El Gobierno aprueba el decreto que elimina la mascarilla en la mayoría de interiores

Llegó el día. El Consejo de Ministros ha aprobado el real decreto que elimina la obligación de llevar mascarilla en la mayoría de interiores a partir de este miércoles. La retirada del gran icono de la pandemia no es completa: el cubrebocas debe continuar usándose en todos los transportes públicos, en los centros sanitarios, establecimientos como las farmacias y en las residencias de mayores. “Es un día importante, seguimos sumando etapas”, ha dicho la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la rueda de prensa posterior, donde ha recordado que la “filosofía” del decreto es relajar el uso, salvo excepciones.

Con esta decisión, España culmina el proceso de normalizar la convivencia con el virus. La mascarilla era la única medida frente al coronavirus aún vigente en todo el territorio nacional. El real decreto al que ha dado luz verde este martes el Gobierno de Pedro Sánchez es el quinto redactado por el Ejecutivo desde que empezó la pandemia relacionado con los cubrebocas. El primero se aprobó el 4 de mayo de 2020, en la primera fase de la desescalada y solo afectaba al transporte público.

El Gobierno considera que era una medida “demandada” y ha defendido que se ha consensuado con las comunidades autónomas, además de seguir “la propuesta de las personas expertas”. “Va en la línea de lo que han hecho otros países del entorno europeo y en todos ellos hemos visto que no ha tenido un efecto en las hospitalizaciones”, ha asegurado la ministra, que ha desgranado el real decreto, del que ya se conocían la mayoría de detalles.

El transporte colectivo permanece, dos años después, como un espacio que todavía está sujeto al uso de la mascarilla. Afectará a todos, sin excepciones: metro, autobús, barco, avión, tren... También taxis y VTC. En los andenes o accesos a las estaciones no se aplica esta obligación, ha detallado Darias.

Los centros de salud y hospitales continuarán exigiendo un uso estricto, salvo para las personas ingresadas, que podrán retirarse este elemento de protección siempre que estén en sus habitaciones. Las trabajadoras de las residencias de mayores deben seguir llevando mascarilla en sus jornadas laborales, así como las visitas. Los mayores quedan liberados de esta obligación porque el centro es como su casa.

El Ministerio extiende la obligación, asimismo, a todos los establecimientos y servicios sanitarios, como las farmacias o los centros de transfusión. El listado de centros incluidos en esta clasificación quedan detallados en la norma que se publicará mañana en el BOE, ha precisado la ministra.

El real decreto, en todo caso, solo recogerá las situaciones y espacios donde la mascarilla tiene que seguir usándose. Al margen de la norma, Sanidad ha destacado un “vector” importante del decreto: el “uso responsable” de las mascarillas con el fin de evitar en la medida de lo posible situaciones de peligro. Este uso responsable concierne, sobre todo, a la población vulnerable (mayores, inmunodeprimidos o embarazadas) para quien se recomienda mantener la utilización de esta medida de protección. Darias también ha puesto el ejemplo de eventos multitudinarios y de entornos familiares “cuando estemos con personas que tengan algún factor de riesgo”.

Los entornos de trabajo y las escuelas

El entorno laboral es el terreno más resbaladizo y el que más dudas ha suscitado. Darias ha aclarado que “con carácter general no es obligatorio” pero si los servicios de prevención de riesgos hacen una evaluación del riesgo y determinan el uso de esta medida sí lo será.

El Gobierno recuerda que los centros escolares no pueden obligar al alumnado a usar mascarilla a partir de este miércoles. “No se puede establecer la obligatoriedad”, ha dicho la ministra, que no obstante ha matizado que se puede hacer un “uso responsable” pero en este ámbito no está recomendado en ningún caso. “Si hay un ámbito donde está claro es el escolar por el menor impacto del virus en los niños y niñas”, ha precisado.

Quien quiera continuar usando la mascarilla en los espacios interiores podrá hacerlo. Incluso es recomendable en muchos de ellos, según el documento en el que se ha apoyado el Ministerio para tomar la decisión. La ministra ha llamado a “disfrutar” de este nuevo paso “con prudencia y uso responsable” y ha confiado en que el “comportamiento ejemplar de la ciudadanía” se va a mantener en este caso también. “Es un signo más de la cultura de cuidados”, ha finalizado.