Un instituto de Valencina partido en dos desde hace siete años
Un centro escolar y dos edificios. Y uno de ellos, construido antes de la Guerra Civil, sin espacios complementarios como un laboratorio, un gimnasio o una biblioteca, y en cuya estructura se han producido desprendimientos. Éstas son las instalaciones en la que a diario estudian un tercio de los 900 alumnos del Instituto de Educación Secundaria TIC Las Encinas, en Valencina de la Concepción (Sevilla). Una situación que viene de 2010 y que ha colmado la paciencia tanto del alumnado como de sus padres, que este martes han llevado a cabo un paro de protesta a las puertas del centro.
Hasta el año 2007, el IES Las Encinas se ubicaba en el antiguo colegio público Cristo Rey, construido en 1934. Ese año, las clases se trasladaron al nuevo edificio, inaugurado con todos los equipamientos necesarios. Pero apenas tres años después se le concedieron al centro las líneas de Bachillerato, por lo que las nuevas instalaciones se quedaron pequeñas y parte de los alumnos —muchos de ellos de municipios cercanos, como Castilleja de Guzmán, Camas o Salteras— tuvieron que volver a ocupar el edificio antiguo.
La distancia entre ambos, de casi un kilómetro, se convierte en un obstáculo que compromete la buena marcha del centro. El director, Rufino de los Reyes, asegura que “a los profesores les afecta muchísimo, porque su horario no es el mismo en un edificio que compartido entre dos”. Para poder compaginar las lecciones en una y otra parte del instituto “se tienen que desplazar con sus propios medios, normalmente en sus coches, y si les coge en horas libres es parte de sus descansos”. Según De los Reyes, la división entorpece tanto las clases y la confección de los horarios como los turnos de guardia para sustituciones: “Hay veces que aquí tenemos profesores de guardia y sobran, pero faltan allí, o al revés”.
Pero contar con dos edificios también supone necesitar el doble de recursos. Por el número de alumnos y la división, al IES Las Encinas le corresponden cuatro conserjes y dos administrativos. Sin embargo, como denunció el AMPA del centro la semana pasada, “nos encontramos con una conserje y una administrativa”, por lo que “en muchos casos son el profesorado y el equipo directivo los que realizan funciones que no les corresponden”.
Para De los Reyes “el problema, básicamente, es el del personal”, pero la situación del edificio antiguo “ha sido la gota que ha colmado el vaso”. La vicepresidenta del AMPA, Ana Belén Arribas, afirma que los padres y los alumnos “decidimos movilizarnos porque ya está bien, nos sentimos engañados”. En su protesta no sólo reivindican más personal en el centro sino la adecuación de las instalaciones a los mínimos estándares exigibles a la enseñanza pública.
Mientras que en el edificio inaugurado en 2007 los alumnos cuentan con todo tipo de espacios complementarios (laboratorios, taller de tecnología, biblioteca, gimnasio, vestuarios y aulas de plástica y música —esta última insonorizada—) el antiguo colegio Cristo Rey, que acoge a jóvenes de 1º de ESO y 2º de Bachillerato, solo dispone de aulas y una pista de deportes al aire libre.
Además, el patio interior del colegio, que según el director “supondría un desahogo para los alumnos de bachillerato” en los recreos, se encuentra vallado desde que en septiembre se desprendió una cornisa, por suerte fuera del horario de clases. De los Reyes lamenta que aún no haya sido reparada: “la delegación de Educación nos dice que la arreglemos nosotros, y el otro día me mandaron las directrices para que lo hiciéramos”. El presupuesto estimado es de 1.000 euros. “No podemos hacernos cargo de una cantidad así”, sostiene. Asegura que, del total del presupuesto anual, cuentan con 32.000 euros, de los cuales 25.000 consisten en aportaciones de los alumnos para clases extraescolares y complementarias, por lo que únicamente les quedarían 7.000 euros de libre disposición. También asegura que el informe que les ha presentado la Agencia Pública Andaluza de Educación (o ISE, que es el ente encargado de la construcción y el equipamiento de los centros públicos) ha sido para valorar la reparación, pero que no les han cedido expresamente las competencias para el arreglo.
Principio de solución
De momento, la presión del alumnado y sus padres está dando algunos frutos. Tras la denuncia de las carencias del centro la semana pasada, la Delegada de Educación se reunió este martes con el equipo directivo y el AMPA, si bien “meses después de haberlo pedido”, indica Arribas. La intención de los padres, asegura, es “pedirle un compromiso por escrito, porque los padres están con una sensación de desconfianza hacia los políticos que ya no se creen nada”. “Necesitamos un compromiso por escrito con una solución clara y que no sea la que menos nos gusta”.
La reunión ha dejado avances en la cuestión del personal. “Se han comprometido a cubrir el tercer conserje de manera rápida, y a sustituir al día siguiente la baja de una de ellas que va a tener su operación programada”, explica Arribas. Y la Delegación ha explicado que “se daría respuesta a la falta de personal que viene reclamando la comunidad educativa”.
Sin embargo, la Consejería no ha plasmado aún sobre el papel la promesa de solventar los problemas del edificio antiguo y la masificación. “No ha habido un compromiso por escrito y ninguna solución”.
La delegada se ha comprometido a visitar el IES “para estudiar las posibles necesidades del centro en materia de infraestructura”. Aunque desde el centro creen que la visita será en marzo “para empezar a estudiar los números; eso para nosotros no es suficiente y estamos pensando en las siguientes movilizaciones”, sostiene la vicepresidenta del AMPA.
De los Reyes, que este año deja el cargo de director para jubilarse, tiene claro que si ambos edificios “estuvieran a 50 ó 100 metros de distancia y con todos los complementos y adecentados sería hasta bueno, pero lo que hace falta es ampliar el nuevo”. Sobre todo porque, como él mismo avisa, en el IES Las Encinas ya “hay 29 grupos y lo más probable es que el año que viene haya 30”.