraídas durante estos días resonarán en futuras reuniones, como la COP30 que tendrá lugar el próximo mes de noviembre en Belém do Pará (Brasil).
Los países participantes se han comprometido a “fortalecer las políticas e instituciones culturales y los sectores culturales y creativos en su totalidad”. También han reafirmado la necesidad de integrar la cultura en el marco de desarrollo sostenible post-2030 de la ONU y que esta sea el “motor de las políticas públicas” del futuro. Eso sí, en la declaración final no se ha recogido ninguna medida concreta ni se han establecido plazos.
Ernesto Ottone, subdirector de la UNESCO, ha insistido en la importancia de que la declaración haya sido aprobada por unanimidad por los más de cien ministros participantes, por la dificultad que suele entrañar alcanzar tal nivel de consenso dentro de la ONU.
Informa Laura García Higueras