La suciedad en los colegios públicos de Sevilla sigue siendo una asignatura pendiente para el Ayuntamiento y una fuente constante de malestar entre las familias. En el último año, se han sucedido episodios de basura acumulada, falta de desbroce y déficit de personal de limpieza en distintos centros de la ciudad. En este contexto de hartazgo, las familias del CEIP Jacarandá, en Sevilla Este, han convocado la tarde de este miércoles una protesta para denunciar que el problema “no solo ha empeorado en las últimas semanas”, sino que se ha extendido a “la práctica totalidad” de los centros educativos de la zona.
Según explica Rocío Mesa, vicepresidenta del AMPA del Jacarandá, llevan desde el curso pasado con problemas de limpieza, especialmente en el distrito Este-Alcosa-Torreblanca, donde los peones de limpieza están al 35% porque “el alcalde no cubre las vacantes”. “Es un desastre de suciedad y de insectos”, resume esta madre, que calcula que unos 16 colegios de toda la zona están afectados por la falta de personal de limpieza.
Por eso, la movilización cuenta con el respaldo de al menos 11 asociaciones de madres y padres de alumnos de barriadas colindantes. Entre ellas, las AMPA del CEIP Isbilya, Tartessos, Lope de Rueda, Concepción de Estevarena o la del colegio Maestro José Fuentes, donde las familias –desesperadas por la suciedad acumulada en las aulas– llegaron a plantarse con fregonas en la puerta del centro para exigir soluciones ante el déficit de personal de limpieza.
A la protesta convocada por el AMPA del Jacarandá también se han sumado varios sindicatos en defensa de la plantilla de trabajadores, que denuncian el “drástico recorte de personal en los servicios de limpieza” y alertan de la “intención espuria por parte del Consistorio de privatizar este servicio municipal”. Todos ellos planean recorrer varias calles del distrito Sevilla Este desde las 18:00h hasta desembocar en la avenida de las Ciencias, donde van a cortar el tráfico durante una hora para visibilizar la preocupación y el descontento que afecta a la comunidad educativa y a los propios trabajadores de limpieza.
En nombre del resto de centros, las familias del Jacarandá aseguran sentirse “estafadas” por el equipo de Gobierno de José Luis Sanz. Explican que, tras sus primeras quejas públicas, el Ayuntamiento envió dos refuerzos temporales –“esquilmando a otro colegio cercano”– pero que, una vez pasado el foco mediático, el servicio ha vuelto a quedar en mínimos. “Estamos peor, pues sigue sin llevar a cabo las contrataciones necesarias”, afirman desde el AMPA, aludiendo a que actualmente solo dos personas —que podría reducirse a una en las próximas semanas— se ocupan de la limpieza de un centro con 650 alumnos, más de medio centenar de docentes y personal de extraescolares.
Fuentes municipales consultadas por este periódico indican que han llamado a nuevos peones, que se irán incorporando a medida que vayan aceptando el puesto, hasta alcanzar la treintena. En el colegio Jacarandá, apuntan, está contemplado un refuerzo. Las mismas fuentes recuerdan que este colegio ubicado en Sevilla Este tiene en marcha la renovación completa de la pista deportiva, “la mayor obra que está haciendo el ayuntamiento en su mandato en un colegio”, a la que atribuyen parte de la suciedad existente.
Por su parte, las familias lamentan que “el centro sigue en un estado deplorable”. “Seguimos teniendo quejas de picaduras a menores –las obras de las pistas continúan y ha seguido lloviendo, dos factores que contribuyen a mantener un ecosistema viable para nuestro nutrido muestrario de insectos—y, para más inri, constatamos cómo no se trata de una problemática concreta de nuestro colegio, sino que afecta a todo el entorno: los recortes nunca suelen darse de manera sectorial”, advierten desde el AMPA, insistiendo en que la reivindicación del Jacarandá es compartida por otros colegios de la zona, e incluso del resto de distritos.
Muestra de ello es el caso del CEIP Huerta de Santa Marina, en pleno centro de Sevilla, cuyo alumnado estuvo tropezando durante dos semanas con unas 50 bolsas de basura hacinadas en la puerta de acceso al patio escolar. O la situación del CEIP Maestro José Fuentes, también en Sevilla Este, que lleva desde el curso pasado reclamando recursos al Ayuntamiento (como administración responsable del mantenimiento de los colegios públicos), ya que de siete limpiadores que tiene asignado el centro, en mayo había cuatro –como denunciaron los propios trabajadores– y el curso arrancó con tres.
La limpieza fue la punta de lanza de la campaña electoral de José Luis Sanz y sigue siendo, dos años después de su toma de posesión, una de las principales demandas vecinales. El propio alcalde admitió en el balance de su primer año de mandato que la limpieza de los colegios en particular era “un desastre”, de ahí que insistiera en la necesidad de contar “urgentemente” con un presupuesto propio.
Entonces anunció un plan de choque en las partidas de limpieza de los centros educativos, con el objetivo de poner fin a la suciedad y al deterioro detectados en la auditoría externa que encargó para evaluar el estado de los 109 colegios públicos de Sevilla. La conclusión de esa consulta fue que la mayoría suspendía en mantenimiento y limpieza.
Un año después, las familias aseguran que el conflicto por la suciedad en los colegios “empieza a tomar tintes de desesperación” para las familias y las direcciones de los centros. “Estamos cansados de poner reclamaciones y de que vayan parcheando”, lamenta Rocío Mesa en nombre del resto de comunidades educativas afectadas. A pesar del cansancio, la vicepresidenta del AMPA asevera que “no vamos a parar”, y que seguirán organizando acciones de protesta “todos unidos” para exigir recursos efectivos y soluciones reales.
Las familias de los centros que se han movilizado en contra de la suciedad en las aulas exigen responsabilidades a la delegada municipal de Educación, Blanca Gastalver; al delegado de Seguridad Ciudadana y Recursos Humanos, Ignacio Flores; y al propio alcalde, a quien señalan como “último responsable de la privatización encubierta” que dicen sufrir el servicio de limpieza. Y juntos demandan “colegios limpios, pero no a cualquier coste”. “Limpieza y gestión deben ir de la misma mano: la del Ayuntamiento”, defienden las familias de la pública antes de zanjar: “No creemos en la privatización”.
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