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Un minusválido en mi cama

Andrómaca

Hoy, Andrómaca nos cuenta su experiencia sexual con su novio retrón. A ver si así las demás y los demás os animáis... que hay muchos retrones y retronas solos ;)

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Hace poco me eché de novio un minusválido. Desde entonces, mis amigas sienten mucha curiosidad y me preguntan. ¿Qué cosas preguntan? A continuación os cuento.

Por ejemplo, una amiga íntima llamada Rain me preguntó si usaba juguetes eróticos para hacer del acto sexual con mi novio algo más atractivo. En palabras textuales me dijo: “Hoy hay demasiados juguetitos muy chulos, prácticos, divertidos, etc. que ayudan a satisfacer las necesidades sexuales a nivel de pareja. La sexualidad en una pareja no se limita a la simple penetración”. En pocas palabras, que mi novio no tiene pene y yo no me he enterado. Además, como juguetito sexual, ¡la silla de ruedas es perfecta! Debajo os explico por qué.

Otra amiga mía, fotógrafa profesional, nos comentó que había visto un kamasutra para minusválidos. Yo le pregunté qué le había parecido el vídeo y ella me contesto que era didáctico, pero poco atractivo. Esto me llevo a cotillear en Google para ver si su opinión coincidía con la mía. Esto es lo que encontré. Ahora os hago una pregunta: Si comparamos las imágenes de este vídeo con el kamasutra para no minusválidos, ¿qué diferencia observáis? A ver, a ver, ¿os doy pistas? ¡Eureka! La silla de ruedas y las muletas. El resto, todo igual, ¿no?

Para satisfacer la curiosidad de mis amigas, y para todas aquellas personas que se plantean tener una relación sexual con un retrón, aquí os cuento algunos detalles de mi historia.

Mi experiencia sexual con un chico que va en silla de ruedas y cuya “longitud” es mayor que el promedio español (¡sorpresa!) se inició con un poco de miedo, no lo voy a negar. La primera vez, me dije a mí misma “a ver si no lo termino de romper”. Así que me adelanté y le pregunté: “¿Cuál es la posición sexual que más te gusta?”. Eso sí, yo ya sabía que ésta no era su primera vez en el sexo. Digo esto porque la situación común en las películas es mostrar un retron virginal. ¡Pues no! Mi chico ya tenía su pasado, había tenido una relación “seria” hacía varios años y además había tenido varios ligues (no serios); chicas con las que había tenido sexo alguna vez.

Para continuar la historia y no desviarme mucho, mi chico me respondió que la posición que le parecía más sencilla era la que, en el kamasutra, llaman la “postura de Andrómaca”. En términos sencillos: él acostado en posición decúbito dorsal en la cama, y yo sentada encima de él, arrodillada o en cuclillas. Sin embargo, a esta posición le hace falta un detalle guay, y es que la cama de mi novio es articulada. ¿Articulada? ¡Siiiií! Esto quiere decir que, con un mando en mi poder (muajajaja), puedo subir su cabeza a mi pecho, y ummm... ya se imaginarán el resto. Esta cama es muy útil para los retrones, y yo os la recomiendo si no la habéis probado.

Inmediatamente, superado el miedo, y descubriendo que el sexo con un retrón puede ser muy rico, pasamos a una segunda, tercera, cuarta y quinta posición.... Yo creo que nos hemos hecho el kamasutra entero, cosa que parece imposible de lograr en la imaginación de muchos. Pero es que, además de hacernos el kamasutra entero, innovamos. Hemos probado, por ejemplo, la amazona o la posición del indolente, donde la mujer toma la postura de arriba... y siempre añadiendo algún detalle de nuestra invención.

Con un par de años juntos, aprendí otro secreto que os voy a contar: el arma más erótica de un retron es su silla de ruedas y, además, es muy, pero muy práctica. Si quieres evitar el paso de sacar al retrón de la silla porque no te aguantas las ganas de hacerle el amor, lo mejor que puedes hacer es emplear la silla. Creedme. Es un arma letal. Ahora os preguntaréis (vosotros y mis amigas): “¿Qué posición emplean en la silla de ruedas?”. Pues bien, se puede emplear (citemos de nuevo el kamasutra) la postura llamada el barco, que consiste en no sacarlo de la silla, abrirle las piernas, sentarte encima de él sobre sus muslos, apoyando los pies en la parte trasera de la silla y... bueno, bueno, tampoco les tengo que decir todo, no se pasen. Algo adicional que no dice el kamasutra es que existen ventajas adicionales en esta posición. Si tu chico es bajito, su cara llega exactamente a tu pecho, y ummm... eso te da triple placer. Finalmente, el colmo de la practicidad: la silla de ruedas puede servir de cama portátil: con ella puedes hacer el amor en cualquier lugar que el pudor te permita.

Éstas son algunas de las ventajas que tiene un retrón en la cama, pero en realidad existen muchas, y la única forma de conocerlas es probarlas.

Ya para terminar, os cuento una anécdota. Un fin de semana, después de una larga jornada laboral y mucho estrés, me fui a tomar algo con un compañero del curro. Bebimos demasiado y hablamos de cosas que ya ni recuerdo. Lo que sí recuerdo fue lo que él me preguntó: “¿Cómo es el sexo con tu chico?”. A lo que yo respondí: “¡El mejor que he tenido hasta ahora!”.

Y ya sabéis que los borrachos (y los niños) nunca mienten.

Hoy, Andrómaca nos cuenta su experiencia sexual con su novio retrón. A ver si así las demás y los demás os animáis... que hay muchos retrones y retronas solos ;)

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