El Congreso pide a la Justicia firmeza contra los autores de violencia machista

Todos los grupos parlamentarios han firmado este martes una declaración institucional de repulsa por los últimos casos de violencia de género. El texto ha sido leído por el secretario primero del Congreso, Ignacio Gil Lázaro, del PP, al finalizar el pleno extraordinario sobre el rescate a Grecia.

En el comunicado, todos los grupos manifiestan la “repulsa más firme” por el incremento de casos de violencia de género que ha habido este verano. También expresan “su solidaridad con los hijos e hijas de las víctimas y con sus familias, así como con aquellas otras que han sido asesinadas en este año y en momentos anteriores”.

Los grupos piden “a la Administración de Justicia la mayor atención y sensibilidad hacia este fenómeno, con el fin de dar más amparo a las mujeres y conseguir que un mayor número denuncien”.

Por la mañana, el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, había exhortado a todos los grupos parlamentarios a que consensuaran la declaración al entender que el Parlamento debe ser el “altavoz” de la sociedad frente a esos crímenes repudiables. El ministro destacó el “impacto muy duro” que ha supuesto el incremento de la violencia de género durante este verano. Pero, después, recordó que “lo mismo ocurrió el año anterior”, y prácticamente “cada verano”, época en la que en su opinión, “se incrementan los casos”.

Este es el texto firmado y consensuado por los grupos:

Texto íntegro de la declaración institucional contra la violencia de género

Ante el encadenamiento de muertes violentas y otros gravísimos delitos contra mujeres y menores que han tenido lugar en nuestro país durante este verano, el Congreso de los Diputados quiere manifestar su repulsa más firme y su solidaridad con los hijos e hijas de las víctimas y con sus familias, así como con aquellas otras que han sido asesinadas en este año y en momentos anteriores.

Queremos hacer un llamamiento al gobierno de España, y a las administraciones autonómicas y locales, para que redoblen sus esfuerzos por prevenir estos hechos y apoyar a las víctimas, mostrando a la vez su total desprecio hacia los maltratadores, que deben sentir el rechazo social por su actitud machista y delictiva. Cada caso conocido debe ser atendido de manera inmediata, proporcionando todos los recursos posibles y adecuados a la situación de cada mujer y de sus hijos e hijas, si los tiene.

De la misma manera, queremos también pedir a la administración de Justicia  la mayor atención y sensibilidad hacia este fenómeno, con el fin de dar más amparo a las mujeres y conseguir que un mayor número denuncien la situación que padecen. Solicitamos firmeza en el castigo de los maltratadores, que no tienen cabida en una sociedad democrática y avanzada.

De manera particular, el Congreso de los Diputados quiere manifestar que es consciente de que los hijos e hijas de las madres víctimas están en el epicentro del fenómeno y sufren directamente su impacto, siendo con frecuencia el instrumento para el más brutal de los chantajes y venganzas. Por ello, resaltamos la importancia de que niños y niñas vivan en un entorno seguro, alejado del abuso y del maltrato. Confiamos en que la entrada en vigor, hoy mismo, de la legislación de protección a la infancia, contribuya a evitar estos casos que tanta alarma generan.

Animamos a toda persona conocedora de un caso de violencia de género a que lo ponga en conocimiento de la administración más próxima, para saber de inmediato qué es lo que conviene hacer y proteger eficazmente a las mujeres, parando de una vez por todas esta espiral de violencia que no cesa.

Queremos rendir homenaje también a las víctimas indirectas de la violencia de género -aquellas amigas, hermanos, hermanas, padres, madres- que sufrieron la brutalidad de una violencia que también quiere acabar con la solidaridad y el apoyo a las víctimas.

España es un ejemplo para la comunidad internacional en su lucha contra este terrible problema. Debemos seguir avanzando en su completa eliminación y para ello se precisa de la colaboración de toda la ciudadanía. Todos y todas, desde nuestros respectivos cometidos, personales, familiares o profesionales, debemos comprometernos en esta tarea.

Por ello, pedimos a todos los poderes del Estado y a la sociedad ese compromiso y esa colaboración que tenemos la completa seguridad que obtendremos, para la total desaparición de nuestra sociedad.