El cambio climático provocado por los humanos ha hecho que las lluvias torrenciales y violentas –muchas veces causadas por danas– sean cada vez más abundantes y potentes en España. Tanto como para que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) vaya a dar nombre propio a esas danas como ya se hace con las borrascas intensas.
De hecho, la temporada de tormentas significativas que merecen nombre se ha estrenado con una dana bautizada como Alice, que golpea estos días el este de la península y Baleares.
En realidad, no se trata de un registro específico de danas, sino que, a partir de ahora, los nombres de tormentas preocupantes preparados por el Grupo Suroeste de la red europea Eunmetnet servirán indistintamente para las borrascas de alto impacto y para las danas que vayan a activar alertas naranjas o rojas por su nivel de precipitaciones y viento.
El objetivo es enfocar la atención en las danas más adversas y es un granito de arena más en la prevención de los impactos
El objetivo es “enfocar la atención en las danas más adversas y es un granito de arena más en la prevención de los impactos”, explica el portavoz de la Aemet Rubén del Campo. “Desde que empezaron a ponerse nombres a los ciclones tropicales en la década de los 50 del siglo XX se ha constatado que, con este sistema, la población presta más atención. Por supuesto que tienen que ir acompañados de los avisos de Protección Civil y las medidas de las autoridades”, advierte.
Así que, en palabras de la directora de la división de previsión en el Servicio Meteorológico Irlandés, Eoin Sherlock: “Nombrar a las tormentas es una herramienta poderosa para generar conciencia en la población sobre los impactos meteorológicos severos”. Irlandeses y británicos fueron los que comenzaron a dar sus propios nombres a las tormentas más allá del listado que históricamente hacía la Universidad de Berlín desde 1954. “Sabemos que nombrarlas hace más fácil que las personas estén pendientes de las predicciones y los avisos de seguridad”.
Para Alice, el aviso especial naranja de miércoles y jueves pasados se convirtió en rojo para el viernes en toda la franja litoral que abarca desde Benidorm (Alicante) hasta Mazarrón (Región de Murcia). “Peligro extraordinario. Puede haber inundaciones y crecidas repentinas”.
Si hay más danas y son más peligrosas ¿por qué no se habían nombrado hasta ahora? “Las borrascas se nombran en el suroeste de Europa desde 2017, pero en ese primer momento se arrastraba un poco la concepción clásica de borrasca del norte de Europa que conllevan lluvias muy extensas que barren el territorio, viento, oleaje y nevadas”, explica el meteorólogo Del Campo.
Las danas son algo diferente: “No tienen frentes asociados y las precipitaciones son más violentas pero menos extensas, pero nosotros hemos pedido que se incorporaran hasta que nos hemos puesto de acuerdo los seis países del grupo suroeste: España, Portugal, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Andorra”, detalla el portavoz de la Agencia.
Las danas pueden provocar precipitaciones muy violentas y abundantes en determinadas zonas. Son propias de la zona mediterránea donde el mar recalentado por el calentamiento global aporta combustible extra si se dan las condiciones atmosféricas de las tormentas. Anteriormente se las llamaba gotas frías y el cambio climático las ha multiplicado en España.
Aunque la corriente negacionista insista en que “gotas frías ha habido toda la vida en el levante”, la realidad es que, a medida que se acentúa el cambio climático, “se ha observado un incremento estadísticamente significativo de las precipitaciones en los días más lluviosos del año en las regiones mediterráneas de la Península y Baleares”, atestigua un documento sobre impactos comprobados de la crisis climática de la Aemet.
De hecho, en estas áreas históricamente más afectadas por las inundaciones asociadas a estas precipitaciones violentas “reciben actualmente un 19% más de precipitación en los episodios de lluvias torrenciales que en los años 60”, concluye el documento. Y “no solo aumenta la intensidad de la lluvia en este tipo de episodios extremos, sino que también se ha observado un incremento de la frecuencia con la que se producen”.
Que puedan pronunciarse bien en varios idiomas
Rubén del Campo explica que a finales de los años 80 del siglo XX “ya se constató que la expresión gota fría se había asociado unívocamente a inundación. Se confundía la causa con el efecto y se asociaban ambas cosas de manera que parecía que cada vez que hubiera una gota fría habría inundaciones catastróficas”.
Por eso los meteorólogos decidieron buscar un nombre que describiera el fenómeno meteorológico (no sus consecuencias) y recurrieron al acrónimo DANA: depresión aislada en niveles altos. “Además, sirvió para homenajear a un meteorólogo que había estudiado mucho este fenómeno –ya fallecido– que se llamaba Francisco García Dana”.
“Ahora con dana también se está confundiendo la causa con un efecto de inundaciones, pero no siempre que hay una gota fría o dana se producen lluvias torrenciales ni siempre que hay lluvias torrenciales es por una dana”.
En todo caso, la nueva normalidad climática que ya afecta a España ha llevado a que las danas más impactantes vayan a ser conocidas por su nombre. ¿Cómo se eligen? Del Campo describe que “en estos casos del suroeste de Europa nos ponemos de acuerdo los seis países del grupo. Antes de iniciar la temporada el 1 de septiembre cada servicio presenta su listado y se consensúan. No es fácil porque cada cual tiene sus peculiaridades. Se intenta que puedan pronunciarse bien en todos los idiomas”.
Para 2025 / 2026 los elegidos han sido: Alice, Benjamin, Claudia, Davide, Emilia, Francis, Goretti, Harry, Ingrid, Joseph, Kristin, Leonardo, Marta, Nils, Oriana, Pedro, Regina, Samuel, Therese, Vitor y Wilma.